28 diciembre 2019

Cinco películas latinoamericanas de 2019

El próximo sábado 11 de enero de 2020 se entregarán en Madrid los galardones de la 25 edición del Premio José María Forqué. Por quinto año consecutivo me invitó EGEDA (Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales) a contribuir como jurado virtual en la categoría de Mejor Largometraje Latinoamericano. Es una tarea que hago con gusto cada año porque me permite ver películas que de otro modo no estarán a mi alcance, ya que tienen una distribución comercial limitada o llegan tarde, mal o nunca a nuestro país.


No sé si las cinco películas que voy a comentar brevemente a continuación son realmente las mejores de América Latina en este año que termina, pero, en cualquier caso, han sido preseleccionadas entre más de un centenar porque tienen méritos cinematográfico importantes, aunque siempre queda la duda sobre otras que no entraron en esta apretada selección, y que pueden ser mejores. No las conozco todas, pero me parece, por ejemplo, que la boliviana “Tu me manques”, es mejor que alguna de las que voy a reseñar ahora.

Todo certamen o concurso “de belleza” tiene esos bemoles. Los criterios para seleccionar obedecen a muchos factores, y no excluyo los de orden económico, porque se trata de inversiones cuantiosas, de coproducciones que involucran a dos o más países, y en general de intereses que en algunos casos están por encima de las consideraciones artísticas.

En 2019, las cinco finalistas que me tocó poner en orden de preferencia eran: “Monos” (Colombia) dirigida por Alejandro Landes, “Araña” (Chile) de Andrés Wood, “La camarista” (México) de Lila Avilés, “La odisea de los giles” (Argentina) de Sebastián Borensztein, y finalmente “Un traductor” (Cuba) de Rodrigo Barriuso y Sebastián Barriuso. En ese orden, precisamente, las clasifiqué y ahora diré mis razones.

"Monos" de Alejandro Landes 
Me impactó “Monos” porque es una fábula sobre la irracionalidad de la guerrilla y de la lucha armada cuando involucra a jóvenes, casi niños, en prácticas despiadadas en nombre de una ideología que en ningún momento tiene claridad y propósito definido.  Aunque no se refiere a una guerrilla específica, reconocemos los rasgos de la guerrilla de las FARC o del ELN a través de este grupo de muchachos, menos de una docena, librados a su suerte en un campamento improvisado en medio de la selva, donde tienen que entrenar militarmente todos los días en espera de los días importantes que les esperan para enfrentarse a un “enemigo” implacable.

"Monos" de Alejandro Landes
Landes, quien antes hizo un documental sobre Evo Morales titulado “Cocalero” (que también vale la pena ver), ha logrado en “Monos” una ácida crítica al absurdo de una guerra donde el enemigo no se ve ni siquiera de lejos, y donde el propósito parece ser doblegar voluntades antes que forjarlas.

Para que la parábola sea más rica, el director introduce al personaje que comanda a este pequeño grupo guerrillero, un enano que aparece ocasionalmente para poner orden, ejercer algunas humillaciones adicionales, y dejar a los adolescentes de nuevo librados a su suerte, con un aparato radiotransmisor con el que pueden comunicarse en caso de necesidad con algún “superior” en la jerarquía guerrillera.

Uno se pone a pensar si todo eso no es más que un chiste macabro del enano, y que afuera no hay ninguna organización jerárquica que enmarque al pequeño grupo de jóvenes que pasa la mayor parte del tiempo tratando de sobrevivir (algo así pasó en la tristemente célebre guerrilla de Teoponte). El título de la película refleja la regresión a la que son sometidos los jóvenes por la violencia interna más que externa.

Todo lo anterior narrado con excelente fotografía, interpretaciones, música, ambientes, etc. Es un filme alucinante por todo lo que simboliza y representa. Una parodia mordaz sobre la estupidez y la degradación humana que lleva a la pérdida de identidad.

