Hace diez años, en diciembre de 2001, en
un evento de Unesco realizado en Bucarest (Rumania), presenté por primera vez
mi ensayo titulado “Communication for social change: key to participatory
development”, que un año más tarde tuve oportunidad de presentar en castellano con
el título “Comunicación para el cambio social: clave del desarrollo
participativo” como ponencia magistral en el XX Encuentro Académico de AFACOM,
en Medellín (Colombia), en septiembre 2002. A partir de allí el texto dio
muchas vueltas por el mundo virtual y “carnal” (como dice mi amigo John Perry
Barlow), y finalmente aterrizó en Colombia, en dos publicaciones importantes de
universidades colombianas, por lo que me siento muy honrado.
Por una parte la Universidad Javeriana de Bogotá en el marco de la Cátedra Unesco, y la Universidad Minuto de Dios (Uniminuto),
con apoyo del Centro de Competencia en Comunicación para América Latina (C3) de
la Fundación Friedrich Ebert (FES), publicaron el texto en la primera parte de
un libro cuyo título algunos quisiéramos haber utilizado antes: Comunicación, desarrollo y cambio social –
Interrelaciones entre comunicación, movimientos ciudadanos y medios,
editado por los colegas y amigos José Miguel Pereira, Director de la Maestría
en Comunicación en la Universidad Javeriana y Amparo Cadavid, Decana de
Comunicación de la Uniminuto.
En la introducción del libro ambos
señalan que el libro constituye “una carta de navegación, a modo de
propuesta-apuesta, en el proceso de construcción del campo intelectual de la
comunicación” en la medida en que “recoge y desarrolla una tensión” conceptual
en la comprensión del desarrollo y de la comunicación para el desarrollo,
terminología que unos execran al rechazar las experiencias del desarrollismo o
el “mal desarrollo” (Rene Dumont), y otros intentan recuperar y revalorizar
desde los enfoques de desarrollo humano y de desarrollo con perspectiva de
derechos.
En 520 páginas se recogen esas
perspectivas que son un aporte fundamental sobre el tema. Los autores
seleccionados constituyen sin duda lo más emblemático del pensamiento generado
en Colombia sobre comunicación para el desarrollo y el cambio social, entre
ellos Clemencia Rodríguez, Rafael Obregón, Jair Vega, Jorge Iván Bonilla, Omar
Rincón, Mario Murillo, César Rocha, Mónica Pérez, Jeanine El’Gazi, y los
propios editores. Además figuran Gustavo Cimadevilla (Argentina), Diana Coryat
(USA), Alejandro Barranquero (España), y John Downing (UK), este último con dos
capítulos de su libro Medios radicales,
traducidos por primera vez al castellano.
El libro está dividido en cuatro
secciones, la primera de las cuales, ‘Cuestiones conceptuales; balances y
debates”, compila textos históricos y conceptuales, comenzando con el mío. El
segundo apartado, “Movimientos sociales, tejidos y prácticas comunicativas”
reúne capítulos sobre experiencias en diferentes lugares de Colombia, mientras
el tercero, “Medios, narrativas y mediaciones” reúne estudios sobre el
comportamiento de los medios ciudadanos y comunitarios, y las nuevas TICs en
Colombia. La cuarta sección, ya
mencionada, reúne los textos de John Downing.
En suma, una obra ambiciosa y completa,
que demuestra que Colombia está ahora a la cabeza en América Latina, en la
discusión sobre comunicación para el desarrollo y el cambio social, gracias al
compromiso de algunas de sus más importantes universidades.
En ese mismo sentido obra la propuesta
más reciente de Signo y Pensamiento,
la revista semestral de comunicación de la Universidad Javeriana. El número 58 (Vol
XXX, enero-junio 2011), dedicado al tema de “Comunicación y Desarrollo:
tensiones entre hegemonías y emergencias”, estuvo a cargo de Fanny Patricia
Franco Chávez, y contiene un sinnúmero de textos de autores latinoamericanos.
La sección “Eje temático” se abre con mi
texto “Comunicación para cambio social: clave del desarrollo participativo”, e
incluye artículos de colegas como Thomas Tufte, Dennis de Oliveira, Antonieta
Munoz Navarro y Carlos del Valle, entre otros. La entrevista de este número,
realizada por Fanny Franco y Ana María López Rojas, es con Luis Ramiro Beltrán,
nadie mejor que él para hablar del tema central de la revista.