Ha pasado un mes desde que estuve en Dinamarca y Suecia
invitado por Thomas Tufte y Oscar Hemer, colegas de la Universidad de Roskilde
y de la Universidad de Malmo, respectivamente, para participar en el Festival de Comunicación Ørecomm que organizan desde hace tres años a ambos lados del
estrecho de Øresund, apoyados diligentemente por Ulrica Kristhammar y Marie Brobeck.
Los organizadores escogieron este año, como emblema del
festival, el diseño de una multicolor wiphala (aunque no es un símbolo andino solamente), para representar el diálogo entre culturas y la diversidad de
enfoques compartidos. El evento contó con la participación de colegas de 40
países y el tema central elegido fue “Memory on Trial: Media, Citizenship and
Social Justice” (“La memoria a prueba: medios, ciudadanía y justicia
social”). Todas las sesiones se
transmitieron en vivo a través de internet.
El último día, de regreso en Copenhague, me tocó presentar la conferencia magistral “Cine
comunitario, memoria colectiva y esfera pública en América Latina” donde abordé
el proceso y los resultados de la investigación sobre el cine comunitario que
coordiné entre 2011 y 2012 para la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano
(FNCL). La conferencia puede aún verse en YouTube o en Bambuser.
El programa de cuatro días, dos en Copenhague y dos en
Malmo, incluyó 14 conferencias magistrales, 8 paneles temáticos y un taller
facilitado por Jo Tacchi. Entre las conferencias de las plenarias, algunas con
mayor carga teórica que otras, destaco las siguientes: Thomas Olesen
“Movimientos sociales y memorias de injusticia”; Misha Sand “Censura,
creatividad y resistencia”; Jo Tacchi “El papel de
la ‘quietud’ y la ‘nostalgia en el desarrollo sostenible: varias preguntas
sobre comunicación para el desarrollo” y otras cuyos títulos me cuesta traducir
al castellano, por
ejemplo “Memoryscapes:
Experiments in Place-Based Oral History” de Toby Butler. Ni corto ni perezoso, mi querido amigo
Felipe Ehrenberg fue de los primeros en leer esta nota y sin pérdida de tiempo
me ofreció una traducción que parece la correcta: “Mnemopaisajes: experimentos
topológicos en la historia oral”.
Además de abordar temáticas generales, algunas ponencias estuvieron dedicadas a examinar casos concretos en India, Israel, España, Indonesia, Brasil, Japón, Sudáfrica, Líbano, Kenia, Nigeria, Argentina, Egipto, Vietnam, Bután, entre otros.
A Thomas Tufte y a Oscar Hemer, mis anfitriones, les pedí que explicaran en castellano el sentido de este Ørecomm 2013:
Además de abordar temáticas generales, algunas ponencias estuvieron dedicadas a examinar casos concretos en India, Israel, España, Indonesia, Brasil, Japón, Sudáfrica, Líbano, Kenia, Nigeria, Argentina, Egipto, Vietnam, Bután, entre otros.
A Thomas Tufte y a Oscar Hemer, mis anfitriones, les pedí que explicaran en castellano el sentido de este Ørecomm 2013:
La ventaja de congresos de este tamaño, con un centenar de
participantes, es que hay más sesiones plenarias que paralelas, por lo que los
participantes pueden mantenerse en un solo grupo para que el intercambio sea
más enriquecedor. Esta posibilidad de conocerse y dialogar no se da
generalmente en eventos más grandes estructurados con demasiadas sesiones
paralelas.
Tufte, Gumucio y Hemer en Copenhague |
La proyección de la película The act of killing fue uno de los momentos más importantes del
festival. Este largometraje documental merece un comentario especial.
Se trata de un testimonio estremecedor sobre la tortura y
los asesinatos cometidos desde el Estado luego del derrocamiento del presidente
Sukarno en Indonesia, en 1967. Lo sorprendente en este film es que el director Joshua
Oppenheimer no ha ido en pos de las víctimas y de los sobrevivientes de esa
violencia como suele suceder, sino en busca de los torturadores que a 45 años
del golpe militar, convertidos ahora en tiernos abuelos y honorables miembros
de la comunidad, se ufanan de la manera como cometían sus crímenes, inspirados
en películas de gángsters. Está tan bien realizado este documental, filmado con
tal belleza formal, y es tan directo y descarnado en lo que muestra sin mayor
comentario, que es de lo más impresionante que he visto en muchos años. Ver un
film de esta naturaleza trasciende la experiencia cinematográfica o cinéfila.
Al igual que en mi anterior estadía en las universidades de
Roskilde y Malmo, en mayo del 2009, me maravilló la facilidad con que los participantes nos
trasladamos de Dinamarca a Suecia, en apenas 20 minutos de tren (puntualísimo
al segundo, con internet gratis) que atraviesa el estrecho de Øresund por el
puente y túnel que unen ambas ciudades. En pleno estrecho uno divisa como
fantasmas sobre el agua un bosque de modernos y gigantescos molinos de viento
que producen energía para la región.
A ambos lados de la frontera se han fortalecido en estos
años las opciones académicas que contribuyen al pensamiento sobre comunicación,
desarrollo y cambio social. La maestría internacional que Oscar Hemer dirige en
la Universidad de Malmo con el concurso de Thomas Tufte, de la Universidad de
Roskilde, es un ejemplo de colaboración.
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No existe en el mundo un tema que no sea interesante;
lo que existen son personas que no lo son.
— Chesterton