05 mayo 2013

La luz de César Portillo


Nos sentaron lado a lado en una mesa de ocho, pero yo no sabía aún que ese señor mayor de rostro risueño que conversaba conmigo con voz suave y tranquila, era el compositor de “Contigo en la distancia”, uno de los boleros más hermosos de Cuba (y por lo tanto de América), y el fundador y mayor exponente de la música “filin”, César Portillo de la Luz. Lo supe, claro está, en el curso de la noche, pues en la mesa circular la conversación aludió varias veces a mi vecino quien respondía a los comentarios con afabilidad y una sonrisa que sólo pueden esgrimir los que ya están más allá del bien y del mal.

Estábamos a principios de junio de 1999 en La Habana, en una cena que ofrecía el presidente cubano con motivo del Primer Congreso Internacional de Cultura y Desarrollo. Las principales personalidades de la cultura del país habían sido invitadas para compartir y conversar con un centenar de invitados internacionales. La cultura y el desarrollo figuraban unidas en el emblemático título del congreso, pero en las mesas eran más bien las expresiones artísticas las que alimentaban la conversación. La oportunidad de conocer a figuras legendarias de las artes en Cuba en una cena presidida por un Fidel que todavía gozaba de plena salud, era memorable.

Tiempo después supe que César Portillo de la Luz había nacido el mismo día que yo, un 31 de octubre, sólo que en 1922. Mi colega escorpión acaba de fallecer a los 90 años de edad, rodeado por el respeto de todos y muchas veces homenajeado por el pueblo cubano y latinoamericano. La Agencia de Información Nacional (AIN) de Cuba indicó que por voluntad propia el cuerpo del músico será cremado y sus cenizas estarán expuestas el lunes 6 de mayo en una funeraria de La Habana.

La canción “filin” (del inglés feeling que se refiere al sentimiento en la interpretación) fue una modalidad innovadora del bolero cubano y Portillo de la Luz su fundador principal. El movimiento renovó el bolero al incorporar elementos melódicos del jazz. En la década de 1940 influyó en muchos cantantes y compositores de Cuba y de México. César Portillo de la Luz escribió canciones inolvidables como “Contigo en la distancia”, “Noche cubana”, “Realidad y fantasía”, “Concierto gris”, “Estampa bohemia” y “Perdido amor”.

Los muchachos del “filin” comenzaron reuniéndose en tertulias familiares en una zona céntrica de La Habana cuyo cuartel general era el callejón de Hamel 1108 en el barrio Cayo Hueso, en la casa de la familia de Tirso Díaz. Según datos de Ñico Rojas, los iniciadores fueron trece: Ángel Díaz, César Portillo de la Luz, José Antonio Méndez, Rosendo Ruiz Quevedo, Armando Peñalver, Niño Rivera, Pablo Reyes, Armando Guerrero, Luis Yáñez, Rolando Gómez, Tania Castellanos, Frank Emilio y el propio Ñico Rojas. Durante la década de 1960 el “filin” se trasladó hacia la zona moderna de El Vedado (La Rampa), donde abundaban los clubes y los bares de grandes hoteles, entre ellos el Pico Blanco del hotel Saint John, El Gato Tuerto, el Club Sheherezada, el Club 21, entre otros.

Cuando escribió “Contigo en la distancia” en 1946, Portillo de la Luz no tenía la expectativa de vivir de la música. Hacía música porque era una necesidad personal, la de un muchacho enamorado, sin aspirar a sacarle ningún beneficio económico. En aquel tiempo hacía trabajos de pintor de brocha gorda y daba clases de guitarra. “Contigo en la distancia” se convirtió en uno de los boleros más interpretados por otros artistas, entre los más actuales Caetano Veloso, Christina Aguilera y Luis Miguel. Al respecto Portillo de la Luz solía hacer una broma: “Ahora les voy a interpretar ‘Contigo en la distancia’ de Luis Miguel…”

Ese y otros temas que compuso han sido interpretados por grandes figuras de la música como Nat King Cole, Pedro Vargas, Lucho Gatica, Fernando Fernández, Luis Mariano, Plácido Domingo, María Bethania y la Orquesta Sinfónica de Londres.

Cesar Portilo con Silvio Rodríguez y Joaquín Clerch
Vivió una vejez feliz, rodeado de cariño. A sus 82 años dijo en una entrevista con Pedro de la Hoz, de la revista digital La Jiribilla: “A mi edad me doy el lujo de decir, más que nunca antes, lo que pienso (…) Siempre he creído que la verdad es revolucionaria”. Y preguntado sobre el origen y la vigencia del bolero: “…siempre hay algún tonto que se cuestiona si el bolero es cosa de nostálgicos o si no es una enfermedad de los cubanos creernos que somos los únicos dueños de esa forma de la canción. Mira, si el bolero estuviera en artículo mortis, no hubiera tantos jóvenes cantándolo y disfrutándolo, ni los compositores acudieran a su fórmula, ni las disqueras seguirían haciendo discos. En cuanto a la paternidad cubana, está fuera de toda discusión; lo cual no debe confundirse con una internacionalización muy beneficiosa incluso para el bolero cubano.”

Y en otra entrevista que hay que ver, de la serie “Cubanos en primer plano” de Carlos Alberto García en el periódico digital Cubarte (octubre del 2012), afirma que empezó con la música simplemente “por puro placer” y nunca se propuso ser “un artista del disco”. “Soy un comunicador” dice, en forma de trovador.

Con frecuencia conocemos la canción y no a su autor, o atribuimos canciones a intérpretes de moda. Sirvan estas palabras para no olvidar que fue César Portillo de la Luz quien escribió esta hermosa canción, aquí interpretada por María Laura Landívar:

CONTIGO EN LA DISTANCIA

No existe un momento de día
en que pueda apartarme de ti;
el mundo parece distinto
cuando no estás junto a mí.
No hay bella melodía
donde no surjas tú,
ni yo quiero escucharla
si no la escuchas tú.
Es que te has convertido
en parte de mi alma,
ya nada me conforma
si no estás tú también.
Más allá de tus labios
del sol y las estrellas,
contigo en la distancia
amada mía estoy.