"Araña" de Andrés Wood 
Me gustó “Araña” y la puse en segundo lugar porque es un relato crítico del movimiento de extrema derecha “Patria y Libertad” que actuó en Chile preparando el terreno del golpe militar de Pinochet. La película transcurre en dos tiempos: en 1971 y en el presente. Los mismos personajes narrados con casi 50 años de distancia. En 1971 jóvenes de clase media metidos en planes macabros para combatir al “comunismo”, y en 2019, burgueses bien acomodados que no han dejado a un lado su ideología matriz, aunque la disimulen en los cargos “respetables” que ocupan en la sociedad. En otras palabras: la derecha chilena actual está constituida por remanentes de esos movimientos neofascistas de la década de 1970.

Ambos planos temporales están muy bien descritos, con texturas de imagen y sonido diferentes, más allá de los vestuarios o la reconstrucción de los ambientes. La reaparición de uno de los personajes principales, muchos años después, viene a abrir viejas heridas y memorias como fantasmas del pasado.

"La camarista" de Lila Avilés 
Menos interesante es “La camarista”, una película mexicana que quisiera retomar el personaje principal de “Roma” pero sin la pericia narrativa de Alfonso Cuarón. El personaje de origen indígena, de una edad similar a Cleo, trabaja en un gran hotel como camarista, es decir, limpiando habitaciones, haciendo camas y mirando de reojo lo que hacen o dejan detrás los huéspedes, una fauna diversa e interesante.

Sin embargo, el filme no se dedica a seguir a los huéspedes que están de paso, sino a la camarista en su peregrinaje, un tanto aburrido, de una habitación a otra, siempre con la misma cara inexpresiva (como si la naturaleza indígena tuviera esa connotación), y sin que suceda realmente nada a lo largo del filme. Lo poco que sucede es después de la primera hora del largometraje. A la manera del “nouveau roman”, la cámara sigue al personaje interpretado por Gabriela Cartol, sin ahorrarnos nada de tiempo.  

"La odisea de los giles" de Sebastián Borensztein 
“La odisea de los giles” tiene todas las posibilidades de llevarse el Premio Forqué y también los Premios Platino que vienen a mediados de 2020, por razones en muchos casos extra-cinematográficos: una coproducción con España, y con una “estrella” de moda de nivel internacional como Ricardo Darín (además de que él es coproductor de la película). Esos “plus” se añaden a una buena película a medio camino entre el suspenso y la comedia, un género que Darín ha desarrollado muy bien antes.

“Los giles somos personas que aprendimos a levantarnos, una y otra vez, a no bajar los brazos nunca”, dice uno de los personajes. El estilo narrativo me recordó a “Mr. Kaplan” (Uruguay, 2014) de Álvaro Brechner. La historia tiene también rasgos similares: cómo ciudadanos del “común” deciden hacer justicia por sí mismos, frente a un Estado no solamente indolente, sino que se convierte en una maquinaria de opresión y de engaño. Situada en los años del “corralito” argentino, es una buena lección de historia narrada con humor y con un final feliz.  Una película para todo público, bastante comercial.

"Un traductor" de Sebastián y Rodrigo Barriuso
Finalmente, la cubana “Un traductor” ocupó el último lugar en mi lista porque no pude reconocer los rasgos de Cuba como se muestran con tanta veracidad en “Sergio y Serguei” (2017) de Ernesto Daranas, que también nos remite al “periodo especial” luego de la caída del muro de Berlín. En “El traductor” el relato es menos verosímil, aunque se apoya bastante en la película antes citada. Lo interesante en el filme es el relato de la solidaridad de Cuba con miles de víctimas de Chernobyl, sobre todo niños.  Cuba les sigue prestando asistencia médica a pesar de que la isla apenas tiene lo suficiente para sostener a su propia población.

A veces en estas preselecciones de festivales uno tiene la impresión de que hay películas que han sido puestas de relleno ya sea para mantener cierto equilibrio geográfico, o también para favorecer a alguna que está predestinada a ser la ganadora, como sucede en este caso con “La odisea de los giles”.

En cualquier caso, vale la pena ver estas cinco, y muchas otras que ha producido América Latina entre 2018 y 2019.

(Publicado en Página Siete el domingo 22 de diciembre 2019) 
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