Algo que siempre llamó mi atención durante los cinco años que viví y trabajé en África occidental a fines de los 1980s y principios de los 1990s, fue los anuncios de las peluquerías que se instalan en las calles, pintados a mano por artista populares.
Me gustaron por su ingenuidad creativa y por su precario manejo de la perspectiva, de modo que cuando conocí a uno de esos pintores en Burkina Faso le pedí que pintara un retrato mío en medio de un paisaje africano. El resultado es un cuadro de tamaño mediano, que conservo con mucho cariño como uno de esos mojones que jalonan la memoria a medida que uno se va haciendo más viejo.
Durante años fui fotografiando decenas de esos letreros, en Burkina Faso, en Mali, en Nigeria, en Benin, en Costa de Marfil y otros países de la región, pero nunca les di ningún uso. Ahora que regresé recientemente a Ghana volví a verlos y a fotografiarlos, y decidí escribir por lo menos unas líneas sobre esta forma de arte popular que corre el riesgo de perderse con el avance de la “modernidad”.
Mejor aún, conocí al artista plástico Atta Kwami, que en el área de Kumasi ha venido realizando durante años una labor de recopilación y de análisis de estos pintores populares, algunos de los cuales han trascendido la pintura alimentaria y descriptiva de los letreros para las peluquerías de la calle, y han empezado a expresar otras inquietudes.
Es el caso de Isaac Otchere Azey, cuya pintura aborda temas políticos y sociales contemporáneos, como el hambre y el terrorismo. Azey, nacido en Kumasi en 1968, aprendió el oficio con Alex Amofa. Sus obras trascienden lo meramente descriptivo e incluyen elementos simbólicos, como es el caso de este cuadro titulado “Cadena alimentaria” (Food chain).
El interés por este tipo de arte popular llevó a la Galería Oriel Mostyn en Llandudno (Wales, Gran Bretaña), a organizar una muestra colectiva, “Kumasi Junction”, en la que además de Atta, Amofa y Azey, se exhibieron obras de otros pintores de Kumasi, como Akwasi Addai, Kwame Akoto, y … Elvis Presley (así se llama).
Me gustaron por su ingenuidad creativa y por su precario manejo de la perspectiva, de modo que cuando conocí a uno de esos pintores en Burkina Faso le pedí que pintara un retrato mío en medio de un paisaje africano. El resultado es un cuadro de tamaño mediano, que conservo con mucho cariño como uno de esos mojones que jalonan la memoria a medida que uno se va haciendo más viejo.
Durante años fui fotografiando decenas de esos letreros, en Burkina Faso, en Mali, en Nigeria, en Benin, en Costa de Marfil y otros países de la región, pero nunca les di ningún uso. Ahora que regresé recientemente a Ghana volví a verlos y a fotografiarlos, y decidí escribir por lo menos unas líneas sobre esta forma de arte popular que corre el riesgo de perderse con el avance de la “modernidad”.
Mejor aún, conocí al artista plástico Atta Kwami, que en el área de Kumasi ha venido realizando durante años una labor de recopilación y de análisis de estos pintores populares, algunos de los cuales han trascendido la pintura alimentaria y descriptiva de los letreros para las peluquerías de la calle, y han empezado a expresar otras inquietudes.
Es el caso de Isaac Otchere Azey, cuya pintura aborda temas políticos y sociales contemporáneos, como el hambre y el terrorismo. Azey, nacido en Kumasi en 1968, aprendió el oficio con Alex Amofa. Sus obras trascienden lo meramente descriptivo e incluyen elementos simbólicos, como es el caso de este cuadro titulado “Cadena alimentaria” (Food chain).
El interés por este tipo de arte popular llevó a la Galería Oriel Mostyn en Llandudno (Wales, Gran Bretaña), a organizar una muestra colectiva, “Kumasi Junction”, en la que además de Atta, Amofa y Azey, se exhibieron obras de otros pintores de Kumasi, como Akwasi Addai, Kwame Akoto, y … Elvis Presley (así se llama).