A continuación, para cerrar este mes dedicado al Ché en mi blog, transcribo el poema que escribí a principios de los años 1970s, que luego se publicó en mi libro "Antología del Asco", y que fue también grabado en el disco de homenaje al Ché que Casa de las Américas (La Habana), publicó al cumplirse el décimo aniversario de la muerte del Ché en Bolivia.
Ché
habrá una sombra siempre
allí habrá una sombra una luz cerca
aquí siempre una frente en la maleza
no se la ve se la siente en la humedad
de cada árbol
se descuelga
el latido vivo de la selva viva
desde que la sangre
escogió allí su caparazón verdadero
a despecho de hijos de puta
militarotes de estrella norte y águila
en el pecho
se ha de partir esta tierra
han de morir corbatas y galones
y hasta dará pena hablar en castellano
ya el rumor está corriendo ríos
las hojas hacen eco
la nieve las alturas el mar
tiemblan de esperanza pero el canto es
triste todavía la sombra
se mueve lentamente
multiplicada
llora sonríe putea no olvida ama crece
y no hay quien la detenga
porque ama