14 diciembre 2017

Soberanía audiovisual

¿Qué es la soberanía audiovisual? Si hacemos la analogía con la soberanía alimentaria, sería crear o fortalecer la capacidad propia de producir y consumir relatos audiovisuales propios, valorar aquello que puede producir la fertilidad de las culturas nacionales, y al usar el término “nacionales” me refiero no solamente a lo que encierra el perímetro de un país, sino a las diferentes comunidades culturales que ocupan ese territorio y que a veces desbordan las fronteras tradicionales hacia un país vecino donde la misma cultura está viva.

La producción cultural de cine y medios comunitarios tiene un papel fundamental en la soberanía audiovisual frente al avasallamiento del cine comercial de Estados Unidos que llena las carteleras nacionales sin distingo de fronteras. Frente, también, a la producción y consumo de imitaciones locales de modelos multinacionales. 

De las virtudes y de los problemas de los medios audiovisuales pudimos intercambiar exhaustivamente en Lima (Perú) durante los tres días del IV Encuentro Internacional de Cine Comunitario “Chacchando sueños”, donde los amigos del legendario Grupo Chaski, que lo organizan cada año, me invitaron para presentar una clase magistral sobre “Cine y medios comunitarios: fortalecer la cultura y la memoria”.

En esa charla traté de subrayar la importancia de vincular el cine más con la comunicación y la cultura que con la tecnología, citando para ello a varios autores, entre ellos Dominique Wolton: “Al final, en la comunicación lo más simple está en el lado de los mensajes y las técnicas, y lo más complejo de lado de los seres humanos y las sociedades”.

El programa desarrollado entre el 19 y el 21 de octubre incluía conferencias, talleres y conversatorios que tuvieron lugar en salas del Ministerio de Cultura peruano, un edificio de extraordinaria arquitectura lleno de espacios adecuados como salas de conferencias, salas de exhibición, auditorios para actos especiales, el canal de televisión Cultura 24 y la magnífica Radio Filarmonía cuyos estudios, bellísimos, parecen un museo donde la transparencia de las divisiones de vidrio deja ver espacios de trabajo admirablemente decorados.

Con Alejandro Legaspi y Félix Zurita
Me enteré recién que el nuevo Ministro de Cultura de Perú es nada menos que Salvador “Tore” del Solar, el actor y director del largometraje Magallanes (2015), con quien tuve oportunidad de conversar en los Premios Platino en Punta del Este en 2016. Un cineasta como Ministro de Cultura es sin duda mejor que lo que tenemos en Bolivia, una periodista dedicada al turismo.

Además de algunos expositores internacionales como Félix Zurita (Nicaragua), Jaime Pinto (Chile), Amanda Trujillo Ruano y Luis López Pozo (Ecuador), se presentaron experiencias peruanas tan interesantes como la Escuela de Cine Amazónico que recoge los relatos de comunidades indígenas amazónicas, cambiando de esa manera el enfoque predominante de un cine comunitario de la sierra.

Cada noche en la sala Armando Robles Godoy (en homenaje al pionero del cine peruano amazónico) tuvo lugar una muestra de películas nacionales e internacionales que abordan temas comunitarios, como es el caso de las producciones del Grupo Chaski, la Videoteca de las Culturas del Ministerio de Cultura y la Escuela de Cine Amazónico. 

De esta última organización animada por Fernando Valdivia y Carlos Marín, vi el cortometraje Sergio libre (2017) de Luis Chumbe Huamani, documental filmado en Belén (Iquitos) que muestra la vida cotidiana de ese pueblo de extrema pobreza construido en palafitos sobre el rio Itaya, a través de un personaje real, Sergio Marichi Umbato, que destaca la armonía de la vida en su pueblo, gente que vive en el agua permanentemente, lejos de toda mirada miserabilista. El documental está muy bien filmado y tiene una estructura estética occidental (las decisiones sobre la posición de la cámara, sobre la duración de los planos, sobre el montaje, etc), sin embargo muy eficiente para mostrar la realidad de Pueblo Libre que paradójicamente algunos llaman “la Venecia peruana”.

Los films de la Red de Microcines de Chaski son resultado de un sueño creado por Stefan Kaspar, fallecido en octubre de 2013. Los microcine comenzando siendo espacios de distribución regionales para la exhibición de films de calidad sobre temas de importancia social y constituyen hoy un ejemplo latinoamericano de distribución alternativa organizada por grupo de jóvenes que difunden esas producciones en 32 microcines de provincias y de la capital peruana.

En una etapa posterior esos jóvenes de los microcines comenzaron a producir películas sobre su realidad, por lo generales pequeños cortos documentales qe muestran el potencial de un cine comunitario diverso. La página de Chaski en Vimeo reúne decenas de films interesantes de acceso libre, así como los clásicos del Grupo Chaski, Gregorio  (1984), entre otras obras pioneras.

El magnífico edificio del Ministerio de Cultura de Perú
Los debates y conversatorios sobre “Contenidos culturales en la web”, “¿Qué cine comunitario queremos?”, “Plataformas digitales para democratizar los medios”, “El cine hecho en los barrios culturales de Comas”, entre otros, fueron espacios para reflexionar una vez más sobre el presente y futuro de las experiencias audiovisuales comunitarias, que siguen siendo invisibles a pesar de investigaciones como Cine comunitario en América Latina y el caribe (2012), investigación que coordiné para la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano (FNCL).

Una de las características de ese audiovisual que construye soberanía cultural es el ejercicio del derecho a la comunicación y la noción de que en el proceso de producción de una película, lo que importa es el proceso mismo antes que los resultados. La perspectiva de largo plazo y la búsqueda de lenguajes y formatos propios, garantizan el proceso de apropiación de las propias comunidades. Es otra idea del cine que para muchos es difícil de entender.

Con el equipo de Chaski y otros invitados al evento
Los eventos son oportunidades para compartir, pero más allá de las conferencias interesantes y los debates que ayudan a avanzar en la reflexión, está el sentido de “encuentro”, es decir, de convergencia y puesta en común, que son la esencia de la comunicación entendida como proceso humano y no como transmisión de información. Y los encuentros son también re-encuentros que permiten continuar el diálogo con colegas con quienes nos hemos cruzado antes en otros eventos similares.

Con Jorge Vignati, en su último cumpleaños, 11 de mayo 2016
Volver a Lima esta vez sin poder encontrar a Jorge Vignati, fallecido el pasado 8 de marzo, no es fácil, y menos en un encuentro sobre cine comunitario donde su nombre estuvo presente en todo momento, porque no había en el evento quien no hubiera en algún momento sido tocado por el cineasta, generoso mentor de nuevas generaciones.

(Artículo publicado en Página Siete el 22 de octubre 2017)

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La cultura es la sonrisa para todas las edades,
puede estar en una madre, en un amigo o en la flor
o quizás se refugie en las manos duras de un trabajador.
—León Gieco