17 marzo 2013

Encuentro de documentalistas


Estuve en el IV Encuentro de Documentalistas de América Latina y el Caribe (EnDocXXI) que tuvo lugar del 6 al 9 de marzo en el marco del 28º Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG). Me invitaron a dar la conferencia “El documental como memoria histórica” y además participé en el lanzamiento de mi libro Cine comunitario en América Latina y el Caribe publicado a fines del 2012, presentado por primera vez en el 34º Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en La Habana.  

Sobre mi conferencia en EnDocXXI y sobre la presentación del libro salieron notas en Mayahuel, la revista del festival de Guadalajara que se publicó cada día durante el FICG. Es la única huella que quedará de esos momentos, ya que en ambos casos se frustraron las buenas intenciones y la planificación inicial. El lanzamiento del libro fue sui generis pues solamente disponíamos de un par de ejemplares para mostrar, la edición completa está al parecer atorada en algún engranaje de la imprenta venezolana. En cuanto a mi conferencia, yo mismo ofrecí suspenderla luego de tomarle el pulso al encuentro de documentalistas que estaba sometido a  tensiones que podían derivar en un infarto masivo. Me limité a entregar el texto que ya tenía listo, y que espero publicar más adelante.

Para la reunión del IV EnDocXXI los organizadores mexicanos (Manuel Martínez, José Peguero, Pita Ochoa, etc.) habían previsto en concierto con Humberto Ríos tres conferencias magistrales y varias mesas temáticas en las mañanas, y la asamblea general en las tardes. Pero la actividad mañanera durante los tres días se vio afectada por la necesidad de dedicarle un mayor tiempo a la discusión sobre los problemas de organización que enfrenta la red de documentalistas.

En sus cinco años de existencia, una buena parte de lo logrado por el EnDocXXI se debe al impulso inicial y al entusiasmo y dedicación de Humberto “Negro” Ríos, a quien todos consideramos fundador de la iniciativa aunque él modestamente rechace esa etiqueta. La mayoría de los asistentes a la asamblea en Guadalajara vio con desazón la persistencia de desacuerdos, rencillas y malentendidos en el interior de la red, disputas por un poder que no es más que figurativo, ya que no se cuenta con recursos y ni siquiera con una personería jurídica. 

Mi posición durante el evento fue clara en sentido de que EnDocXXI no es una federación de asociaciones nacionales, ni un sindicato, sino una red de documentalistas independientes que participan a título individual y que debería estar abierta a todos los que realmente hacen cine documental o reflexionan sobre él. Mi desconfianza natural hacia las organizaciones que se arrogan una representatividad nacional se debe a que por lo general no representan a todos los que son, sino simplemente a todos los que están. O sea, no son incluyentes, salvo alguna honrosa excepción. Son como las cooperativas, que dividen a las comunidades porque solamente favorecen a un grupo. 

Aunque todo está todavía por hacer y no hay ninguna torta para repartir las maniobras para copar espacios me parecieron risibles, aún cuando hubo momentos dramáticos que se vivieron durante la asamblea, donde algunos colegas embargados por la emoción perdían la calma. Al respecto Iván Trujillo —director del FICG— dijo cuando vino a saludarnos: “Si con esa pasión discuten por el documental, cómo será cuando hacen el amor”. Una frase generosa, porque en realidad lo que más se practicó fue el arte de la guerra. 

Al cabo de los tres días se pudo finalmente recomponer a la manera de una colcha de retazos una visión colectiva que permitirá seguir avanzando hacia el quinto encuentro, donde se planteará una propuesta de organización más estable. La doble tarea de preparar las opciones para una figura legal de EnDocXXI y de mostrar resultados del trabajo de las comisiones en un plazo de dos años le corresponde ahora a un colectivo provisional de coordinación que se eligió durante la última jornada del evento. La asamblea eligió un Secretario Ejecutivo (Humberto Ríos), una Secretaria Técnica (Susana Molina, Cuba) y colegas para coordinar cada una de las cinco comisiones existentes: Comisión de Formación (Tito Ameijeiras, Brasil), Comisión de Distribución, Difusión y Exhibición (Ana María García, Puerto Rico), Comisión de Normativas y Legislación (David Hernández Palmar, Venezuela), Comisión de Festivales (Víctor Luckert, Venezuela), y la Comisión de Organización y Comunicación (Alquimia Peña, Cuba). 

 No fue un desenlace muy salomónico pues una parte de la región quedó marginada. Con toda razón países como México, Bolivia, Argentina, Chile, Colombia, Ecuador y otros podrían argumentar que no fueron tomados en cuenta en la conformación de ese equipo provisional de siete personas, y que dos países “repitieron” en la repartición de cargos, pero el caso es que así funcionó la asamblea y lo que resta es mirar hacia delante y mantener la esperanza de que los coordinadores de las comisiones serán eficientes en el trabajo al que se auto-presentaron como candidatos.

En medio del festival, apenas una hora antes de comenzar el encuentro de documentalistas cayó como una bomba de fragmentación la noticia del fallecimiento de Hugo Chávez. Los principales delegados venezolanos abandonaron inmediatamente el FICG para retornar a su país y a partir de entonces un manto sombrío cubrió las actividades de la fiesta del cine. Además de la simpatía política e ideológica de muchos participantes, la preocupación por la muerte del Presidente de Venezuela tenía que ver con el apoyo decidido que su gobierno dio a la cinematografía de la región y al temor de que ese respaldo pudiera concluir. Concretamente la red EnDocXXI fue una de las instancias que recibió ese apoyo oficial.
Rafael Rebollar, Oscar Menéndez, Alfonso Gumucio

Para disolver la incertidumbre sobre el futuro del EnDocXXI se anunció durante la clausura una oferta venezolana de auspiciar la realización del V EnDoc en Caracas, el año 2015. Otro ofrecimiento de los delegados de Cuba permitirá realizar en 2014 un encuentro de medio término en La Habana, donde se reunirá el grupo encargado de llevar adelante las propuestas de reforma de la red de documentalistas.

Cada uno de los eventos anteriores de EnDocXXI ha generado declaraciones de principios y documentos que pueden ser leídos en la página web de la red. Está la Declaración de Caracas (2008), la Declaración de Guayaquil (2009), la Declaración de Buenos Aires (2011) y por supuesto la Carta de Río (2008), considerada como el hito fundacional de la red.  

A pesar de la precariedad del IV EnDoc reunido en Jalisco, también habrá una declaración pública que todavía se está discutiendo a través de la plataforma virtual de intercambio, para acomodar las peticiones de todos los que quieren subrayar algún aspecto organizativo o patriótico. Parece que no será un documento conciso y eficiente, sino más bien extenso y retórico, pero tendrá un rasgo reconocible: será un reflejo de lo que en este momento es EnDocXXI. 

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La memoria del corazón elimina
los malos recuerdos y magnifica los buenos...
— Gabriel García Márquez