27 diciembre 2008

Diez años sin Mario Kaplún

El 10 de noviembre del 2008 se cumplieron diez años de la muerte de Mario Kaplún, uno de los pioneros de la comunicación educativa en América Latina, cuya trayectoria sembrada de creatividad y enseñanzas sigue siendo un referente importante para las nuevas generaciones de comunicadores. Nacido en 1923, Mario tendría hoy 87 años.

Mario era una persona afable, tranquila y generosa, con quien daba gusto conversar. Tuve el privilegio de estar con él en varias reuniones del Consejo de Educación de Adultos de America Latina (CEAAL), mientras fue el coordinador de la red de comunicación. Recuerdo en particular la reunión en Guanajuato, México, en 1987, donde me tocó compartir habitación con su hijo Gabriel, fanático del mate como buen uruguayo. En 1988 me invitó a Montevideo al seminario “Monte Video 88”.

Mario es de aquellos que en América Latina han sabido desplegarse al mismo tiempo como comunicadores y como educadores. Pienso en Paulo Freire, en Daniel Prieto Castillo, o Francisco Gutiérrez, para no mencionar sino los primeros que vienen a mi mente entre los de esa estirpe. Desde muy joven en Mario ya existía la vocación de enseñar, no en vano estudió para maestro de primaria en Argentina, su país de nacimiento, aunque no llegó a trabajar en ello sino episódicamente. Quizás le pareció que la educación formal era un ámbito muy limitado, y prefirió por ello la comunicación, que le permitía trascender los muros de la escuela tradicional y enseñar a quienes no tuvieron la oportunidad de acceder a ella.

Había algo de evangelizador en la personalidad de Mario, sobre todo cuando analizamos los trabajos que hizo a lo largo de su vida, que no se limitan a producir y difundir, sino a educar, a promover el pensamiento crítico. Su compromiso con una comunicación liberadora lo llevó a escribir manuales y a dar infinidad de cursos en los que la gente podía aprender a ejercer el derecho a la comunicación sin intermediarios. Su adhesión al Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación (NOMIC) o su metodología para alentar una lectura crítica de los medios, van en ese mismo sentido.

Es importante destacar que todo esto no lo hacía desde las alturas de la academia, sino desde la perspectiva de la base, desde los ojos de quienes están precisamente al margen del pensamiento académico que a veces por muy evolucionado y adelantado deja atrás las necesidades reales de la población. Esa actitud lo lleva a desarrollar el foro-casete en Uruguay y posteriormente en Venezuela, un método sencillo y de bajo costo para convertir en comunicadores a grupos de adultos que hasta entonces no habían tenido acceso a los medios de información, y menos a procesos de comunicación que pudieran fortalecer sus voces, logrando, como apunta Gabriel Kaplún, “generar interlocutores más que meros locutores”.

Virginia Silva Pintos ha escrito un esbozo biográfico que es imprescindible, y Gabriel Kaplún un bello texto sobre Mario, con el título “La calle ancha de la comunicación latinoamericana”, que seleccionamos en la “Antología de Comunicación para el Cambio Social”, para rendir tributo y reconocer los aportes de este querido y recordado pionero.

20 diciembre 2008

Radio local: políticas y legislación

Estuve en La Paz para participar del 19 al 21 de noviembre 2008, en el Seminario Internacional “La Radio Local en América Latina: Políticas y Legislación” en la sede de la Universidad Andina Simón Bolívar, con la participación de quince invitados internacionales especialistas en el tema del evento, y un centenar de participantes bolivianos, entre ellos profesores y estudiantes de comunicación, directores de radios locales y representantes de instituciones de desarrollo.

Hicimos la convocatoria de manera independiente cinco especialistas de la comunicación para el desarrollo en Bolivia: Erick Torrico, Cecilia Quiroga, José Luis Aguirre, Karina Herrera-Miller y Alfonso Gumucio Dagron.


La organización del seminario contó con el apoyo de varias instituciones nacionales e internacionales, en algunos casos con financiamiento y en otros con contribuciones no monetarias: Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), Open Society Foundation (OSI), AVINA, Deutscher Entwicklungsdienst (DED), Friedrich Ebert Stiftung (FES), Centro de Competencia en Comunicación para América Latina (3C), Radio Nederland Wereldomroep (RNW), Cinemateca Boliviana, Universidad Andina Simón Bolivar, Educación Radiofónica de Bolivia (ERBOL), Servicio de Capacitación en Radio de la Universidad Católica Boliviana San Pablo (SECRAD), Plural Editores, Centro Interdisciplinario Boliviano de Estudios de la Comunicación (CIBEC), y Embajada de Dinamarca en Bolivia.

