16 marzo 2019

Neurona, una fachada

Dibujo de Abecor (Página Siete)
 Son tantos los hechos de corrupción del gobierno de Evo Morales, que cuando estallan aparecen uno o dos días en los titulares, pero luego se desaparecen en esa laguna amnésica de la que lamentablemente todos somos responsables, para conveniencia de los corruptos. 

Uno de esos casos, que ha pasado casi desapercibido, es el de Neurona Consulting, pomposo nombre para una empresa que simplemente es una fachada para obtener dinero fácil del mal llamado “Ministerio de Comunicación”, la repartición gubernamental encargada de la propaganda del MAS, de los “guerreros digitales” y de otras aberraciones financiadas con recursos públicos. 

En los últimos días de diciembre de 2018 apareció en este diario un titular en primera plana que revelaba con base en información del Sistema de Contrataciones Estatales (SICOES), que el gobierno había gastado en apenas cinco meses la friolera de 14,6 millones de bolivianos en una “estrategia de redes sociales”. En el cuadro de empresas contratadas, sobresalía con 8.807.210 Bs. (1 millón 258 mil dólares) la empresa mexicana Neurona Consulting, que debía producir “piezas comunicacionales para su difusión por la Dirección General de Redes Sociales”. ¿Alguien ha visto algún resultado que justifique semejante gasto? 

Como viví en México más de diez años desde que salí con el golpe militar de García Meza, me picó la curiosidad por saber más sobre esa empresa de la que nunca había oído hablar en México. Busqué en su página web la dirección y con ayuda de “Street view” de Google Maps encontré el lugar exacto donde se encuentran las oficinas: el Nº 107 de la calle Berlín en Coyoacán. 

Una "empresa garaje" 
Esperaba encontrar un enorme edificio corporativo pero encontré una casita de dos pisos sin letrero exterior. Pensé que Google se había equivocado, y pedí a amigos que estaban en México que se acercaran a esa dirección para tomar fotos actualizadas, que me enviaron inmediatamente. Google no se había equivocado: la empresa que recibió más de un millón de dólares del gobierno boliviano está situada efectivamente en esa casa. 

Mis amigos tuvieron la iniciativa de ahondar en su investigación y aunque la oficina estaba cerrada por el feriado del 25 de diciembre, tomaron una foto del interior donde aparece un letrero que indica que el segundo piso de la casa está ocupado por “Puertas. Agente de seguros”.  En el primer piso está la “Promotora ACCSE”, y en la planta baja de esa casa, que no es muy grande, aparece el rótulo de Neurona Consulting, una oficina que comparte el espacio con los estacionamientos para vehículos. 

Mis amigos indagaron en el vecindario y descubrieron datos adicionales sorprendentes. La empresa “acepta cualquier tipo de contrato, aunque sea por 500 Pesos Mexicanos”, y “hace cualquier cosa que le pidan”. No es una empresa especializada en nada, es una fachada para conseguir contratos. ¿Qué tal? 

El presupuesto del mal llamado “Ministerio de Comunicación” pasó de 150 millones de Bolivianos en 2018, a 527 millones en 2019. Desde el año 2014 aumentó 10 veces. Jamás en toda la historia de Bolivia se ha desviado tanto dinero en propaganda que no es del Estado, sino de un partido político, el MAS, y de una persona en campaña permanente durante 13 años, Evo Morales. 

Aparte del hecho, ya grave, de que el gobierno ha triplicado en este año electoral el presupuesto destinado a la propaganda, el contrato con Neurona provoca una serie de preguntas que el gobierno debería responder, porque esto huele a más corrupción. 

Sabemos que la contratación de Neurona Consulting y de las otras empresas nacionales se hizo por invitación directa. Ahora bien, ¿quién es el nexo entre el gobierno boliviano y la empresa-fachada mexicana? ¿Cómo llega el Ministerio de Comunicación a entrar en negocios con dicha empresa? ¿Cómo y a quién se transfieren los fondos? ¿Quiénes son los intermediarios y cómo se han beneficiado? ¿Cuáles son concretamente los resultados y los productos? 

Ya en junio de 2018 diputados de oposición pidieron al ministerio un informe escrito sobre estos negocios, pero no conocemos las respuestas. De más está decir que todo ese dinero malversado no ha tenido ningún efecto en las redes virtuales. Para desesperación del propio Evo Morales, que pidió ayuda a su homólogo chino (y éste lo mandó por un tubo), ni siquiera se siente la presencia de ese gasto multimillonario a favor del candidato espurio. 

(Publicado en Página Siete el sábado 9 de marzo 2019)
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El lubricante que suaviza el engranaje de la maquinaria
de todo régimen autocrático, es la corrupción.
—Justo Certero