No se cumplió mi deseo de que el año 2011
terminara sin tener que lamentar la muerte de otro amigo. En un seminario que
di en Puebla el 12 y 13 de diciembre mencioné a Alfred Opubor sin saber que él
había fallecido diez días antes, el 2 de diciembre, a sus 75 años de edad, en
Cotonou (Benin), donde había fijado desde hace mucho tiempo su residencia. En estos días de fin de año, cuando todos están obnubilados por las malas costumbres que impone el mercantilismo religioso, la noticia de la muerte de este amigo africano me
llega como un oscuro presente, uno de esos que uno quisiera rechazar.
Alfonso Gumucio y Alfred Opubor, en Accra, agosto 2008 |
Lo vi por última vez en agosto del
2008, durante el congreso de la red NuestrosMedios en Accra (Ghana). Allí nos
volvimos a encontrar luego de varios años, aunque a lo largo de la década del
2000 coincidimos varias veces o nos mantuvimos en contacto por correo electrónico
con motivo de la Antología de
comunicación para el cambio social (2008), en la que él fue uno de los 150
autores seleccionados.
Precisamente cité en el seminario de
Puebla una provocadora frase suya que ya he citado otras veces: “Si la
comunicación comunitaria es la respuesta, ¿cual es la pregunta?”, título de un
texto que Thomas Tufte y yo incluimos en la ambiciosa Antología, la “biblia” de la comunicación, según algunos. En ese artículo
Alfred aborda de manera crítica las confusiones sobre medios comunitarios en el
contexto africano, y sugiere que debe analizarse si son realmente comunitarios,
en base a criterios como la propiedad, el control, el funcionamiento y el
contenido. Aborda también temas cruciales como la capacitación, la
investigación y la sostenibilidad.
Nacido en Nigeria, Alfred fue el primer
africano que obtuvo un doctorado en comunicación; eso sucedió en 1969 en la
Universidad del Estado de Michigan (Estados Unidos). Durante mis cuatro años en
Nigeria, de 1990 a 1994, nos conocimos y nos vimos varias veces. Alfred ya no
vivía en su país de origen, pero venía con frecuencia para visitar la oficina
del FNUAP en Lagos, donde estaba Alphonse MacDonald, en cuya casa nos
juntábamos. En años siguientes coincidimos en eventos internacionales, o en
proyectos que requerían de nuestra capacidad y experiencia en el campo de la
comunicación para el desarrollo.
Al igual que otros especialistas de la
comunicación para el desarrollo de su generación Alfred Opubor trabajó la mayor
parte de su vida asesorando programas de desarrollo y reflexionando sobre el
tema. No se refugió exclusivamente
en el mundo académico, sino que se involucró en la realidad concreta, a través
de sus ocho años de trabajo (1990-1998) como Asesor Regional de Comunicación e
Información del Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP), primero en
Abidjan y luego en Harare, lo cual le permitió recorrer más de 20 países de
África del Este, del Oeste y del Sur.
Colaboró con asesorías y estrategias de
comunicación con numerosas agencias de Naciones Unidas (UNAIDS, UNFPA, Unesco,
FAO, OMS, Banco Mundial…) y organismos regionales y nacionales africanos. A lo
largo de su vida profesional fue un activista de la comunicación, trabajó en
los años 1970 como consultor de la Unesco, fue asesor en la Agencia Pan
Africana de Información (PANA) en Dakar (Senegal), dio clases en la Universidad
de Lagos (Nigeria), fue fundador de la Agencia Nigeriana de Noticias (NAN), y
del Consejo Africano de Educación en Comunicación (ACCE), entre muchas otras actividades
que desarrolló.
Uno de sus aportes notables en el campo
de la institucionalización de la comunicación para el desarrollo, fue el diseño
de la estrategia de comunicación para ECOWAS, la Comunidad Económica de los
Estados de África Occidental, titulada “De una comunidad de Estados a una
comunidad de pueblos”.
En mayo del 2002, cuando me desempeñaba
como Director Ejecutivo del Consorcio de Comunicación para el Cambio Social,
invité a Alfred Opubor a una reunión de alto nivel de especialistas en
Bellagio, Italia. Logré reunir a un grupo de lo más granado de la comunicación
a nivel internacional; no era un grupo grande sino de mucha calidad. Menos de
veinte personas, pero cada una con un historial inmenso. Además de Alfred
invité a Everett Rogers, a Colin Fraser, a Juan Díaz Bordenave, a Daniel Prieto
Castillo, a Jan Servaes, a John Downing, a Louie Tabing, a Nabil Dajani, María
Celeste Cadiz, y otros colegas de gran nivel.
Alfred Opubor y Daniel Prieto Castillo, Bellagio 2003 |
El tema de la reunión era “La formación
de profesionales en comunicación para el cambio social”; se trataba en realidad
de la continuación de otras reuniones que habíamos convocado allí mismo, en el
paradisíaco Bellagio, en enero del mismo año y en agosto del año anterior. En
ellas definimos el perfil de competencias del “nuevo comunicador”.
Como ya
estábamos comenzando la preparación de la Antología,
Thomas y yo pedimos a cada uno de los participantes que escribiera una lista de
diez textos que consideraba importantes para la formación académica de
especialistas. Además de incluir en su lista tres artículos propios, Alfred seleccionó
textos de autores como Collins Airhihenbuwa, Bunmi Makinwa, Chike Anyaegbunam,
Hughes Koné y Colin Fraser. Tuvo la gentileza de incluir también mi libro Haciendo olas.
Nabil Dajani y Alfred Opubor, Bellagio, mayo 2003 |
A mediados de agosto del 2003 me
invitaron e incluyeron mi nombre en el programa de un homenaje a Alfred Opubor que
organizó en Abuja (Nigeria) el Consejo Africano de Educación en Comunicación
(ACCE). Pero no pude ir; me quedé con las ganas de darle un abrazo de
felicitación y de saludar a otros amigos africanos que sí pudieron hacerse
presentes en el homenaje: Chris Kamlongera, Jean-Pierre Ilboudo, Andrew
Moemeka, Onuora Nwuneli, y Bunmi Makinwa, entre otros.
En 2009 ambos participamos como consultores
en un análisis sobre algunos de los ocho países piloto seleccionados en el
marco de la reforma de las Naciones Unidas. Alfred hizo una evaluación sobre
las actividades de las agencias del sistema en Tanzania y Ruanda, mientras a mi
me tocó hacer lo propio en Uruguay.
Alfred Opubor y John Downing, 2003 |
Desde el año 2003 hasta su muerte Alfred Opubor fue el Secretario
General del West
African Newsmedia and Development Centre (WANAD
Centre) con sede en Cotonou. Siguiendo
las costumbres de Nigeria, fue enterrado dos semanas después de su
fallecimiento, el 20 de diciembre, en Iju.
Pocos africanos han contribuido tanto al
pensamiento de la comunicación para el desarrollo y el cambio social como
Alfred Opubor. Por lo general en África (como también en América Latina, dicho
sea de paso) se confunde la comunicación con la información, y una buena parte
del trabajo en “comunicación” tiene en realidad más que ver con el periodismo y
los medios de difusión. Alfred, en cambio, tenía muy claro el concepto de una
comunicación participativa y horizontal, que pudiera ser asumida y apropiada
por las propias comunidades.
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De yapa:
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sólo escritura y miedo
resonancias
-- Lydda Franco Farías