Durante el evento se realizaron dos actividades paralelas principales: un ciclo de películas documentales sobre radios locales de varias regiones del mundo, que se desarrolló durante una semana en la Cinemateca Boliviana; y el lanzamiento de la edición en castellano de la “Antología de Comunicación para el Cambio Social: Lecturas Históricas y Contemporáneas”, que tuvo lugar en la librería de Plural Editores.

A cada uno de los participantes internacionales y nacionales se les hizo entrega en la clausura de un "ekeko de la comunicación", especialmente diseñado para el evento. Es la primera vez que se hace en Bolivia un ekeko alusivo a un campo de trabajo especializado.

En base a las recomendaciones de las mesas de trabajo, una comisión redactora preparó el documento final “Carta de La Paz”, que fue leída en la sesión de clausura en presencia del Senador de la República Antonio Peredo Leigue.


14 diciembre 2008

La Antologia, ahora en Bolivia

Fue una reunión de amigos. Hicimos el segundo lanzamiento –después de México en octubre pasado- de la “Antología de Comunicación para el Cambio Social” en La Paz (Bolivia) en el marco del Seminario Internacional Radio Local en América Latina: Políticas y Legislación, el 20 de noviembre 2008 en la librería de Plural Editores. Donde mejor, puesto que Plural hizo la bella edición del libro, que supera con creces la edición en inglés que se hizo dos años antes en Estados Unidos.

Carlos D Mesa, autor del prólogo, hizo la presentación del libro, junto a Luis Ramiro Beltrán, pionero de la comunicación para el desarrollo en América Latina. Logramos que mi colega Thomas Tufte pudiera venir desde Dinamarca y también estaban algunos de los autores incluidos en el libro: Erick Torrico (Bolivia), Rosa María Alfaro (Perú) y Cicilia Peruzzo (Brasil).

Carlos se refirió a la obra indicando que el título de la obra es limitante, porque su contenido abarca un esfuerzo mucho más amplio: “Podríamos decir que esta es una antología universal de la comunicación, porque contiene mucho más que lo específico a la comunicación para el desarrollo. (…) Este es un libro de características mundiales, pues es lo más completo, lo más exhaustivo y sobre todo lo más riguroso en la medida en que recopila e interpreta el pensamiento sobre comunicación para el desarrollo desde que el criterio nace en la década de los años 1950s, hasta hoy”.

Durante su intervención, Luis Ramiro expresó: “El arreglo de los textos en una parte de diversos escritos considerados históricos y otra de escritos contemporáneos nos facilita la lectura y nos permite compenetrarnos de la evolución de la disciplina así como nutrirnos de ideas pioneras tanto como de las actuales. Al mismo tiempo, podremos comparar los aportes registrados entre continentes y dentro de nuestra región. (…) ¿Se podría pedir más? Pensemos en la ventaja que todo ello brinda a maestros y estudiantes de la especialidad así como a investigadores e historiadores de ella.”

Entregar el libro en Bolivia tiene para mi particular significado, por algo que también dijo Carlos D. Mesa: "...la nacionalidad de Moro, esté donde esté y trotamundos como es, sigue siendo la nacionalidad boliviana".

08 diciembre 2008

La quema del Diablo

Al caer la noche el domingo 7 de diciembre quemaron al diablo. A las seis de la tarde, exactamente, cuando los volcanes se ponían rojos en contraste con el cielo azul oscuro del anochecer, empezaron a sonar petardos en mil lugares simultáneamente, y las columnas de humo se alzaron sobre las ciudades.

La quema del diablo es una de las tradiciones de Guatemala que he venido siguiendo desde 1997. Cada año, en Antigua, fotografío el diablo hecho de cartón, relleno de cohetes y pintado de colores pastel, de tal manera que en lugar de susto provoca simpatía. El diablo de Antigua es “el” diablo, es decir, el más emblemático entre los miles que se queman esa noche. Los miles son baratos, se compran en cualquier esquina por cuatro pesos, y son todos parecidos: rojos con la capa y los cachos negros. No tienen mayor gracia.

La costumbre se remonta a épocas coloniales, cuando Antigua era la gran ciudad, la Capitanía General Santiago de Guatemala o Santiago de los Caballeros, desde la que se regían los destinos de todo Mesoamérica. Al igual que en San Juan en Bolivia (y coincide en lo de las fogatas porque diciembre es el mes más frío en Guatemala) las familias queman los trastos viejos entre los que el diablo suele esconderse, para echarlo de las casas. Desde 1776 cuando se fundó Antigua a los pies del Volcán Agua, las procesiones nocturnas de la Virgen de la Concepción se hacían iluminadas por las fogatas que se hacían frente a las casas.

