Machado, por Amparo Climent |
De mis siete años de vida en París me quedan
muchas cosas, todas buenas, y entre ellas las canciones de Jean Ferrat, muy poco conocido
fuera de Francia a pesar de su voz profunda y de los innumerables poemas que
convirtió en música. Uno de esos, “Los poetas”, del escritor comunista Louis Aragon, es un homenaje a Antonio Machado, el poeta republicano español cuyos restos descansan en el
pequeño cementerio de Colliure, en territorio francés, donde murió exiliado. Es un bello poema y una
bella canción.
Machado duerme
en Colliure
Tres pasos bastaron fuera de España
el cielo para él se hizo pesado
se sentó en este campo
y cerró los ojos para siempre
Tres pasos bastaron fuera de España
el cielo para él se hizo pesado
se sentó en este campo
y cerró los ojos para siempre
La tumba de Machado en Colliure |
Entre mis antigüedades memoriosas aparece
una foto de la visita que hice a la tumba de Machado en Colliure, allá por 1974
o 1975 (parece, por la pinta que tengo). Colliure es un pequeño pueblo pesquero
al sur de Perpiñán y a solo veinte kilómetros de la frontera de España. Allí llegó
Antonio Machado huyendo del fascismo, sobrevivió ese exilio apenas 25 días ya que
murió el 28 de febrero de 1939, a los 63 años de edad. Allí está enterrado desde entonces el poeta que
todos, hasta los más despistados, conocen por sus versos:
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Se humedecen mis ojos cada vez que
escucho “Cantares”, la canción de Joan Manuel Serrat que retoma esos versos y
añade varios propios y otros de Proverbios
y cantares. Algo inédito: la canción de Serrat estuvo en primer lugar en la
lista de éxitos cuando salió en 1969, un sitial que generalmente ocupan
canciones frívolas y poco interesantes.
Con Machado en Baeza, 2010 |
Este 26 de julio se cumplen 140 años del
nacimiento de Machado. Hace un par de semanas estuve en Sevilla y no encontré
el monumento que su ciudad natal iba a inaugurar recién en febrero de 2014 para
rendirle homenaje. Se anunció con bombo y platillo incluso el lugar donde iba a colocarse la obra de Julio López Hernández: los jardines del Palacio de Dueñas donde el poeta nació en 1875. Pero sucede que ese palacio pertenece a la Casa de Alba y la famosa duquesa de las cirugías no apoyaba la idea "por el momento" (hace un año).
La escultura existe desde 1991, hay fotos de ella y se ha exhibido en museos, pero los espacios
públicos de Sevilla se resisten a recibirla. Largo olvido que prueba que el
franquismo depredador dejó hondas huellas hasta ahora en esa ciudad de Andalucía.
En cambio en Baeza, donde estuve en 2010,
encontré a Machado en bronce, leyendo tranquilo en una calle de la pequeña
ciudad en la que dictó clases de francés durante siete años, y donde no fue muy
feliz, según sus propias palabras.
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Machado dort à Collioure
Trois pas suffirent hors d’Espagne
Que le ciel pour lui se fît lourd
Il s’assit dans cette campagne
Et ferma les yeux pour toujours.
—Louis
Aragon