22 febrero 2023

Bacon sobre Bacon

(Publicado en Ideas de Página Siete el domingo 22 de enero de 2023)

 Los pintores hablan a través de su pintura, es injusto pedirles que se expliquen sobre ella. Cierta o no, aquí cabe la anécdota atribuida a Picasso cuando le preguntaron cual era el mensaje de su obra, a lo que él respondió: “Soy pintor, no telegrafista”. Otra anécdota de Picasso, al parecer exacta, es cuando un oficial del ejército nazi lo visitó en su taller con una foto del “Guernica” y le espetó: “¿Usted hizo esto?” A lo que Picasso, sin alterarse, respondió: “No, ustedes lo hicieron”.

 Aunque tengamos conciencia de que la obra de un artista es independiente de cualquier explicación, no es menos cierto que el conocimiento del contexto histórico o del contexto personal del autor, enriquece la relación que establece una obra con quien la observa y se “apropia” de ella (en un sentido figurativo). “Los fusilamientos del 3 de mayo 1808” de Goya tiene importancia por el episodio histórico que alude la obra, terminada seis años más tarde, lo mismo que es importante saber de la influencia del arte africano en un periodo de la obra de Picasso o la vida personal de Frida Kahlo (su accidente y enfermedad) en su obra.

 Si bien hay obras más autobiográficas que otras, en la pintura (en las artes en general) cada artista deja una parte de sí mismo. Por eso leí un libro de entrevistas con Francis Bacon, realizadas por Michel Archimbaud, quien tuvo la oportunidad de grabar las conversaciones que sostuvo con aquel entre octubre de 1991 y abril de 1992. Tenían planeado seguir grabando en París, pero Bacon quiso primero pasar un tiempo en Madrid, donde murió el 28 de abril de ese mismo año.

 El libro es interesante en varios niveles, aunque no dice mucho sobre la pintura de Bacon quien sistemáticamente se niega a hablar de ella, a clasificarla, a darle un sentido con palabras. Para el artista la pintura es autosuficiente y habla por sí misma, sobre todo cuando se trata de la suya, porque cede a la tentación de ofrecer comentarios sobre otros artistas y obras. Sus opiniones son, sin embargo, siempre desde la relación emotiva que establece con las obras y no necesariamente con toda la obra de un artista, porque los artistas cambian, tienen etapas.

 Bacon cuenta que su visita a una exposición de Picasso en París lo indujo a pintar, muy joven, cuando todavía se dedicaba al diseño de muebles y a la decoración, un oficio que odiaba pero para el que le sobraba talento. Picasso fue sin duda un faro a lo largo de su actividad pictórica, pero hay muchos Picasso, y Bacon dice que no se interesa en todos. 

 La primera entrevista se concentra en la relación entre la fotografía y su pintura. Bacon dice que no usa la fotografía para pintar, como hacen otros artistas, y que la fotografía no le sirve de inspiración, pero casi inmediatamente se contradice cuando el entrevistador le recuerda que para sus retratos ha preferido utilizar la fotografía antes que tener delante de él, posando, a los sujetos retratados. Bacon le responde que las fotos son una ayuda memoria, no una guía para el dibujo. Sin embargo reconoce su deuda con el cine, una influencia indirecta que marcó su manera de pintar. La escena de las escalinatas de Odessa y el grito (silencioso) de la mujer en el “Acorazado Potemkin” (1925) de Eisenstein, lo marcaron profundamente: “Si no hubiera sido pintor me hubiera gustado ser director”.

 La agudeza del entrevistador, Michel Archimbaud, es crucial porque no deja cabos sueltos ni preguntas sin respuesta o respondidas a medias. Indaga hasta el fondo los nombres, fechas y detalles. Hay indagaciones sobre el comercio del arte, sobre los “marchand” que imponen modas e influyen en ese comercio. Bacon narra las dificultades que tuvo para comenzar como pintor porque a alguno de esos dueños de galerías no le gustaron sus cuadros. Vendió el primero a Erica Brausen (que creía en él), y está ahora en el Museum of Modern Art (MoMA) en New York.

 Bacon afirma que nunca pensó que iba a ganar dinero con su pintura, pero que está contento de que haya gente que aprecia sus cuadros y los compra, aunque no entiende bien por qué lo hacen. Él nunca pintó para otros sino para sí mismo, salvo los retratos de encargo.

 Las influencias de otros pintores no son directas, aunque en algunos casos se haya propuesto retomar los mismos temas. Su serie inspirada en el papa “Inocencio X” de Velázquez es una de las más importantes. Además de la influencia del pintor español reconoce la de los primitivos italianos como Cimabue. Cuando un pintor no le gusta dice que no lo entiende, no se erige en juez. Se siente cercano a Rembrandt y no así a Vermeer, por ejemplo.

 Considera que la mejor pintura se hizo en la Europa continental y no en Inglaterra, país de grandes poetas pero de pocos pintores importantes, según sus palabras. Sin embargo, descarta las etiquetas que tienden a uniformar en “movimientos” o reducir a “categorías” a pintores muy diversos: impresionismo, cubismo, expresionismos, etc. Para él cada pintor es diferente. Cézanne o Van Gogh no pueden estar en el mismo saco. Ninguno de los dos es impresionista, según Bacon. De su amigo Giacometti prefiere los dibujos a las famosos esculturas.

 Él mismo, solitario, no se siente parte de ninguna tendencia o movimiento. Probablemente el hecho de ser autodidacta y de no haber siquiera concluido los estudios escolares debido a su afección de asma, le permitió desarrollar su arte al margen de las corrientes pictóricas: En un mismo gesto el horror y la belleza, lo obsceno y lo sublime”.

 En los pintores de las nuevas generaciones no encuentra ninguna originalidad en ninguna parte del mundo: “… quizás mi estado de salud altera un poco mis posibilidades de descubrir a pintores que renuevan la pintura, no lo sé”.

 Bacon es un hombre que duda siempre y no se siente seguro de sus propias obras. Le devuelve al entrevistador algunas preguntas que no sabe cómo responder, por ejemplo cuando inquiere qué tipo de música cree que iría bien en un documental sobre su obra. Archimbaud sugiere que podría ser la música de Berg, Weber o Michel Portal. No duda en descartar de sus gustos a artistas que no entiende: “Sé que a mucha gente competente en pintura le gusta mucho la obra de Paul Klee, pero a mi no me dice nada. No la encuentro nada atractiva. Me parece que sus cuadros carecen de volumen, estoy tentado a decir que no hay nada”.

____________________________________________
En science, on pense que ce qui vient après est plus vrai que ce qui était avant,
ce n’est pas du tout la même chose en art, le temps n’est pas le même”.
—Francis Bacon