Don Julio Duque, pionero de la radio comunitaria |
Si la información que sigue pudiera ser
verificada, serviría para escribir de nuevo el primer capítulo de la historia
de las radios comunitarias en América Latina: la primera emisora comunitaria habría
sido fundada en 1946, en Santa Fe de Antioquia (Colombia), y habría funcionado
durante 16 años hasta 1962. Esto es lo que afirma su fundador, Don Julio Duque,
aunque no quiere hablar mucho del tema. Visitamos a este pionero a principios
de julio en la tienda de tela y ropa que mantiene en la esquina de la catedral,
en la plaza de Bolívar de Santa Fe. Nos recibió vestido de blanco, como siempre,
y durante la conversación le restó importancia a su papel histórico en la
creación de la radio comunitaria, aunque otras personas que lo conocen se han
referido al carácter innovador de aquella experiencia.
El historiador Benjamín Pardo Londoño, citado
en el blog Conexión Occidente, llega incluso a afirmar que ya en la segunda
parte del decenio 1930-1940 había funcionado la emisora Ondas Santafereñas, dirigida
por Bernardo Herrera, y sugiere que desde inicios de la década del 1950, fue
Julio Duque, “el genio de blanco”, quien hasta hoy, “a través de su talento, ha
contribuido a que la radio esté en este lugar de privilegio en la ciudad, a
través de su asesoría y sabios consejos”.
Queda pues, como asignatura pendiente
para mis colegas colombianos investigadores de la comunicación, indagar sobre
ese dato histórico.
Hoy, en 2012, Santa Fe de Antioquia tiene su
emisora comunitaria, Ondas del Tonusco, legalizada por las disposiciones que
favorecen el reconocimiento legal de los medios comunitarios de Colombia. El 25
de abril de 1997 la emisora, antes llamada Radio Ciudad de Antioquia, se convirtió
jurídicamente en Ondas del Tonusco, mediante la resolución 2254 del Ministerio
de Comunicaciones.
Los fundadores de Ondas del Tonusco establecieron
ciertos principios para el funcionamiento de la radio. En la descripción de su
“misión” señalan que “está dedicada al fortalecimiento de las dinámicas
culturales, educativas, sociales, recreativas y deportivas de la comunidad,
mediante programas radiales orientados a la construcción de ciudadanía”. En su
“código ético” subraya los compromisos de honestidad, confidencialidad,
independencia y libertad de la emisora. En cuanto a sus funciones ciudadanas,
destaca su intención de impulsar los derechos de la infancia, y los temas
relacionados con las poblaciones desplazadas por la guerra y los de medio
ambiente.
Rubén Darío Hernández, locutor |
En ausencia de Pedro Girón, gerente de la emisora, conversamos con el locutor Rubén Darío
Hernández, y con Cecilia Girón, la administradora de la radio, sobre el papel
comunitario que cumple la emisora. Todos los domingos, por iniciativa de Carlos
Muñoz y del arquitecto Felipe Pardo, la radio transmite en vivo el programa “El
Opinómetro” en los barrios o algún parque de la ciudad; se trata de un programa
sobre temas urbanos, donde cualquier pasante puede intervenir. El tono crítico y de vigilancia ciudadana de este programa radial, lo hace popular entre la población y las autoridades se toman el cuidado de escucharlo.
"El Opinómetro", en vivo desde un parque |
Ondas del Tonusco tiene programas de interés
social y de interés público como “Despiértese con alegría”, “Contacto Directo”,
“Fonda en Fonda”, “Guascas a todo dar”, “Tiempo Joven” y “Pedagogía y Cultura”,
entre otros. Y música, mucha música.
Aunque en el año de 1998 ya se habían
dado algunos pasos para la creación de un informativo local, fue el 5 de
febrero de 2007 cuando nació el primer informativo radial conducido por Félix
Antonio Padilla, con el acompañamiento en locución de Yaneth Padilla y Julio
César Palacio Villa. “Conexión occidente” se ha transmitido todos los días a
partir de las seis de la tarde, con una cobertura que llega a los municipios
vecinos del occidente medio antioqueño.
Santa Fe, la antigua capital de Antioquia,
es una pequeña ciudad con una gran historia. Fundada inicialmente en 1546 por
el capitán español Jorge Robledo, recibió el estatuto de capital de la
gobernación de la provincia de Antioquia en 1584, por disposición de Felipe II.
La ciudad tuvo momentos estelares cuando Antioquia se proclamó estado
independiente en 1813, o cuando se sancionó en ella la Ley de Libertad de los Esclavos,
en 1814.
De aquel pasado de grandeza, quedan
antiguas casas de arquitectura colonial neoclásica o neogranadina convertidas a
veces en hoteles, como el Hotel Caserón Plaza, que fue en su mejor tiempo la
casa del gobernador. Allí me tocó alojarme, sobre la plaza y frente a la
catedral.
En otra casa de estilo colonial está el Museo Juan del Corral, que alberga obras de arte colonial, muebles y objetos de la época republicana y también exposiciones temporales de arte contemporáneo, como la de Ethel Gilmour (1968-2008), una pintora norteamericana que vivió muchos años Colombia.
Como quiera que se trata de una ciudad
agradable por su aspecto y por su clima, es uno de los destinos de fin de
semana de los habitantes de Medellín, pero además, es la sede del Festival de Cine de Santa Fe de Antioquia, un festival
internacional que cada año anima el realizador Víctor Gaviria. En años
recientes, el festival le ha dedicado sus ediciones a presentar el cine
mexicano, cine español, francés y africano. Completamente integrado a la vida
de la pequeña ciudad, el festival se desarrolla en espacios públicos, abierto a
todos.
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Cuando uno ha leído
mucho,
llega a describir muy
bien experiencias
que ha realizado muy
mal.
—Georg Christoph
Lichtenberg