El diablo de Antigua, pintado en colores vivos, es una obra de artesanía popular, y cada año puntualmente está esperando la hora de su suerte en esa pequeña plaza frente al convento de la Concepción. De eso se trata la tradición, de la lucha entre el bien y el mal, en este caso el bien es la virgen de la concepción y el mal el diablo. Hay que aclararlo, porque la virgen representa una iglesia que vino a América Latina, como a otras partes del mundo, a destruir la cultura y la religiosidad que ya existía. La iglesia católica vino a tierras mayas a quemar los maravillosos códices donde se había escrito la historia de esta maravillosa civilización, y vino a destruir los rostros de las estelas, los grabados de los altares, y los templos extraordinarios.

El diablo, él, no destruyó nada. Parece que solamente los católicos lo conocían, de ahí que ha sido incorporado de manera ambigua en las tradiciones. Se lo quema para purificar, pero de alguna manera se le rinde también tributo, como al “tío” en las minas de Bolivia, o el “judas” –costumbre española- que se quema en México en Semana Santa, en Uruguay el 31 de diciembre, en Venezuela y Panamá y otros países de la región el domingo de Resurrección, como manifestación del sincretismo religioso.

El próximo año estaré en la quema del judas en México, este año me despido del diablo y de Antigua, Patrimonio de la Humanidad (UNESCO 1965), lo cual explica esta nota.

04 diciembre 2008

Werner Guttentag (1919-2008)

A los 88 años de edad ha fallecido en Cochabamba el 2 de diciembre don Werner Guttentag, editor pionero, fundador de “Los Amigos del Libro” que durante varias décadas fue la más importante casa editorial de Bolivia. De origen alemán, nacido en Breslau (que hoy es parte de Polonia con el nombre de Wroclaw), don Werner vino a Bolivia en 1939, cuando era un jovenzuelo que no había cumplido todavía 20 años de edad. Venía huyendo del horror nazi, como tantos otros ciudadanos de origen judío.

Guttentag –que en alemán quiere decir “buenas tardes”- tenía un sueño: fundar una librería y “vivir rodeado de libros”; lo logró finalmente en 1945. Poco después y gracias a su asociación con el escritor Jesús Lara, se convirtió en editor.

Mi relación con don Werner data de unos treinta años, en realidad desde la primera edición de mi libro, “Provocaciones”, que se publicó con el sello de “Los Amigos del Libro” en 1977, aunque en realidad fue una iniciativa de mi primo hermano Mariano Baptista Gumucio y se imprimió en los talleres del vespertino Ultima Hora. Esa modesta edición tuvo obviamente una importancia enorme en mi quehacer literario por tratarse de mi primera obra.

En 1980 yo tenía ya lista mi “Historia del Cine Boliviano”, la primera en su género, cuando se produjo el golpe militar de García Meza y tuve que esconderme y luego asilarme. La obra se iba a publicar en la colección Biblioteca Boliviana de Los Amigos del Libro, junto a otros ensayos fundamentales sobre la realidad boliviana. Esa colección fue sin duda una de las grandes ideas que tuvo don Werner, con el concurso de Hector Cossío Salinas, su gran aliado entre los estudiosos de la cultura nacional. La presencia de Don Werner en las ferias internacionales del libro, hizo que la literatura boliviana saliera de su cueva en las montañas andinas.

A raíz del golpe, corregí las pruebas de galera (sí, todavía se imprimían los libros con plomo) en el asilo de la Embajada de México en Obrajes, y allí recibí la visita del señor Flores -que trabajaba con Guttentag- para pedirme que eliminara los párrafos que hacían alusión a Marcelo Quiroga Santa Cruz, asesinado semanas antes en la sede de la Central Obrera Boliviana. Obviamente, me negué a alterar el texto y por ello el libro se publicó recién en octubre de 1982, cuando se acabó la dictadura militar que iba a durar “veinte años”, según habían anunciado con prepotencia los golpistas. Antes, ese mismo año, salió en México la edición de la Filmoteca de la UNAM. O sea, esa historia del cine tuvo dos ediciones simultáneas.

Hasta ahí mi relación editorial con “Los Amigos del Libro”, pero la relación personal con don Werner se mantuvo a través del tiempo. La última vez que lo vi fue en Cochabamba, el 15 de abril del 2001, cuando Gaby Vallejo tuvo la feliz iniciativa de juntar a algunos escritores de esa ciudad para reunirse conmigo en una cena. Aunque me habían dicho que don Werner estaba enfermo, lo encontré bien, rodeado de tantos autores que fueron publicados por su sello editorial.



