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Edwin Saavedra y su hijo embajador |
Las semanas recientes han revelado las
tretas poco éticas y el oportunismo político de Edwin Saavedra, dueño de Toyosa
y de la Curva de Holguín (entre otras que habría que investigar). Este es un
personaje que con mañas ha doblado el brazo a varios gobiernos municipales, y ha
establecido una relación cercana con el régimen de Evo Morales (al más alto nivel:
García Linera y familia), al extremo de que Erick Saavedra, hijo del empresario
y sin trayectoria diplomática, fue nombrado Embajador en Japón (para facilitar sus
negocios).
En 1950 la ciudad acababa en San Jorge, y
fue un hombre de negocios peruano, Manuel Holguín, quien se aventuró a levantar
a las orillas del Choqueyapu una pequeña cabaña y años después una casa, rodeada
de chacras de “los obrajes”. Manuel y María Rosa, su esposa ecuatoriana, cultivaron
jardines y construyeron una enorme casa de muñecas para Sambita, su hija.
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Mega proyecto WTC, que haría colapsar la zona |
Varias volteretas poco transparentes
hicieron que Saavedra se apropiara del terreno ahora tan codiciado de la Curva
de Holguín. La cronología de tráfico de influencias se va enriqueciendo a
medida que pasan los días y salpica al propio alcalde Luis Revilla, lo que dice
mucho de la habilidad manipuladora de Saavedra para meterse en el bolsillo no
solamente a la máxima dirigencia del gobierno masista, sino también a un
alcalde de oposición, lo cual lamento más.
Incluso “Rocha el Breve”, alcalde masista
que hizo mucho daño en muy poco tiempo, reveló que Saavedra le había ofrecido
50 mil dólares para cambiar el uso de suelos de la Curva de Holguín.
Quizás Rocha esperaba una mejor oferta,
porque otro masista, el Concejal Silva, aprovechó su breve interinato en la
Presidencia del Concejo Municipal en 2016 para autorizar el cambio de uso de
suelos y regalarle así más superficie a Saavedra. Hasta donde se ha desenrollado el ovillo,
sabemos que los actos irregulares que permitieron apropiarse de los terrenos
municipales de la Curva de Holguín comenzaron con el alcalde Germán Monroy
Chazarreta. Recordemos que a ese pillo la policía lo halló escondido en un
ropero y luego fue sentenciado a seis años de cárcel (pero ofreció su apoyo al
“proceso de cambio”).
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Ronald MacLean Abaroa |
No todos los alcaldes de La Paz han sido
corruptos, por suerte. Uno de los que frenó las ilegalidades fue Ronald MacLean,
quien recuerda que Saavedra construyó una casa en La Florida (para su mala
suerte a media cuadra de MacLean), y se excedió en el cumplimiento del permiso
municipal y su norma, aumentando ilegalmente un piso a la construcción. MacLean
ordenó la demolición del piso excedentario, luego de una larga lucha para obligar
a Saavedra a cumplir con la norma.
Edwin Saavedra ha estado muchas veces
involucrado en trámites ilegales. A principios de la década de 1990, se alió
con el concejal Chito Valle (otro que está o ha estado preso por corrupción) y durante
esa gestión se autorizó rebanar y aplanar el cerro Rosasani de la Curva de
Holguín. Cuando MacLean regresó como Alcalde en 1996 paralizó las obras, pero
el cerro ya había sido decapitado. Ese fue un hecho contrario a toda norma
municipal. “Fuera del enorme daño estético y ecológico, los cerros en La Paz
cumplen el papel de biombos naturales que mitigan el viento y guarnecen los
pequeños valles agrícolas de las inmediaciones. El derrumbe de ese cerro ha
dejado una horrible cicatriz a Obrajes y a La Paz”, afirma Ronald MacLean.
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Entre socios |
Saavedra se ha asociado con jerarcas del
MAS y ha consolidado la propiedad con la instalación del teleférico en terrenos
usurpados del municipio y los paceños. El origen propietario de esa curva es
espurio. Al final, la Alcaldía se derrota a sí misma por no tener los
pantalones bien puestos.
La verdad está saliendo con tirabuzón y explica
la tenaz resistencia del Alcalde Luis Revilla de investigar el caso Saavedra: Maricruz
Medrano, esposa de Siñani trabajó para Saavedra hasta 2017, en flagrante
conflicto de intereses. No se entendía hasta ahora el empecinamiento de Revilla
para defender al socio de García Linera, en lugar de liderar una investigación transparente
que se remonte al año en que esa propiedad municipal fue transferida a manos
privadas.
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Medida insuficiente del Alcalde Revilla |
Si Revilla quiere salvar su futuro
político, tiene que revertir esos terrenos a propiedad municipal. Si no lo
hace, está perdido. Puede recuperarse de
los deplorables accidentes de Alpacoma y de Llojeta, que empañan una buena
gestión municipal, pero de la “curva peligrosa” de Holguín no podrá salvarse si
no toma una posición radical de recuperación de un bien público. El problema de
Revilla es que no ha sabido diferenciar entre sus amigos y quienes le hacen
pisar trampas.
Ahora puedo titular así este comentario,
porque la curva de Holguín se ha convertido en pocas semanas (desde mi nota: “Curva
apetecible”), en una montaña rusa sin frenos. Basta de trampas y complicidades.
Sería un gran regalo del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz anunciar durante
las fiestas de julio que se avecinan, la recuperación de esos terrenos para
convertir la Curva de Holguín en un hermoso parque. Hay argumentos de sobra y la
ciudad se lo merece.
(Publicado
en Página Siete el 29 de junio 2019)
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La
honestidad es un regalo muy caro,
no la
esperes de gente barata.
-- Warren
Buffett
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