03 diciembre 2010

Comunicación para el desarrollo en Naciones Unidas

Lo que sigue en esta nota viene a cuento porque en los últimos dos años he contribuido en un proceso impulsado por la Unesco para analizar, posicionar y promover la comunicación para el desarrollo. He participado en varias actividades en la sede de la organización en París y en América Latina.

A pedido de Unesco hice en Uruguay una evaluación formativa sobre cómo las agencias de Naciones Unidas en ese país implementan programas de comunicación para el desarrollo, en cumplimiento del mandato de la Asamblea General de las Naciones Unidas. El resultado es que la mayoría hace muy poco o nada en ese campo. Mi informe no es confidencial, ya que la oficina regional de Unesco lo ha colocado en su página web. Basta un clic para bajar el PDF.

De todas las agencias del sistema de Naciones Unidas, la única que tiene como mandato la comunicación es la Unesco. Las demás tienen programas y proyectos de comunicación pero es la Unesco la que desde lo más alto de su estructura organizativa, tiene un sector de comunicación al mismo nivel que los otros sectores que justifican su sigla: educación, ciencia y cultura.

Por las investigaciones que ha alentado y por su apoyo a las políticas de comunicación, la Unesco sobresale en el panorama no solamente de las organizaciones multilaterales, sino también se sitúa muy por delante de la agencias bilaterales para el desarrollo, y por encima de los gobiernos, de las fundaciones y de las ONGs que deberían ser las más cercanas a la comunicación entendida como un proceso de diálogo y participación.

Por lo general, cuando las instituciones dicen que están comprometidas con la “comunicación”, lo que realmente hacen es difusión de información o –peor aún- propaganda de sus propias actividades para apuntalar la visibilidad institucional. Un ejemplo claro de ello es UNICEF, mucho ruido y pocas nueces, y sé de lo que hablo luego de haber trabajado más de siete años en esa organización.

La confusión entre información y comunicación es tan frecuente, que no solamente la gente común sino los propios periodistas y comunicadores hablan de “medios de comunicación masiva” para referirse a los medios de información y de difusión.  Ya dije en varios ensayos, y en un artículo reciente publicado en Página 12 (Argentina), que los medios de comunicación masiva no existen, que son una mentira.

Gustavo Gómez
La Unesco entiende bien la diferencia, y ha librado batallas emblemáticas en favor de la libertad de expresión, del derecho a la información, y del derecho a la comunicación. Los tres conceptos suelen también confundirse, aunque no es tan difícil distinguir sus diferencias: mientras la libertad de expresión protege a los periodistas y a los medios, el derecho a la información es del derecho de las personas a acceder a la información de las instituciones del Estado, y el derecho a la comunicación es el que tenemos todos de poder comunicarnos a través de instrumentos propios, como los llamados medios comunitarios.

Si hacemos un poco de historia recordaremos que la Unesco libró la batalla por un Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación (NOMIC) a raíz del informe de la Comisión MacBride (integrada entre otros por Gabriel García Márquez) que demostró que las grandes potencias mundiales tenían bajo estricto control los flujos de información en el mundo. La evidencia era tan aplastante en el informe, que Estados Unidos e Inglaterra se retiraron de la Unesco durante muchos años y la sabotearon con todos sus recursos propagandísticos.

Las batallas que continúa librando la Unesco en años recientes recuperan la historia anterior y hacen énfasis en el derecho a la comunicación, promoviendo -por ejemplo- las nuevas tecnologías y la comunicación para el desarrollo en países de Asia, África y América Latina.

Gabriel Kaplún y Gunther Cyranek
A invitación de Gunther Cyranek, hasta fines de noviembre Asesor Regional de Comunicación e Información de la Unesco para el Mercosur, participé recientemente en Montevideo en el cierre de la conferencia “Comunicación para el Desarrollo, Cambio Social y Participación”, en la Torre de las Telecomunicaciones de ANTEL (Administración Nacional de Telecomunicaciones), un edificio moderno, cerca del puerto, semejante a un velero (muy parecido al gigantesco Burj Al Arab, el hotel de siete estrellas de Dubai).

En el programa del evento destacó la abundancia de experiencias de comunicación con un sentido de participación y desarrollo. Desde el Estado se ha hecho realidad el ambicioso Plan Ceibal, al que me referí en una nota anterior, por el cual se ha dotado de una computadora XO a todos los estudiantes de las escuelas públicas del país. Desde la sociedad civil la comunicación participativa se ha enriquecido con propuestas como TV Árbol, y muchas otras.

Las experiencias mencionadas y otras están descritas en capítulos de un nuevo libro de la Unesco que fue presentado por Gunther Cyranek. Con sus 500 páginas, fotografías y un formato poco convencional, “Comunicación para el desarrollo: una herramienta para el cambio social y la participación” contiene 30 textos que se refieren a “enfoques y experiencias”, entre ellos uno mío donde analizo el papel que cumple la comunicación para el desarrollo en el sistema de Naciones Unidas. El libro entero puede ser bajado en PDF de la página de Unesco.

El evento contó además con expositores de primera línea, los amigos Gabriel Kaplún (quien dirige la carrera de comunicación en la Universidad del Uruguay), Eduardo Rebollo (quien hace lo propio en la Universidad Católica), y Gustavo Gómez quien ocupa desde hace pocos meses la función de Director Nacional de Telecomunicaciones en el gobierno de Pepe Mujica, y antes era el Director de Legislaciones de la AMARC. Se pueden descargar las fotos del evento en la página web de Unesco.

Ana María Mizrahi, Gabriel Kaplún, Alfonso Gumucio Dagron, Gunther Cyranek 
La conferencia generó saludables expectativas en los medios de información de Uruguay, desde luego proclives a una concepción progresista de la comunicación. El Canal 5, televisión pública, nos invitó a Gabriel Kaplún, a Gunther Cyranek y a mí a una entrevista con Ana María Mizrahi en el programa “La Noticia y su Contexto”. Las fotos de esa emisión en vivo, que tuvo lugar en su estudio “transparente” (de vidrio, sobre el Bulevar Artigas)  también pueden bajarse de la página web de Unesco.

Alfonso Gumucio Dagron
Por otra parte Sebastián Auyanet, del diario El País, me permitió en una entrevista publicada el sábado 2 de noviembre, abordar los temas antes mencionados, porque me parece importante seguir insistiendo hasta que se entiendan.

Este tipo de actividades que apoya la Unesco, relacionadas con la comunicación para el desarrollo se están dando también en otros países de la región, por ejemplo en Ecuador con la participación de CIESPAL. La idea es preparar una masa crítica de documentación, experiencias y debates con vistas a la 12ª Mesa Redonda de Comunicación para el Desarrollo que tendrá lugar en India en 2011.