20 junio 2011

Facetas de la comunicación

Colegas de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) me invitaron a principios de junio a participar en Ensenada en el “Congreso Internacional de Comunicación Facetas 2011”, y a ofrecer la conferencia magistral, el día de la inauguración, sobre “Avances y retos de la comunicación para el desarrollo”.

Como no había estado nunca antes en Baja California, esta fue una ocasión ideal para conocer durante una semana esa región en el extremo noroeste de México, caracterizada por su austera geografía y sus conflictos de frontera: tráfico de migrantes, de drogas y de armas. La proximidad con Estados Unidos no hace sino exacerbar la violencia y la corrupción que ahora cubre gran parte del territorio mexicano.  
Sin embargo Baja California tiene otra cara, apacible. Es una larga lengua desértica lamida por dos mares, el Pacífico y el Mar de Cortés (o Golfo de California),  con una interminable carretera que se prolonga de norte a sur desde Tijuana hasta Cabo San Lucas, una distancia de 1746 kilómetros en línea recta. Para recorrer de un extremo a otro la península se requieren 30 horas por carretera.
Tijuana está separada de San Diego por una alta valla con rollos de alambre de púas, el muro-símbolo donde tantos han perdido la vida.  En el aeropuerto de Tijuana el ejército mexicano recibe a los viajeros que aterrizan, y les pregunta de donde vienen, porque si son centroamericanos son sospechosos de querer pasar la frontera y la pasan mal. También en la carretera de Tijuana al sur hay retenes militares, revisan los vehículos buscando ya sea migrantes escondidos o drogas. No encuentran nada porque esos negocios perfectamente montados y establecidos pasan por otro lado, con complicidades al más alto nivel.
A casi dos horas al sur de Tijuana está Ensenada, como su nombre indica, cobijada por una apacible entrada de mar. La bahía es un remanso de tranquilidad, un lugar de descanso para los turistas que visitan el lugar, o para los jubilados que se establecen allí definitivamente. En el Hotel Estero Beach donde nos alojaron y donde transcurrieron las sesiones plenarias de Facetas 2011, la vista sobre el estero descubre una familia de focas retozando en el agua y numerosas gaviotas y pelícanos en espera de pesca fácil.  A pesar del sol implacable, una brisa fresca sopla todo el día, y las noches son más bien frías.
Alfonso Gumucio y Sergio Cruz en Facetas 2011
La maestra Nina Alejandra Martínez, de un dinamismo inagotable y un buen humor contagioso, hizo posible que  la tercera edición del congreso -la próxima será en Puebla-transcurriera sin tropiezos, apoyada por un grupo de profesores como Sergio Cruz, Nelly Calderón de la Barca y otros, y el entusiasmo y compromiso de 106 estudiantes que trabajaron en la organización del evento.
El programa incluyó conferencias magistrales en sesiones plenarias, talleres y mesas de trabajo paralelos, muestras de cine y lanzamiento de publicaciones.  En una de estas presentaciones de libros, Sergio Cruz, coordinador de la carrera de ciencias de la comunicación de la universidad, presentó Políticas y legislación para la radio local en América Latina, el libro que coordiné junto a Karina Herrera-Miller.  
En mi conferencia “Facetas, avances y retos de la comunicación para el desarrollo” (fui presentado por la profesora Nelly Calderón de la Barca), comencé mostrando la amplia variedad de procesos que constituyen la comunicación, desde las radios mineras bolivianas hasta los indignados de Plaza Cataluña que visité días antes; pasando por otras experiencias que me ha tocado conocer de cerca, como la de video de las mujeres de Pastapur o el Plan Ceibal de Uruguay, y en algunos casos facilitar, como el cine obrero sandinista o el teatro popular de Nigeria.  Entrando en materia quise marcar una vez más las diferencias entre informar y comunicar, apoyándome en Dominique Wolton, Antonio Pasquali y Eduardo Vizer, para luego abordar las dimensión políticas, sociales y éticas de la comunicación para el desarrollo, insistiendo en los procesos de participación y apropiación. Me remonté un poco en la historia para recordar las diferencias entre el modelo modernizador y difusionista propuesto desde Estados Unidos, y el paradigma participativo de la comunicación aplicada al desarrollo y al cambio social.
Varios de los conferencistas expresaron su convicción de que la comunicación no puede ser reducida a los grandes medios masivos, sino todo lo contrario, debe ser rescatada en los procesos horizontales de diálogo, y en los medios alternativos.
Jorge Gonzalez
Nos deleitamos todos con Jorge González, que habló sobre Cibercultur@  y empezó aclarando que nada tiene que ver con las llamadas redes sociales y con estar pegado todo el tiempo a la computadora. Jorge explicó con claridad meridiana que desde su origen etimológico la palabra ciber tiene que ver con “poder” y cultura con “cultivo”, y ambas denotan la capacidad (“agencia”, diría Amartya Sen) de las personas para tomar las riendas o el timón de sus vidas, y construir colectivamente comunidades emergentes de conocimiento local.  Por la extraordinaria capacidad de comunicar contenidos profundos con humor y sencillez, la conferencia magistral de Jorge González fue sin duda fue uno de los momentos más estimulantes de todo el evento.
Antonio Caro
Antonio Caro Almela, compartió una visión crítica de la publicidad, que él conoce muy bien por haber trabajado en ella durante varias décadas, pero además una visión crítica del mercadeo social tan en boga en los programas de desarrollo, e incluso de la publicidad solidaria -un oxímoron, dijo- con la que muchos quieren lavarse la cara. Habló también del "marketing con causa" y de la publicidad "con permiso", y citó varios autores que están en la vanguardia del análisis crítico de la publicidad.
Caro propone rescatar el valor de la “solidaridad”, que ha sido malversado por su uso publicitario" "Solidaridad es uno de los términos más hermosos", dijo. 
Su conclusión, que sacudió las convicciones de muchos de los estudiantes, es que la publicidad como la conocemos está destinada a desaparecer, y que hablaremos solamente de comunicación participativa en el futuro. Sin embargo rescató algunas iniciativas positivas, como la campaña de sensibilización “Pastillas contra el dolor ajeno”, que realizó en España Médicos sin Fronteras.
La noción de proceso comunicacional estaba también presente, en el documental de Roberto Canales, Ciudad rural, que aborda de manera crítica los problemas del proyecto de las ciudades rurales que se han creado en el Estado de Chiapas, donde la intención es ofrecer condiciones de trabajo a la población más desaventajada.  Sin embargo, como muestra el documental a través de los diálogos que facilita el propio proceso de intervención con la cámara de video, las ciudades rurales son un modelo todavía autoritario y vertical, y por lo tanto insostenible en la medida en que la gente no se apropie del proceso de cambio social. El documental muestra a un burócrata bien intencionado pero que impone de manera arrogante un discurso modernizador, mientras pretende brillar por su sagacidad en medio de grupos que manipula desde una situación de poder.
Otros cineastas participantes en el evento, como Everardo González, Adriana Trujillo o Fermín Muguruza, ofrecieron conferencias, dirigieron talleres y presentaron sus películas. 