Werner Guttentag con el escritor Raul Teixido

20 noviembre 2008

Warikasaya

“¿Tienes algún texto sobre el tigre o sus alrededores?” Sin ser stronguista, ni fanático espectador de fútbol, no podía dejar de lado la provocación que me hizo Ricardo Bajo –un vasco radicado en Bolivia- en un breve mensaje el 11 de agosto pasado. Me encontraba entonces en Ghana en el congreso de OurMedia y solamente atiné a responder: “No tengo, pero es un desafío bonito para escribir algo. ¿Cuales son los plazos?”. Dos semanas…, respondió.

No soy tan aficionado al fútbol como par a ver un partido completo, ni siquiera en la televisión, pero en mi vida he visto unos pocos en vivo, cuando era adolescente y venía alguna vez el Dr. Paz Estenssoro para llevarme al palco presidencial del Estadio Hernando Siles (quizás el único estadio que conozco). En el Cadillac negro blindado que entonces era el vehículo presidencial (¿donde estará?) se podía desdoblar un taburete en el que yo me sentaba frente al entonces presidente de Bolivia.

Por lo demás, me gusta ver en la televisión los goles creativos, y en los mundiales me he pegado alguna vez a un partido interesante, sobre todo cuando juegan equipos latinoamericanos. Eso sí, me gustaba jugar fútbol más que mirarlo, y era del equipo del colegio, como lo era también del equipo de atletismo y de algún otro deporte.

Entonces, al regresar de Ghana pude en el avión escribir unas cuantas líneas y definir el tema del cuento: recordé el accidente que sufrió un avión del LAB, varias décadas atrás, en el que murió el equipo completo de The Strongest y además el director de mi colegio, el James O’Connor, un bonachón cura canadiense.

No recordaba los detalles, de modo que chateando con Carlos Mesa, uno de los grandes conocedores del fútbol boliviano, le pregunté sobre el accidente. A vuelta de chat y sin mediar un minuto me dio, de memoria, todos los detalles: los nombres de los jugadores, del entrenador, el partido que acababan de jugar en Santa Cruz, y la fecha exacta, que fue la del golpe de Ovando, lo cual permitía relacionar el accidente con el tema político. Ante tanta información le dije a Carlos: “Ese cuento deberías escribirlo tú…” A lo cual respondió: “¿Por qué no lo escribimos juntos?”.

Y así fue, lo escribimos a cuatro manos, en sucesivos intercambios de correo, mientras Ricardo Bajo se ponía nervioso y me bombardeaba con mensajes titulados “el cuento porfa!!!!!!!!!!” Al final, cuando se lo enviamos, tituló otro de sus mensajes: “espectacular!!!!!” Se ve que Bajo es un hombre altamente entusiasta.

Fue en todo caso su empuje y su persistencia que lograron reunir entre las dos tapas de Wariskaya: Cuentos Stronguistas a 31 autores, de los cuales solamente tenía 11 cuando me escribió en agosto. Entre los cuentistas están notorios stronguistas como Pedro Susz, Homero Carvalho y pero también otros escritores que, o no son de The Strongest como mi co-autor Carlos Mesa que es del Always Ready y del Real Madrid, o ajenos al tema como yo mismo, que lo hice por amor a la literatura antes que al fútbol. El libro se presentó en La Paz el viernes 26 de septiembre 2008, fecha emblemática para los atigrados y para la historia del país.

10 noviembre 2008

Fighting Poverty

Se ha publicado hace pocos meses -con casi dos años de retraso- un libro que bajo el título de “Fighting Poverty: Utilizing Community Media in a Digital Age” (“Combatiendo la Pobreza: El uso de los medios comunitarios en la era digital”) recoge las intervenciones (o más bien artículos desarrollados después) que se hicieron en la mesa redonda sobre radio comunitaria que tuvo lugar en el marco del Congreso Mundial de Comunicación para el Desarrollo (WCCD, por sus siglas en inglés), en Roma, el 25 de octubre de 2006, en la que me tocó participar en representación del Consorcio de Comunicación para el Cambio Social.

La mesa redonda interactiva (porque se transmitió en vivo a Bush Radio en Sudáfrica fue coordinada y facilitada por mi colega James Deane (the “real one”, como yo le digo), y permitió reunir a una veintena de colegas de todo el mundo, que han trabajado en temas de radio participativa y desarrollo en Asia, África y América Latina, entre ellos Bruce Girard, Grace Githaiga, Marcelo Solervicens, Fatoumata Sow, Kunda Dixit, Raghu Mainali, Wijayananda Jayaweera y otros; aunque solamente los mencionados, además del que escribe, tenemos un capítulo en el libro.

