Entrar a Barricada TV es
en sí misma una experiencia estimulante. La puerta que se abre sobre la calle Querandíes
4290, en Buenos Aires, luce cuatro paneles murales que algún talentoso artista
pintó para representar la cultura, el trabajo, la resistencia y la educación, a
través de personajes masculinos y femeninos que portan una guitarra, un mazo o un libro.
La entrada al edificio está debajo del
rótulo de letras rojas y fondo de cielo que dice “Resistencia”, lo cual tiene
un valor simbólico enorme, porque las instalaciones de Barricada TV
están en IMPA (Industrias Metalúrgicas y Plásticas de Argentina), la primera
fábrica recuperada en 1998 por los obreros de acuerdo a la consigna “fábrica
cerrada, fábrica tomada”, que lanzaron los trabajadores argentinos frente al
descalabro económico de la década menemista.
Horacio Campodónico, Natalia Vinelli, en Barricada TV |
Pero IMPA no es solamente una fábrica que
produce aluminio y plástico, es también un centro cultural, y eso se respira
mientras uno sube los peldaños que llevan al cuarto piso del edificio, donde
funciona no solamente Barricada TV, sino también Subte Radio, emisora
comunitaria.
Al llegar al último piso, un espacio amplio, silencioso y vacío
contrasta con los pisos inferiores, llenos de maquinaria pesada y actividad. Un
umbral de luz en un extremo indica que ya hemos llegado, y al franquearlo uno
ingresa en el espacio de Barricada TV, tres ambientes llenos de color y
actividad, donde nos recibe el colectivo que administra, día a día, el canal
comunitario.
El canal, que comenzó sus transmisiones
regulares el año 2009, está a cargo de trabajadores del Correo Argentino, profesores
universitarios y de secundaria, obreros de fábricas recuperadas y empleados de
comercio, además de estudiantes universitarios y de los bachilleratos
populares. El grupo más activo está conformado por unas 15 personas que
participan del proyecto político y comunicacional.
Una de ellas es Natalia Vinelli, activista
y docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA), quien combina su militancia
cotidiana y permanente en Barricada TV, con su trabajo académico y de
investigación. Natalia ha publicado varios libros, entre ellos Comunicación y televisión popular –
Escenarios actuales, problemas y potencialidades, en el que reúne textos de
análisis de varios colaboradores sobre las experiencias de políticas públicas y
de comunicación participativa y alternativa en países latinoamericanos. Son
especialmente importantes en el libro las consideraciones sobre la Ley de
Servicios de Comunicación Audiovisual de Argentina, aprobada en 2011 luego de
un largo proceso participativo que se gestó por iniciativa de la Coalición por
una Radiodifusión Democrática, y que logró crear consenso en torno a “21 puntos
por una radiodifusión democrática”. Otros capítulos del libro se refieren a
experiencias en Chile, Brasil y Cuba, además de textos sobre la naturaleza,
vocación y desafíos de las televisión comunitaria, tema sobre el que yo mismo
escribí algo años atrás.
Los amigos de Barricada TV tienen muy
clara su opción política y comunicativa: “No somos artistas ni tampoco nuestro
objetivo es estético, ante todo somos militantes políticos y sociales que
decidimos realizar videos como una herramienta más para la organización en pos
del cambio”, afirman en uno de sus primeros documentos.
En su página web subrayan el carácter
militante de la iniciativa: “Barricada TV no se trata simplemente de un medio
de comunicación: la comunicación (y la cultura en general) es escenario de la
lucha de clases y, como otros frentes de lucha, requiere el desarrollo de una
política que permita trastocar las relaciones de poder dominantes para instalar
relaciones sociales nuevas, solidarias, igualitarias en una perspectiva
antiimperialista, latinoamericana, anticapitalista, socialista. Pensar la
comunicación como estratégica para la construcción de poder popular implica
pensar la comunicación popular como espacio arrebatado a la hegemonía.”
“La contrainformación, desde nuestra
perspectiva, no debe estar desligada de la intervención política en una
coyuntura en particular. De ahí que buscamos aportar a construir un discurso
contrahegemónico, desnudar la desinformación de los grandes medios, movilizar,
debatir, pensar y cuestionar nuestra propia manera de funcionar y
fundamentalmente ganar compañeros para la lucha. El trabajo que realizamos no
termina en el último corte de edición sino que se complementa en la circulación
del material y en el encuentro de éste con el público hacía el cual queremos
dirigirnos”, afirman en otro documento.
La programación de Barricada TV incluye
noticieros populares o video-informes, de los que se han producido más de 300
desde 2009. Paulatinamente se han incorporado programas de economía política,
deportes, música, fábricas recuperadas, crítica literaria y ensayo, y uno de
cocina que adopta la perspectiva de la soberanía alimentaria. Entre los temas están:
contra-información y contracultura, derechos humanos, patria grande, medio
oriente, poder popular, lucha territorial, soberanía y medioambiente, educación,
y pueblos originarios.
La difusión abierta permite a Barricada
TV (“todas las noticias que en la tele no ves”) cubre un radio de siete
kilómetros desde el barrio de Almagro; además están las transmisión en vivo por
internet, cuyo alcance es difícil de cuantificar. Ocasionalmente el grupo
realiza proyecciones en la calle, estaciones de tren y plazas públicas, interviniendo
así en conflictos sociales en curso. El canal se sostiene con aportes
voluntarios de los miembros del colectivo y colaboraciones en dinero o equipos
de algunas organizaciones sociales, pero la falta de financiamiento es uno de
los problemas más serios que enfrenta.
Conocí esta experiencia gracias a Horacio
Campodónico, que la incluyó en su selección de iniciativas audiovisuales
comunitarias, como parte de la investigación que me ha tocado coordinar para la
Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano (FNCL). Horacio y otros seis
investigadores produjeron sendos capítulos que cubren la mayor parte de los
países de la región.
Vecinos de Barricada TV son los
activistas de Subte Radio 101.7 FM, organizados en torno a una propuesta comunicacional
que ofrece música, entretenimiento y reflexión a los trabajadores de las líneas
de metro subterráneo de Buenos Aires… Una sencilla cabina de grabación y
transmisión, y el trabajo voluntario de varios activistas, permite transmitir
de lunes a viernes en horarios de la tarde, hasta la media noche. La radio acompaña
a los conductores de trenes, a los mecánicos, a sus familias, y a cualquier
ciudadano que se identifique con ellos.
De todas estas experiencias uno aprende
mucho. Sobre todo, cuando uno encuentra grupos de personas comprometidas con
causas justas, que no esperan condiciones ideales para actuar, sino que actúan
colectivamente para conquistar espacios en la llamada esfera pública.
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La política es más
peligrosa que la guerra,
porque en la guerra sólo
se muere una vez.
—Winston Churchill