Francisco Mata Rosas
hizo lo propio además de presentar su libro de fotografía sobre el metro de Ciudad de México, Un viaje, con texto de Carlos Monsiváis. La radio social en Latinoamérica fue el tema de un panel de expertos en el que participaron Gabriel Neri, director de Radio San Quintín, y dos representantes de PCI Media Impact, Lindsey Wahlstrom y Enriqueta Valdez, quienes también ofrecieron talleres.  
Probablemente las ponencias y los videos estarán accesibles en línea dentro de cuatro o seis semanas, cuando la universidad reanude sus labores, lamentablemente no antes. Pero quizás los materiales presentados durante el congreso se puedan obtener escribiendo directamente a Nina Martínez, coordinadora de Facetas 2011.    
Durante los espacios libres del evento, pudimos visitar dos atractivos de Ensenada, la Bufadora y la ruta del vino. La Bufadora es un fenómeno natural, en la península de Punta Banda, que lanza grandes chorros de agua de mar cuya altura -de hasta 20 metros- varía dependiendo del oleaje y del viento. El agua sale a presión por una combinación de factores: una grieta semisumergida en el acantilado, el viento que forma las olas y el nivel de la marea que cierra la boca de la cueva comprimiendo al aire dentro. 
En cuanto a la ruta del vino y otros alcoholes, lo dejo para otra nota.