Mi amigo Eko me alegra la vida con sus sorpresas. Esta semana me hizo llegar una página de su agenda donde ha dibujado a su personaje favorito, en la fecha correspondiente al 11 de mayo. Denisse, hermosa, sensual, desnuda por supuesto, caminando por la agenda como por su casa, y la verdad, su casa es donde está la pluma de Eko
Vengo siguiendo la pista de Eko (Héctor de la Garza) desde hace muchos años, bastante antes de conocerlo personalmente. Conservo como un tesoro los dibujos de Denisse que solía recortar del fenecido diario mexicano Uno Mas Uno cuando vivía allá, y también guardo celosamente las primeras ediciones que él ilustraba de la Agenda Erótica Femenina producida con tanto amor y compromiso por
También atesoro la colección de separadores de libros que publicó en Minimalia, Ediciones del Ermitaño, una joyita que mezcla poesía con sugerentes dibujos. Estos dos que pongo como señuelos, ilustran versos de José Emilio Pacheco y de St. John Perse.
Cuando finalmente nos conocimos, Eko me mostró en su casa de Coyoacán la pared donde tenía planeado dibujar una Denisse desnuda, tamaño natural, para que lo acompañara todos los días. ¿Lo hizo? No lo sé, siempre me olvido preguntarle.
Nuestra relación episódica está marcada por esos dibujos que aterrizan en mi casillero cada cierto tiempo. Al hacer clic para abrir una nueva viñeta sé de antemano que me espera una agradable sorpresa.
A veces, un par de líneas acompañan los dibujos: “21 Junio 2007 - Alfonso, con el cariño de siempre, te envío una Denisse que en lugar de acercarte a los bajos instintos que tanto daño le han hecho al arte, elevarán tu sensibilidad a las alturas propias del espíritu arrepentido (como el nuestro).”
O este otro: “17 febrero 2008 Queridísimo Alfonso, así me imagino a la musa de ustedes, los poetas”.
En la primera semana de mayo, justo cuando yo publicaba mi nota sobre Escher, Eko me envió este dibujo muy diferente a los anteriores, precisamente un homenaje al grabador holandés (y también a von Bayros), una simetría perfecta reproducida hasta el infinito. Este no es sino un pedacito…
No es el único homenaje a grandes artistas. Naturalmente, el erotismo de la obra de Balthus ha encontrado eco en Eko, valga la redundancia, como muestra este sugerente dibujo que ilustró un artículo de Avelina Lésper.
El gran Goya es otro de los artistas universales que estimula la plumilla de Eko, como se puede ver en esta variación sobre un grabado de la serie “Los desastres de la guerra”.
Eko es un entusiasta provocador y anda desafiando a las buenas conciencias. No las deja tranquilas.
O acaso no está precioso este dibujo que hizo para anunciar un programa donde lo entrevistaron: “¿Cómo cojen los mexicanos?”
Y ahora, como en una novela de suspenso por entregas, acaba de anunciarme: “Alfonso, la casualidad es el nombre del destino. El miércoles o jueves, fuerzas más allá de nuestra terrena voluntad pondrán en tus manos algo inesperado”.