Encontré hace poco entre mis polvorientas y amarillentas antigüedades un ejemplar de El Nacional del domingo 9 de mayo de 1971. Nada menos y nada más que 40 años han pasado desde entonces. El Nacional era el periódico, tamaño tabloide, del gobierno de facto del General Juan José Torres, el militar progresista que permitió que se instalara en Bolivia la Asamblea del Pueblo, en el edificio del clausurado Congreso Nacional. Fueron momentos políticos extraordinarios, que no duraron más que unos meses porque el 21 de agosto sobrevino el golpe militar del Coronel Hugo Bánzer, y ya conocemos ese cuento que duró siete años.
Mis primeras armas en el periodismo las hice en El Nacional que dirigía Teddy Córdova Claure, como ya recordé en otra nota a propósito de su fallecimiento. Teddy me dio toda la cancha necesaria, y los colegas de la redacción todo su apoyo y experiencia. Al fin al y al cabo yo no era más que un entusiasta aprendiz, quizás por eso recuerdo con cariño esos días.
Todo esto viene a cuento al mirar la tapa de esa edición de 1971 de El Nacional, porque el que aparece en la foto soy yo. Resulta que se iba a celebrar el Día del Periodista, el 10 de mayo, y mientras yo me afanaba una tarde sobre la máquina de escribir sentí el flash del fotógrafo del periódico. Nadie me explicó nada. No podía imaginarme que al día siguiente esa foto aparecería en la portada del diario con un texto muy bonito sobre la profesión de periodista, que no recuerdo quién escribió:
“Ama, sufre, odia, piensa, vive, muere, resucita, cree, confía, alienta, intuye, avisa, alarma, orienta, aprende, cae, sueña, irrumpe, aguarda, espera, sangra, llora, ríe. Es un periodista. Apenas un periodista. Todo un periodista. El Nacional lo abraza y lo apoya. Que siga en la buena huella, en la del pueblo, en la de la victoria total, final.”
Cuando hace poco escribí sobre la muerte de Teddy Córdova, precisamente ocurrida el 10 de mayo 2011, Día del Periodista, mencioné la dedicatoria que escribió cuando me regaló su libro Cita en Tierra Coraje, pero no la recordaba textualmente en ese momento. Ahora encontré el libro, y la dedicatoria dice:
“Para Alfonso, En el comienzo de su carrera periodística, que siga adelante, pero que de ninguna manera se quede en el simple periodismo noticioso. Nuestro tiempo y nuestra patria requieren de un periodismo creador y de opinión agresiva. Este libro pretende ser algo de eso. L. E. Córdova”.
Cuarenta años… se dice fácil.