El libro ha sido editado por los organizadores de la mesa redonda, AMARC, UNESCO y SDC (la cooperación suiza) en colaboración con el Consorcio de Comunicación para el Cambio Social. Con 78 páginas y un CD-ROM adjunto -que contiene la grabación de la mesa redonda, tres videos cortos de Nepal, India y Bangladesh y el libro completo- es una edición discreta y con algunas erratas (mi segundo apellido, por ejemplo), pero tiene la ventaja de estar disponible gratis en la red. Se puede bajar el libro completo en PDF o leer los capítulos en línea. Contribuí con 20 fotografías de las 35 del libro (pobremente reproducidas) y un texto sobre la radio comunitaria en América Latina, que puede ser leído aquí.

05 noviembre 2008

Civic Driven Change

Los últimos meses han sido intensos y el cansancio se compensa con una serie de resultados que han ido saliendo a la luz y de los que voy dando cuenta en este blog.

Una de esas actividades es la iniciativa de Kees Biekart y Alan Fowler, Civic Driven Change, apoyada por el Instituto Social Studies (ISS) de La Haya, formidable institución de estudios sociales que dirige Louk de la Rive Box. Con Alan y con Louk compartimos responsabilidades en el directorio internacional de la organización de cooperación holandesa PSO, y es a raíz de esa relación que fui invitado a participar en este proyecto que se inscribe en mis objetivos profesionales y en mis reflexiones sobre el desarrollo y el cambio social.

Civic Driven Change (Cambio Dirigido Cívicamente no es muy buena traducción, pero ni modo) es un proceso de diálogo y de investigación que empezó en enero de 2008, pero al que fui invitado recién en agosto, cuando me encontraba en Ghana en la reunión de Our Media. Me puse manos a la obra y el resultado es mi capítulo “Six Degrees and Butterflies: Communication, Citizenship and Change” que puede ser bajado en PDF al igual que los otros capítulos del libro, escritos por Evelina Dagnino, Philomena Mwaura, Nilda Bullain, Shirin Rai, Harry Boyte, Rajesh Tandon y Teivo Teivainen, autores de Brasil, Kenya, Hungría, India, Estados Unidos y Finlandia.

Durante la tercera semana de octubre nos reunimos en La Haya en el marco de un seminario en el ISS para presentar el libro a la comunidad de agencias de cooperación de Holanda, que incluye las agencias que apoyan programas de desarrollo en países del Tercer Mundo. Durante el seminario en el que participaron más de 200 personas, los autores tuvimos la tarea de facilitar talleres de diálogo con diez a doce representantes de ONGs holandesas en cada grupo, para presentar y debatir los temas de cada uno de los capítulos del libro.


01 noviembre 2008

Comunicación y Cambio Climático

En pisa y corre participé el lunes 13 de octubre en el Seminario de Educación, Capacitación y Comunicación para el Desarrollo Sustentable en Condiciones de Cambio Climático, que organizó la UNESCO en coordinación con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAP) de México.

Aunque el evento duraba tres días, hasta el miércoles 15 de octubre, no pude quedarme pues tuve que viajar a Holanda inmediatamente después de concluir la presentación de mi ponencia: “Políticas y participación: más allá de los mensajes”.

El resto del nutrido programa incluyó otras conferencias magistrales (de Jorge Grandi, de Celso Schenkel, y de José Sarukhán), así como varios paneles sobre temas de cambio climático y medio ambiente y mesas de trabajo donde participaron especialistas de numerosas instituciones.

Todo esto sucedió en Casa Tlalpan, la sede de la Academia Mexicana de Ciencias, en el kilómetro 23 de la carretera a Cuernavaca. La historia del lugar es interesante: fue una de las propiedades del jefe de la policía mexicana, el “Negro” Durazo, a principios los años 1980s, bajo la presidencia de López Portillo (1976-1982). El corrupto funcionario policiaco que más tarde fue a parar a la cárcel, invirtió seis millones de dólares para dotar a esta propiedad de 11 hectáreas, de caballerizas, hipódromo, galgódromo, helipuerto, lagunas artificiales y hasta una discoteca.


19 octubre 2008

La Antología, en castellano

Ya parió la burra, como se dice en el lenguaje popular, y el resultado es un “mataburros’ impresionante: la “Antología de Comunicación para el Cambio Social: Lecturas Históricas y Contemporáneas”. Hace dos años el Consorcio de Comunicación para el Cambio Social publicó en inglés esta obra en la que trabajé durante tres años con Thomas Tufte como colaborador, “Communication for Social Change Anthology”, un libro de tapas rojas y 1060 páginas. El lanzamiento mundial se hizo entonces en Roma, en octubre del 2006 en el marco del Congreso Mundial de Comunicación para el Desarrollo, el momento más idóneo ya que en ese congreso se dieron cita más de mil especialistas de la comunicación para el desarrollo de todo el mundo.

