Nguyen Giap, el gran estratega vietnamita, decía: “Cualquier fuerza que quiera imponer su voluntad sobre otras naciones enfrentará una derrota”.
Las calaveras salen a las calles. Se cumplen cuatro años de la ignominiosa invasión a Irak, y las cosas se han puesto de color hormiga para el gobierno imperial de George W. Bush, pues no solamente tiene la opinión mundial en contra, sino que dentro de Estados Unidos la oposición a la guerra crece todos los días. En las calles las manifestaciones arrecian con manifestantes que expresan su repudio pintándose en la cara calaveras, el rostro de la muerte.
Las mentiras de Bush son ahora de conocimiento público. Ya nadie cree que Bush fue desinformado. Los de las armas de destrucción masiva fue un cuento desde el principio, y la administración de Bush lo sabía, como lo reveló hace un par de años su asesor de guerra Paul Wolfowitz, hoy Presidente del Banco Mundial.
La resistencia en Estados Unidos se produce no solamente en marchas multitudinarias, sino que se manifesta a través de Internet en innumerables páginas de contra-información, que revelan datos que los medios masivos prefieren mantener en bajo perfil. Por ejemplo, en la página Irak Body Count se actualiza todos los días el número de muertos civiles iraquíes. Hasta hoy, suman nada menos que 65 mil… veinte veces más que los soldados de Estados Unidos que han fallecido en acciones de guerra.
En otro sitio web, Cost of War se establece segundo a segundo el costo de la guerra. La página ofrece un contador automático que va exhibiendo la cifra de los millones y millones de dólares que se gastan en Irak todos los días. Cada cuatro días de guerra de agresión, representan toda la “ayuda” de Estados Unidos a América Latina. Cuando lo miré por última vez, hace dos minutos, el contador marcaba la cifra escalofriante de 409,768,125,996…es decir: más de cuatrocientos nueve mil millones de dólares. El contador cambia tan rápido, que las últimas tres cifras avanzan como centésimas de segundo.
Mi calculadora de mano no alcanza para escribir esa cantidad. La cifra es tan grande, que es difícil encontrar un elemento comparativo que la haga digerible. Por ejemplo, un avión de pasajeros tipo Jumbo (Boeing 747) de última generación, cuesta alrededor de 200 millones de dólares. Esto quiere decir que con lo que se ha gastado hasta hoy en la guerra de Irak, se podría comprar 4,000 aviones tipo Jumbo.
Estados Unidos mantiene 737 bases militares en el mundo… o sea, más bases que países, porque mantiene cuatro o cinco bases en países “aliados” o serviles. En Cuba, tiene una base por la fuerza: Guantánamo. Pero ¿permitiría acaso Estados Unidos que algún país tuviera una base militar en su territorio? Esa política invasora basada en la arrogancia, prepotencia y descaro ha sido moneda corriente en el gobierno imperial.
¿Cuantos militares gringos hay en el resto del mundo, en esas 737 bases? La friolera de dos millones y medio… 2,500.000 Es decir, si juntáramos la población de Santa Cruz y La Paz, daría más o menos esa cifra. Desde todo punto de vista, es escandaloso, pero el mundo lo tolera. El Imperio manda, los demás bajan la cabeza.