Hace mucho tiempo que quiero comentar el
libro Comunicación y Desarrollo: Prácticas
comunicativas y empoderamiento local, coordinado por Francisco Sierra
Caballero y Marcelo Martínez Hermida, pero en esta bitácora que quiere ser
memoriosa siempre surge algún hecho que se antepone, urgente o inmediato, un
gran dolor o una alegría cuya sorpresa posterga todo lo demás.
A fines de 2013 (con motivo del congreso
de IBERCOM) hice a mi manera una peregrinación a Santiago de Compostela para
recoger de manos de Marcelo, uno de los autores, algunos ejemplares de este
libro de 430 páginas, publicado por Gedisa (Barcelona) y del cual soy parte
junto a otros colegas que también contribuyeron con textos. Hace meses que
tengo el libro a mi vera y que me entretengo ojeando y hojeando sus páginas. Es
hora entonces de decir algo sobre él.
Paco y Marcelo han realizado un trabajo
formidable poniendo lado a lado catorce textos sobre comunicación que me
parecen de notable importancia, y no lo digo porque el mío “Comunicación y
cambio social: raíces ideológicas y horizontes teóricos” sea el primero que
aparece publicado en el libro. En esa misma sección dedicada a “repensar las
mediaciones” y “las nuevas fronteras del conocimiento”, aparecen otros cuatro
textos: una revisión de bibliografía institucional por Carlos del Valle
(Chile), un interesante análisis de César Bolaño (Brasil) sobre el concepto de
cultura en Celso Furtado, una reflexión de Gustavo Cimadevilla (Argentina)
sobre el campo de estudio de la comunicación para el desarrollo y una revisión
de la comunicación para el cambio social de cara a los procesos participativos
de la primavera árabe, de mi colega Thomas Tufte (Dinamarca).
Todos ellos abordan cuestiones teóricas
fundamentales que atañen a nuestra disciplina en construcción. Hay quienes dicen
que es solamente un campo de estudio cruzado por variables interdisciplinarias y quienes afirmamos que ya es una disciplina que a lo largo de las últimas
décadas ha logrado constituir un cuerpo teórico propio de importancia.
Como todo libro académico que se respete,
este nos ofrece además de la teoría una sección de textos sobre metodologías y
estrategias de intervención y al final otra sección con experiencias, mal
llamadas “buenas prácticas” (como si de las experiencias fallidas no
aprendiéramos nada).
con Francisco Sierra en el Congreso de FELAFACS, La Habana 2009 |
La perspectiva general de los textos
contribuye a liquidar de una vez por todas esa visión instrumental que asimila
la comunicación a la información. Aquí
queda claro, página tras página, que no estamos hablando de medios y de
mensajes, sino de procesos de comunicación y de participación social.
El “Análisis de redes y enfoque sistémico
crítico” de Francisco Sierra y Daniela Favaro Garrossini abre la segunda
sección con una estimulante perspectiva crítica sobre las “formas distribuidas
y descentralizadas de cooperación” que utilizan las redes digitales para
posicionarse epistemológicamente de cara a los problemas complejos. Los modelos
autogestionarios de articulación con fines políticos, sociales o culturales
constituyen un terreno de estudio que cambia incesantemente no solamente por la
evolución vertiginosa de las nuevas tecnologías de la información y de la
comunicación, sino por el propio rediseño continuo de las redes virtuales.
No podría estar más de acuerdo con los
autores cuando afirman que “el reto de la cultura digital en la era de la
conectividad global es pasar de una concepción reactiva de los procesos de
participación fundados en prácticas ocasionales y de protesta al diseño de
planes estratégicos y procesos de agenciamiento
basados en una concepción integral de los sistemas complejos de información”.
Las experiencias seleccionadas por los
autores de la tercera sección del libro, todas emblemáticas en su contexto
de origen y en su conjunto, ofrecen un panorama enriquecedor sobre el poder de
la participación en los procesos de comunicación y cambio social.
Las cinco experiencias de radios urbanas
y rurales de Argentina, Uruguay, Bolivia y México que Amparo Cadavid analiza
con mucho conocimiento de causa, son ejemplos de un continente donde cerca de
diez mil emisoras locales, barriales y rurales cumplen la función de
reconstruir o fortalecer el tejido social comunitario amenazado por crisis de
diverso orden.
Marcelo Martínez Hermida y Eliana Herrera Huérfano en Pontevedra |
A través de los textos de Eliana Herrera
sobre experiencias de comunicación y medio ambiente en Colombia y de Carme
Mayugo i Majó sobre las prácticas de comunicación educativa comunitaria en
Cataluña se entiende mejor cómo la comunicación extiende el horizonte de la
educación, sacándola de los espacios cerrados para confrontarla a la
complejidad de los problemas sociales.
Del mismo modo encontramos legitimidad
social y política en la prensa popular alternativa brasileña analizada por
Cicilia Peruzzo, y también en el papel fundamental que cumple la comunicación en
el trabajo de las ONG que tienden “puentes para la paz” en situaciones de
conflicto en África, Oriente Medio o América Latina, aquí analizadas por Ana
Fernández Viso.
Mucha tinta ha corrido sobre la primavera
del 15 de mayo de 2011 en España y la incidencia de las redes digitales
durante el movimiento de los indignados. Alejandro Barranquero aborda de
manera crítica algunos imaginarios tejidos alrededor de los procesos de
participación cuyo verdadero sustento son las redes sociales de carne y hueso,
y no necesariamente las redes virtuales.
El libro de Sierra Caballero y Martínez
Hermida, colegas de Andalucía y de Galicia con quienes he tenido oportunidad de
dialogar muchas veces, es otro de los resultados concretos de Real_Code (Red
Europa América Latina de Comunicación y Desarrollo) conformada el 29 de
noviembre de 2011 en Santiago de Compostela por quince grupos de investigación
de uno y otro lado del Atlántico.
La reseña de Belén Puñal publicada en el
No. 86 (enero-julio 2013) de la revista “Diálogos” de FELAFACS, ofrece un mayor
detalle sobre el contenido de este importante libro.
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La
médiatisation, la transmission, l’interaction
ne sont pas
forcément synonymes de communication.
—Dominique Wolton