Dos años más tarde, es decir ahora, hicimos el viernes 10 de octubre el lanzamiento de la edición en castellano en el marco del IX Congreso de la Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación (ALAIC) en México, también la reunión más importante de especialistas de la comunicación de nuestra región, tanto más que ALAIC celebraba sus 30 años de vida. Mi colega Thomas Tufte pudo llegar desde Dinamarca, y contamos con la participación de otros autores incluidos en el libro: José Márques de Melo, Jesús Galindo, Cecilia Peruzzo, Rosa María Alfaro, José Cisneros, Gabriel Kaplún, Erick Torrico…


No me cabe duda de que la edición en castellano de nuestro libro supera con creces a la versión en inglés, pues incluye varios autores que habían quedado fuera injustamente, así como artículos más completos. La traducción de los textos del inglés al castellano estuvo a cargo de Bertha Pancorvo, de Perú, excelente profesional y amiga, y la revisión minuciosa de la obra -no una sino varias veces- estuvo bajo la responsabilidad de otra querida amiga, Alejandra Adoum, de Ecuador.

La impresión se hizo esta vez en la Editorial Plural, en La Paz (Bolivia), y es magnífica, cosida con hilo, en excelente papel, tapas duras y una hermosa portada. En sus 1414 páginas la Antología incluye una selección de 200 textos de 150 autores. Lo digo sin empacho: no existe otro libro de esta naturaleza en el mundo. La distribución de la Antología se hará solamente por Internet, ya sea a través de la página web del Consorcio o de Amazon. Yo espero que todas las facultades de comunicación de América Latina y de España adquieran ejemplares para sus bibliotecas, pero también los comunicadores para el desarrollo y el cambio social, para quienes la Antología constituye un instrumento de apoyo a su trabajo y a su reflexión.

Nunca le había dedicado tanto tiempo y esfuerzo a una obra, como a esta. Entre la edición en inglés y la de castellano, invertí cinco años. Hubo momentos en que ya no quería ver el libro, y tenía pesadillas con él. Por eso ahora que ya tiene vida propia me siento más relajado y dispuesto a otras aventuras aunque no tengo la menor intención de embarcarme de nuevo en un proyecto tan ambicioso.



15 octubre 2008

Canale 1 (¿o 2?)

Valió la pena esperar el número 1 de Canalé, la revista de la Facultad de Ciencias y Artes de la Comunicación, de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Largo todo lo anterior, por eso uno agradece la simplicidad de ese nombre, Canalé. Y este en realidad debió ser el número 2, porque el anterior, que llevaba el número 0, no tenía nada de provisional. La revista la dirige Hugo Aguirre, y en el Consejo Editorial están Luis Peirano, Fernando Roca y Rómulo Franco.

En este número colaboran Rafael Roncagliolo, Omar Tupier, Ligia Calderón, Alexia de Almenara, Mario Acunzo, Claudio Zavala, Mariano Martínez… entre otros. También hay un texto mío, “El Mundo no Alcanza; Comunicación Sostenible para un Desarrollo Sostenible”, que presenté en el Congreso Mundial de Comunicación para el Desarrollo, en Roma, octubre del 2006.

09 octubre 2008

Sexualidad y Literatura

El logo del XII Encuentro Internacional de Escritores es delicado y sugerente: en el título del evento -“Sexualidad y Literatura”- destaca en rojo la “x” femenina y en verde la “y” masculina, y los mismos colores brillan en un chile de árbol, picoso y travieso como las ponencias que fueron presentadas en el encuentro y los poemas leídos por 38 escritores de una docena de países. Cuando pregunté a Leticia Herrera, artífice del evento, quien era el ingenioso diseñador del logo, sonrió un poco avergonzada: era ella.

Leticia, además escribir poesía y hacer periodismo, es Directora de Literatura del Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León (CONARTE), y tiene bajo su responsabilidad este evento desde hace varios años. Me explica que para seleccionar a los escritores invitados, convocan democráticamente a los escritores de Monterrey para que ellos sugieran los nombres. Alguien sugirió el mío probablemente a raíz de “La Máscara del Gorila”, testimonio que fue premiado en México el año 1982.

La estrella del encuentro fue Fernando Arrabal, uno de los principales autores del “teatro del absurdo”, con más de cien obras en su haber y películas tan emblemáticas como “Viva la muerte”, “El Árbol de Guernica”, o “Caminaré como un caballo loco”. Le recordé a Arrabal que habíamos conversado hacia 1973 o 1974 en un gran evento anti-franquista, “Six heures pour l’Espagne”, con la participación de lujo –si mal no recuerdo- de Georges Moustaki, Theodorakis, Barbara, entre otros.

Arrabal concitó la atención del público regiomontano y de todos los participantes en el congreso. Dio lectura a sus versos sobre el clítoris, y lo hizo de manera divertida, burlándose de sí mismo. A sus 76 años Arrabal mantiene la vena provocadora que lo hizo célebre.

