“¿Tienes algún texto sobre el tigre o sus alrededores?” Sin ser stronguista, ni fanático espectador de fútbol, no podía dejar de lado la provocación que me hizo Ricardo Bajo –un vasco radicado en Bolivia- en un breve mensaje el 11 de agosto pasado. Me encontraba entonces en Ghana en el congreso de OurMedia y solamente atiné a responder: “No tengo, pero es un desafío bonito para escribir algo. ¿Cuales son los plazos?”. Dos semanas…, respondió.
No soy tan aficionado al fútbol como par a ver un partido completo, ni siquiera en la televisión, pero en mi vida he visto unos pocos en vivo, cuando era adolescente y venía alguna vez el Dr. Paz Estenssoro para llevarme al palco presidencial del Estadio Hernando Siles (quizás el único estadio que conozco). En el Cadillac negro blindado que entonces era el vehículo presidencial (¿donde estará?) se podía desdoblar un taburete en el que yo me sentaba frente al entonces presidente de Bolivia.
Por lo demás, me gusta ver en la televisión los goles creativos, y en los mundiales me he pegado alguna vez a un partido interesante, sobre todo cuando juegan equipos latinoamericanos. Eso sí, me gustaba jugar fútbol más que mirarlo, y era del equipo del colegio, como lo era también del equipo de atletismo y de algún otro deporte.
Entonces, al regresar de Ghana pude en el avión escribir unas cuantas líneas y definir el tema del cuento: recordé el accidente que sufrió un avión del LAB, varias décadas atrás, en el que murió el equipo completo de The Strongest y además el director de mi colegio, el James O’Connor, un bonachón cura canadiense.
No recordaba los detalles, de modo que chateando con Carlos Mesa, uno de los grandes conocedores del fútbol boliviano, le pregunté sobre el accidente. A vuelta de chat y sin mediar un minuto me dio, de memoria, todos los detalles: los nombres de los jugadores, del entrenador, el partido que acababan de jugar en Santa Cruz, y la fecha exacta, que fue la del golpe de Ovando, lo cual permitía relacionar el accidente con el tema político. Ante tanta información le dije a Carlos: “Ese cuento deberías escribirlo tú…” A lo cual respondió: “¿Por qué no lo escribimos juntos?”.
Y así fue, lo escribimos a cuatro manos, en sucesivos intercambios de correo, mientras Ricardo Bajo se ponía nervioso y me bombardeaba con mensajes titulados “el cuento porfa!!!!!!!!!!” Al final, cuando se lo enviamos, tituló otro de sus mensajes: “espectacular!!!!!” Se ve que Bajo es un hombre altamente entusiasta.
Fue en todo caso su empuje y su persistencia que lograron reunir entre las dos tapas de Wariskaya: Cuentos Stronguistas a 31 autores, de los cuales solamente tenía 11 cuando me escribió en agosto. Entre los cuentistas están notorios stronguistas como Pedro Susz, Homero Carvalho y pero también otros escritores que, o no son de The Strongest como mi co-autor Carlos Mesa que es del Always Ready y del Real Madrid, o ajenos al tema como yo mismo, que lo hice por amor a la literatura antes que al fútbol. El libro se presentó en La Paz el viernes 26 de septiembre 2008, fecha emblemática para los atigrados y para la historia del país.
20 noviembre 2008
Warikasaya
Posted by Alfonso Gumucio hora 8:33 p.m.