17 abril 2008

Una anécdota con Carlos Nuñez

En junio de 1999 coincidí con Carlos Nuñez Hurtado en La Habana, en el Primer Congreso Internacional sobre Cultura y Desarrollo. Ambos regresábamos a Cuba luego de unos diez años de ausencia. Yo desde el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano en 1989, y él probablemente desde que nos vimos allí mismo en 1988 en el Encuentro Latinoamericano de Educación Popular organizado por Casa de las Américas. Nos habíamos visto también en Panamá en 1989, tres meses antes de la invasión gringa, en ocasión de un encuentro de la red de comunicación popular de CEAAL donde también estuvo Eduardo Galeano.

Luego, vino ese lapso de diez años en los que yo anduve por África, y él hizo política como diputado independiente en México. Estuvimos sin vernos y lejos de Cuba justo el tiempo que duró el “periodo especial” que estoicamente aguantaron los cubanos, sobreviviendo, contra todo pronóstico, con su sistema social y su modelo político. Por ello, regresar a Cuba luego de diez años tenía para nosotros un significado especial.

La primera noche nos invitaron a una cena que ofrecía Fidel a todos los participantes, y nos dieron cita a cierta hora en el lobby del Hotel Nacional. Igual que yo, Carlos había desempolvado una bonita guayabera de manga larga para esa ocasión, comprada en algún viaje anterior. Pero cual sería nuestra sorpresa cuando en la cena encontramos a todo el mundo de traje y corbata… Aparte de Ernesto Cardenal, que llevaba su tradicional cotona, los únicos que vestían guayabera éramos Carlos, yo… y todo el personal de seguridad de Fidel. Los tiempos habían cambiado, sin duda más rápido que nosotros.

Ahora me entero que Carlos falleció el 10 de abril, a causa del cáncer que lo tenía jodido desde hace tiempo. Otros escribirán sobre su trayectoria profesional como fundador del IMDEC, sus aportes a la educación popular latinoamericana, el ITESO y la cátedra Paulo Freire, su libro La Revolución Ética

Las imágenes que yo conservo son más bien de momentos de convivencia, por ejemplo en Guanajuato en 1987 (Graciela, su compañera, vivía todavía) cuando nos contaba sus chistes predilectos, como el de la lógica y la pecera, que muchos de sus amigos recordamos.

Ahora me dan ganas de escribirle de nuevo a carlosn@iteso.mx , y que me responda. Que me cuente otro chiste, quizás.

11 abril 2008

Romero de Torres

En Córdoba, además de la maravillosa mezquita y de las estrechas callejuelas donde uno quisiera perderse (sin lograrlo), está el Museo Julio Romero de Torres que reune gran parte de la obra de este singular pintor.

Probablemente los expertos en arte moderno dirán que Julio Romero de Torres fue un retratista clásico en un periodo -las tres primeras décadas del siglo XX- en que las artes plásticas sufrieron una revolución con los cubistas, surrealistas, fauvistas, expresionistas, modernistas y abstraccionistas... y después de haber pasado ya por el impresionismo y el simbolismo del siglo XIX.

La aparición de la fotografía vino a alterar el paisaje de la pintura realista y a partir de mediados del siglo XIX ya no se trataba de retratar la realidad sino de interpretarla. Incluso el hiperrealismo posterior a los años 1970s es una interpretación.

Pero todo esto que es cierto, no me impide apreciar la enorme sensualidad que respiran los cuadros de Romero de Torres. Esas mujeres cordobesas o sevillanas, por muy serias que aparezcan en sus cuadros, trascienden por su erotismo. Hay cuadros donde el toque erótico lo da el título de la obra, por ejemplo "Naranjas y limones", donde los segundos son más apetitosos que las primeras. Los desnudos de "La nieta de la Trini", "La musa gitana", "La musa de la poesía", "Retablo del amor", o "El pecado", son magníficas muestras de erotismo. Pero el erotismo está también presente en otros cuadros que no muestran dsnudos, como "La Chiquita Piconera" tema de un cortometraje dirigido por Miguel Angel Entrenas.

Sigo pensando que en materia de arte lo único que vale es la "alegría estética" de la que hablaba Sartre. El espectador se involucra con la obra de arte al sentir esa alegría que interpela no solamente su razón sino otras fibras íntimas. Y eso es lo que me pasa con las sensuales mujeres pintadas por Romero de Torres.

....................... Romero de Torres y el escritor Valle Inclán

05 abril 2008

Foro en Sevilla

Estuve en Sevilla participando en el Foro sobre “Comunicación, Desarrollo y Cambio Social” organizado por Onda Local Andalucía y la Asociación de Emisoras Municipales y Comunitarias de Andalucía de Radio y TV (EMA RTV), el 24 y 25 de marzo, en la casa de las Sirenas.

El objetivo del foro era “dinamizar un espacio de diálogo cultural y discusión científica, que contribuya al conocimiento de la capacidad transformadora de los procesos de comunicación social.”, y discutir la importancia de la comunicación participativa en los programas de desarrollo, desde la perspectiva del empoderamiento de las comunidades. El análisis abarcó también el papel de los estudios de periodismo y de comunicación, y en qué medida satisfacen los requerimientos de los programas de desarrollo.

Entre los invitados por Manuel Chaparro, Director de EMA RTV y Vice-Decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Málaga, estaban Guiseppe Richeri, Juan Torres, Rosa María Alfaro, Tania Ayma, Victor Mari Saez, Francisco Sierra, entre otros.

La Asociación de Emisoras Municipales y Comunitarias de Andalucía de Radio y TV (EMA RTV), reúne más de un centenar de emisoras locales municipales en Almería, Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Jaén, Málaga y Sevilla, muchas de ellas con participación ciudadana, aunque otras, según me contaron, son usadas por los alcaldes para ganar visibilidad.

Onda Local Andalucía tiene una programación semanal que nutre a todas esas emisoras, y se transmite por satélite.



.......con Manuel Chaparro, el organizador del evento