El chileno Raúl Zurita fue grave y profundo. Zurita es un poeta que habla del dolor con sinceridad conmovedora. Ha superado las veleidades acrobáticas que le hicieron escribir sobre el cielo de New York (mediante aviones que expulsaban humo blanco) uno de sus poemas: “La Vida Nueva”. Es un hombre sencillo y discreto en su comportamiento, con una sonrisa generosa aunque distante, pero en la lectura de sus poemas libera una fuerte carga de emociones de desgarramiento y dolor.

Entre los mexicanos la presencia de Dolores Castro fue una de las más apreciadas, pues a sus 86 años mantiene esa juventud de espíritu que le permite dialogar con poetas más jóvenes sobre el tema de la sexualidad y la literatura. De Brasil llegó Ledo Ivo, otro gran poeta latinoamericano cuya obra poética acaba de ser traducida al castellano por el argentino Rodolfo Alonso, también presente, uno de los traductores latinoamericanos más importantes.

Cada uno de los poetas invitados tenía dos participaciones durante el evento: una lectura de poemas y la presentación de una ponencia. En mi ponencia rescaté a autores pioneros de una expresión directa, descarnada y picaresca como Pietro Aretino (1492-1556) y Restif de la Bretonne (1734-1806), aquel editor que desafiaba a la ley todos los días, imprimiendo libros prohibidos. Terminé mi ponencia con una imagen emblemática: el cuadro de Courbet “El Origen del Mundo”.

05 octubre 2008

Dorngwam

La aldea de Dorngwam, en el distrito de Ada cercano a la frontera con Togo, es una de las comunidades en el área de influencia de Radio Ada, la primera radio comunitaria de Ghana. Nos reciben los ancianos de la comunidad y los grupos de mujeres, mientras alrededor decenas de niños revolotean como mariposas. Bajo la copa generosa de un gran árbol nos reunimos todos en círculo mientras los reporteros de Radio Ada preparan sus grabadoras y micrófonos: hoy grabarán entrevistas sobre la situación de pobreza de la zona, y la poca atención que prestan las autoridades.

Para encender el diálogo con los ancianos lanzo una pregunta provocadora a través de Kofi Larweh, director de Radio Ada, que hace las veces de traductor: “Me han dicho que Radio Ada no está realmente ayudando a las comunidades, ¿es cierto?” La respuestas no se hacen esperar, casi a coro me dicen que eso es mentira, algunos un poco molestos y otros entendiendo el sentido amigable de mi provocación.

Me dicen cuan importante ha sido Radio Ada para ellos, cómo los ha representado y ha hecho sentir sus voces. Afirman que Radio Ada defiende sus derechos y además contribuye en el dialogo entre las comunidades y con las autoridades, poniendo a estas últimas frente a sus responsabilidades. Y añaden la importancia de Radio Ada como promotora de la lengua y la cultura local. Esto no es sino un apretado resumen de sus intervenciones.

Luego, los reporteros y reporteras de Radio Ada comienzan su trabajo de grabar entrevistas. Uno tras otros, los ancianos y las mujeres toman el micrófono para decir cuales son los problemas y lo que esperan de las autoridades.

Las mujeres participan activamente en las entrevistas, mientras los hombres escuchan con cautela lo que ellas tienen que decir, por ejemplo: “Somos pobres porque a veces nos compramos vestidos finos, y también porque compramos los pescados más grandes para los hombres”. Los demás ríen, es parte del juego hacer públicas incluso las demandas que atañen a las relaciones internas de la comunidad. La radio es un interlocutor que valida las expresiones.

Mientras hablan me acerco a los niños, siempre optimistas, siempre juguetones. Pienso en las imágenes de miseria que se proyectan de las aldeas africanas en los medios masivos. Y es cierto, hay pobreza, pero hay también humor, hay esperanza y hay alegría. Las cosas no son en blanco y negro, deprimentemente grises. Por el contrario, los colores abundan, y los ojos brillan de ingenio y perspicacia.

Nos despedimos con una palabra que todos los que hablan dangme entienden: niepeno (gracias).

30 septiembre 2008

Ada Foah

La frontera con Togo está a pocos kilómetros, pero para llegar a ella hay que tomar un ferry que atraviesa la desembocadura del Río Volta, que vierte las aguas que arrastra desde Mali y Burkina Faso en Ada Foah, lugar que marca la separación entre el Golfo de Guinea (hacia el este) y el Océano Atlántico (hacia el oeste).

“Ada Foah” es la deformación de Ada Fort, pues en esta punta de arena hubo alguna vez un fuerte. Hoy hay algunas casas lujosas, y balnearios para gente con recursos. El paisaje al atardecer es apacible, los colores saturan el escenario natural, a uno lo invade una sensación de paz.

