Estuve en el lanzamiento de la "Antología de Comunicación para el Cambio Social", en Bogotá, el 3 de marzo del 2009 con el auspicio de la Universidad Javeriana. Al presentar el libro el Decano de la Facultad de Comunicación y Lenguaje, Jürgen Horlbeck, lo llamó “un mamotreto” para luego hacer una digresión etimológica de la palabra, señalando que en griego tardío “mammothreptus” significa “criado por la abuela”, por lo tanto bien amamantado y alimentado, un muchacho fuerte y supuestamente gordinflón. Añadió que tendría una función importantísima en la universidad, precisamente porque iba a “alimentar a quienes se atrevieran a consultarla”.
Nueve autores incluidos en la Antología son colombianos: Jesús Martín Barbero y José Miguel Pereira residen en Colombia, no así Clemencia Rodríguez,
Jesús Martín Barbero, uno de los autores latinoamericanos más reconocidos a nivel mundial, nos agradeció a Thomas Tufte y a mi, “por haber sido capaces de poner tantas voces y tejerlas entre sí. Este libro es un tejido de voces múltiples, pero con una enorme presencia y potencia del pensamiento latinoamericano y esto es clave, realmente clave desde nuestros países hacia el resto del mundo”.
Añadió que “el libro trae dos apuestas: la primera pensar en la transformación de la sociedad y la segunda, pensarla desde la comunicación no como técnica -que hoy es la obsesión de la inmensa mayoría de las facultades de comunicación en América Latina, que le están haciendo caso al mercado quien les dice descaradamente cómo formar a los comunicadores. Para mi y los que llevamos casi 40 años luchando por esta causa, encontrar que hay un libro mundial, global en el mejor sentido de la palabra, que pone como claves el cambio social y el tejido de las realidades de que está hecha la comunicación, tanto más que de los medios, es una enorme alegría”.
“Como insinuó Alfonso Gumucio, hace mucho tiempo que hay en América Latina un pensamiento pionero, pero los del norte nos siguen mirando desde arriba. Hay una expresión preciosa de Appadurai: ‘Nos siguen pensando como proveedores de materia prima para los molinos teóricos del Norte’”, añadió.
“En esta obra lo que hay, de veras, es una apuesta de diálogo del mundo con América Latina; pone a América Latina en el mundo y le permite al mundo -en su versión en inglés- enterarse de que aquí no solo hay materia prima para que la muelan los molinos del Norte, de que aquí no sólo hay informantes nativos sobre las exóticas formas de comunicación de los nativos de América Latina, sino que aquí hay tanto pensamiento o más. Lástima que esto no sea sólo problema de los países del norte, sino de la mayoría de las facultades de comunicación de América Latina, que cuando se han hecho rastreos bibliográficos, salvo cuatro o cinco que salimos premiados, hay una enorme cantidad de bibliografía barata pero con firmas que tienen mucho mercado en el norte.”