Fernando "Coco" Cuéllar (foto: Alfonso Gumucio) |
Su actividad como profesor en la Universidad Católica San Pablo ofreció la oportunidad a varias generaciones de estudiantes de descubrir la fotografía como un arte exigente, que trascendía la facilidad tramposa de la instantánea. Fernando era un perfeccionista que enseñaba a manejar la imagen con responsabilidad y respeto. Más allá de las oportunidades que brinda la tecnología digital, tenía como referente su experiencia con fotografía analógica, aquella que permite el trabajo artesanal y exige un doble esfuerzo creativo.
Saxo |
En ambas pasiones estuve a solas con él, porque no fui el día de la inauguración sino después. Conversamos sobre fotografía y me sorprendió su humildad: no hacía alarde de su obra, más bien se refería a ella con cierta timidez, un poco incómodo cuando le hacía alguna pregunta. Y me impresionó su disciplina de estar todas las tardes acompañando sus muestras, de corbata y muy elegante, aunque hubiera pocos visitantes.
La retrospectiva que se organizó con el auspicio de la Secretaría de Cultura del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, hacía justicia a la diversidad de su obra porque las 52 fotos expuestas incluían por una parte sus proyectos personales y por otra los trabajos de encargo que había realizado en Bolivia, en México, en Haití, en Francia y otros países donde residió durante algún tiempo.
Marion Macedo |
Fernando Cuéllar, como muchos de nosotros, tenía una faceta trashumante. Durante sus estudios en Ciudad de México y luego en París hizo énfasis en los aspectos técnicos, lo que luego le serviría para desarrollar proyectos de encargo con el mayor profesionalismo. Recuerdo que alguna vez me contó de su trabajo en Cancún, México, donde permaneció algún tiempo.
Armando Urioste lo recuerda: “Coco fue un creador comprometido y singular. Nos trajo una estética que no conocíamos, la de la fotografía como puesta en escena, entonces elegía un espacio o un lugar iconográfico y lo poblaba de personajes surreales, ya sea de teatro con Mondacca Teatro o el Festijazz. No le interesaba documentar sino sugerir un mundo que tan solo lo fotográfico podría construir y ese mundo era de una pureza singular”.
Danza |
Valparaíso |
Lamentablemente esa galería adosada a uno de los muros de contención de la Avenida Costanera, es uno de los peores lugares para exponer, pues no hay manera de que puedan apreciarse las fotos al pasar en un vehículo.
Muchos años atrás, cuando fui presidente del Círculo de Fotógrafos Profesionales, escribí para el sitio Bolivia Web una semblanza de Fernando, tratando de resumir su extensa carrera profesional en pocas palabras:
Con Coco Cuéllar, en abril 2005 |
“Ha sido Secretario General del Círculo de Fotógrafos Profesionales de Bolivia (CFPB) de 1995 a 1997. Sus trabajos de encargo lo han vinculado a instituciones como CORDEPAZ, USAID, JICA, FADES y Naciones Unidas. Ha participado en numerosos concursos de fotografía y obtenido menciones en algunos de ellos: el XVLI Concurso Fotográfico KIMSA – Kodak (México 1984); el Primer, Segundo y Cuarto Salón Municipal de Fotografía (La Paz, 1991, 1992 y 1994); el Concurso Internacional ASOFOTO (Colombia, 1994); el Concurso Reisfchneider/FUJI (La Paz, 1994) y el II Salón Municipal de Fotografía (Cochabamba, 1995). Ha exhibido en numerosas muestras colectivas en Bolivia y en México”.
Fernando Xavier Cuéllar Otero nació el 10 de agosto de 1956 y falleció el jueves 15 de agosto de 2019 en La Paz.
(Publicado en Página Siete el domingo 1 de septiembre 2019)
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En la
fotografía hay una realidad tan sutil
que
llega a ser más real que la realidad.
——Alfred
Stieglitz