La desembocadura del Río Volta es también apacible, ningún rumor de agua, tan solo un espejo pulido y tranquilo.

Ada tuvo importancia estratégica por su posición con relación al Río Volta. En su momento fue un imperio que cubría un territorio de 20 mil kilómetros cuadrados. Pero la influencia de los reyes (matse) de Ada fue cada vez menor y aunque siguen existiendo (el más reciente fue entronizado en 1977), su rol es simplemente simbólico.

El Río Volta con sus tres brazos -el Volta Negro, el Volta Blanco y el Volta Rojo- dibuja un entramado de curvas que tocan varios países del oeste de África –Mali, Burkina faso, Costa de Marfil, Togo- antes de converger en Ghana donde tiene su cauce más caudaloso y desaparecer en el Golfo de Guinea. Al mirar en el atardecer las aguas tranquilas del Río Volta recuerdo haber estado en los márgenes del mismo río en otra latitud, en Dédougou (Burkina Faso) a fines de los 1980s. Pero no son las mismas aguas, por supuesto, mucho tiempo ya ha pasado en la vida de uno. Y el río no se detiene.

25 septiembre 2008

Radio punto com

Estuve en la 7a Bienal Internacional de Radio que tuvo lugar en México D.F. del 8 al 12 de septiembre, en el Centro Nacional de las Artes, un inmenso complejo de edificios dedicados a los estudios y a la promoción de las artes. El lugar es emblemático porque allí estaba la gran Cineteca Nacional que se incendió el 24 de marzo de 1982, cuando yo vivía allá. Una gran hoguera se llevó al olvido siete mil películas que estaban en las bóvedas; con los años, se pudo recuperar unas cinco mil, pero dos mil se perdieron irremediablemente.


Sin embargo, ahora el motivo para estar en el Centro Nacional de las Artes no podía ser más estimulante: celebrar los 40 años de emisiones sin interrupción de Radio Educación, entidad organizadora de la bienal. Para quienes no lo saben Radio Educación es uno de los ejemplos más elocuentes de la radio pública en América Latina, un modelo desde todo punto de vista. El Estado mexicano ha apoyado durante cuatro décadas esta propuesta educativa y cultural del más alto nivel, demostrando que la radio no solo no ha sido desplazada por la televisión, sino que sigue siendo un instrumento de afirmación de la identidad nacional.

“La historia de la radio en México no se entiende sin Radio Educación”, dijo Virginia Bello, Directora General de la emisora, en sus palabras de inauguración de la 7ª Bienal Internacional, que fue transmitida en vivo y en directo por satélite, a través de las frecuencias de Radio Educación y de sus páginas web.

La 7ª Bienal Internacional tuvo por tema “La radio de cara al futuro: el impacto de la convergencia tecnológica”, para analizar los desafíos de la convergencia digital y el impacto de las nuevas normas que será adoptadas en los próximos años. Las cinco mesas de panelistas abordaron las perspectivas de la radio en México, la era de la convergencia tecnológica, las audiencias y los nuevos hábitos de consumo de radio en la era digital, las tendencias de la programación y las nuevas interactividades y recursos tecnológicos. A mí me tocó hablar de los “Retos y oportunidades de la convergencia tecnológica pública y comunitaria” en la Mesa 4, junto a colegas de España, Italia, Alemania y México.

En paralelo a la 7ª Bienal se desarrolló el concurso de producción radiofónica, que este año en sus nueve categorías recibió 712 trabajos provenientes de 16 países. Además, todas las tardes se impartieron talleres sobre diversos aspectos del periodismo radiofónico, uno de ellos dictado por el boliviano Alberto Souviron, director de la página web de BBC Mundo.

Tuve la oportunidad de conversar con colegas que han reflexionado y escrito seriamente sobre estos temas, como Mariano Cebrián, José Zepeda, Gabriel Sosa Plata, Arturo Merayo, Carlos Rivadeneyra, Aleida Calleja, Carlos Plascencia Fabila, entre otros. Me dio mucho gusto conocer a Elfego Riveros, director de Radio Teocelo, la primera y más antigua radio comunitaria de México.

La noche de la inauguración del evento, nos llevaron a cenar al Castillo de Chapultepec, un lugar no solamente emblemático porque fue residencia del Emperador Maximiliano hasta su fusilamiento y luego de Porfirio Díaz, sino porque es un lugar hermoso en medio del bosque más extenso de Ciudad de México. Fue un privilegio asistir a esa cena, deliciosa, acompañada por un grupo de cámara que interpretó composiciones mexicanas de época. El Castillo de Chapultepec se abre de noche en muy contadas ocasiones, sólo para eventos especiales.