24 noviembre 2010

ALAIC 2010 en Bogotá

Los eventos internacionales pueden ser buenos, regulares o malos, pero todos tienen una ventaja: son lugares de encuentros y reencuentros, tanto en el plano de los intercambios intelectuales como en el del desarrollo de complicidades amistosas.  En el caso del décimo congreso de ALAIC, la ventaja fue doble pues además de volver a ver a buenos amigos o de conocer otros, el evento fue de calidad y todos los que fuimos congregados durante tres días en la Universidad Javeriana de Bogotá, nos fuimos satisfechos.

Estuve con amigos estudiosos de la comunicación de varios países de la región, peruanos, argentinos, mexicanos, ecuatorianos, brasileños, chilenos, por supuesto colombianos… y también bolivianos, como José Luis Aguirre, Erick Torrico y Carlos Arroyo, entre los más destacados de mi país.
Me sumé al merecido homenaje que ALAIC le hizo a José Marques de Melo, volví a encontrar luego de 30 años a Héctor “Toto” Schmucler, y extrañé en cambio la presencia de Jesús Martín Barbero y de Omar Rincón, ausentes aunque ambos viven en Colombia.

Mi tarea específica en el X Congreso de ALAIC fue la coordinación del Grupo Temático sobre Comunicación y Cambio Social, como lo he hecho desde que este grupo fuera creado en 2006. Nuestro primero encuentro, en el VIII Congreso de ALAIC cerca de Porto Alegre, contó con la participación de doce personas, de cinco nacionalidades diferentes. Nos volvimos a reunir en el Tlanepantla, Estado de México, en 2008, y allí el grupo se renovó con un número parecido de participantes.

Foto: Irma Avila Pietrasanta
No sospechábamos sin embargo que en 2010 tendríamos 29 ponencias, más que cualquiera de los otros 21 grupos temáticos de ALAIC. Los participantes de ocho  países (Bolivia, Colombia, México, Chile, Brasil, Uruguay, Venezuela y Argentina) presentaron en su mayoría relaciones sobre experiencias de comunicación para el cambio social, y el estado de sus investigaciones académicas o de sus acciones concretas. Aunque con dificultades técnicas, se hizo la conexión vía Skype con una colega de Chile que no pudo viajar a Bogotá.

Nuestra sala estuvo repleta todas las tardes del evento no solamente con los expositores, como suele suceder en estos congresos de ALAIC, sino con otros colegas interesados en escuchar las presentaciones y participar en las discusiones. El grupo temático destacó no solamente por eso, sino además por ser el único que dispone de una página web propia y de una plataforma de diálogo en Google Groups, que nos permite intercambiar documentos, enviar mensajes a todo el grupo, y publicar noticias sobre los miembros del GT-CCS.

En Bogotá los participantes decidieron prolongar durante dos años más mi responsabilidad como coordinador del Grupo Temático de Comunicación para el Cambio Social, y eligieron como co-coordinadora a Amparo Cadavid (Decana de Comunicación y Periodismo de UNIMINUTO), y como Secretaria Técnica a la joven investigadora colombiana Liliana Raigoso, quien fue mi brazo derecho en la organización del grupo en ALAIC 2010, tomando a su cargo la recepción de ponencias, las actualizaciones de la página web del grupo y la correspondencia con los participantes.

En apenas tres congresos, el Grupo Temático sobre Comunicación para el Cambio Social se consolidó, como una demostración más del interés creciente por una comunicación cuyo enfoque recoge no solamente las experiencias participativas y las prácticas comunitarias, sino que reflexiona sobre políticas y estrategias de comunicación para el desarrollo y el cambio social.

Pocos días antes del Congreso de ALAIC estuve en Cartagena de Indias, la hermosa ciudad amurallada y bañada por agua del Caribe, que ya tiene para mi un aire familiar por las veces que la he visitado en los últimos diez años.  Allí tuvo lugar el Encuentro Nacional de Estudiantes de Comunicación Social (ENECS), valioso porque logró crear una nueva asociación de estudiantes de comunicación, que ya no existía en Colombia porque la anterior había perdido su personería jurídica.

Los organizadores de ENECS me invitaron a hablar de la comunicación para el cambio social el día de la clausura del evento, y al igual que hicieron con otros conferencistas, tuvieron el detalle de elaborar un breve video de presentación. No sé cómo se dieron mañas para encontrar en internet fotos mías y toda la información biográfica que incluyeron en ese breve video que ahora se puede ver en YouTube.

Inmediatamente después de Cartagena, fui invitado a Bogotá para conversar en varias sesiones sucesivas con estudiantes y profesores de la carrera de comunicación social de UNIMINUTO y de la Facultad de Comunicación Social para la Paz de la Universidad Santo Tomás, ambos interesados en crear en 2011 especialidades o maestrías con énfasis en comunicación para el cambio social.

De esa manera en poco tiempo Colombia se convertiría en el país latinoamericano con más universidades interesadas en promover un enfoque especializado de comunicación para el desarrollo y el cambio social.