El tiempo pasa más rápido de lo que uno
quisiera y cada vez con mayor frecuencia se acaba como la cuerda de un reloj
vencido por el cansancio. Es un recurso escaso y líquido para cuya preservación
no valen acciones preventivas, colectivas, protestas y pataleos. El tiempo se
va, a muchos se les acaba demasiado pronto y en mi caso escasea para dar cuenta
en este blog de todo aquello que quisiera compartir, que no sé si es importante pero
ejercita mi memoria y gusta a unos pocos amigos. Lo anterior explica en parte
la tardanza en retomar estas notas, pero no explica la parte del ánimo
quebrantado por la partida de un gran amigo hace un mes. Para escribir se necesita entusiasmo, y eso me ha estado faltando en estos tiempos.
Quiero referirme ahora a la comunicación
desde la perspectiva indígena. A mediados de agosto estuve en Lima, invitado
por Jorge Agurto de Servicios en Comunicación Intercultural (SERVINDI) para
participar en las Jornadas sobre Comunicación Intercultural y Democracia que se
realizaron en la sede de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM).
Los organizadores me pidieron que hablara
sobre periodismo ciudadano, redes sociales y cambio social, en una mesa compartida
con Franklin Cornejo y Roberto Bustamante y moderada por Cecilio Soria. Las
Jornadas convocaron a colegas y amigos de varios países que tienen mucho que aportar en el tema
de la comunicación intercultural y la comunicación desde la perspectiva
indígena, como Sally Burch (Ecuador), José Luis Aguirre (Bolivia), Rosa María
Alfaro y Jorge Acevedo (Perú). Y por supuesto colegas indígenas como Harold
Secué (Colombia) y los peruanos Teodoro Quispe (quechua), Cecilio Soria (shipibo),
Rosa Palomino (aymara), entre otros integrantes de la Red de Comunicación
Indígena del Perú (REDCIP).
Durante mi presentación me referí
fundamentalmente a las contradicciones entre el discurso y las acciones del
gobierno boliviano que por una parte se dice defensor de los indígenas, de los
territorios y de los recursos naturales, y por otra actúa en contra de esos
mismos principios, atropellando en ese camino la propia Constitución Política
del Estado, esa misma CPE que luego de tan cuestionado proceso de
manipulaciones políticas logró imponer el gobierno de Evo Morales.
Hice el relato y el análisis
pormenorizado del comportamiento de algunas plataformas de la red,
particularmente tuiter, en ocasión de la IX Marcha Indígenas del TIPNIS, cuando
dos mil hombres y mujeres indígenas, y 200 niños entraron en la ciudad de La
Paz el miércoles 27 de junio de 2012 luego de caminar 700 kilómetros durante 62
días, desde el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Securé (TIPNIS).
Al cabo de dos semanas de vigilia, el martes 10 de julio abandonaron la sede de
gobierno sin haber podido hablar con el presidente Evo Morales, que salió
precipitadamente de viaje para inaugurar una escuela en algún otro lugar del
país.
Las intervenciones de otros colegas en
las diferentes mesas de trabajo del foro público sobre “Comunicación
intercultural y periodismo alternativo” abordaron temas similares, que son una
demostración de que tanto en Bolivia, en Colombia, en Perú y en Ecuador se
presentan situaciones similares, en las que los gobiernos, aún los más
progresistas, mantienen una política ambigua respecto de los pueblos indígenas,
que son muy apreciados en el discurso cultural hasta que hacen escuchar sus
reivindicaciones sobre los recursos naturales, y sobre tierra y territorio.
Además del foro público, el evento
organizado por SERVINDI, ONAMIAP y REDCIP incluyó varios talleres de periodismo
en contextos rurales, un cine-foro y un Encuentro Nacional de Comunicadores
Indígenas. Todo esto contribuye en el gran movimiento regional que se ha ido
gestando desde hace varios años con el objetivo de preparar los insumos para la
II Cumbre de Comunicación Indígena que tendrá lugar el próximo mes en Oaxaca,
México.
Me complace haber participado en este
diálogo intercultural ya en dos oportunidades. La primera cuando los indígenas
del Cauca me invitaron a Popayán (Colombia) en noviembre del 2012, y ahora, en
esta reunión que tuvo lugar en Lima. En ambas ocasiones destacó la capacidad
organizativa de los comunicadores indígenas.
Impresiona la cantidad y calidad de
iniciativas de comunicación e información indígena que hay en nuestra región:
agencias de información, grupos de video, radios indígenas comunitarias, y
otras con trayectorias tan sólidas como el Tejido de Comunicación, de Colombia
o la Red de Comunicadores Indígenas del Perú (REDCIP), cuyo principal objetivo es
contribuir en la construcción de una agenda indígena común de comunicación para
hacer visibles ante el Estado y la sociedad en su conjunto las demandas del
sector indígena.
Esto es lo que dijeron algunos de los participantes en las Jornadas de Comunicación Intercultural y Democracia.
Estos encuentros suelen generar muchísima
información, que SERVINDI ha logrado poner a disposición de los interesados a
través de su página web, así como de su plataforma en Facebook, y de
informaciones enviadas por correo electrónico.
La entrevista que me hicieron los colegas
de SERVINDI durante las Jornadas de Comunicación Intercultural y Democracia
está a un clic de distancia, aquí y en YouTube. Por otra parte la página de Facebook de SERVINDI aloja
muchas fotos del evento: