20 diciembre 2009

Placido Domingo en el Ángel


Estuve entre los 150 mil afortunados (200 mil y más dicen algunos medios, yo no los conté) que el sábado 19 de diciembre por la noche se dieron cita en el Ángel de la Independencia, en la Avenida Reforma, en Ciudad de México, para escuchar el concierto al aire libre de Placido Domingo. Estas son las ventajas de vivir en una gran ciudad que se puede permitir el lujo de cerrar su principal avenida para acoger a uno de los tenores más grandes de la historia.

Ser uno de los más grandes no hace de Placido Domingo un hombre altanero, todo lo contrario, su sencillez es apabullante y su calor humano conquista inmediatamente a su audiencia. Cuando empezó su concierto anunció a grandes rasgos el programa y añadió: "y luego nos quedamos cantando hasta que ustedes quieran"... Le tomamos la palabra y no nos movimos hasta las 23:10 de la noche cuando decidió retirarse, derrotado por la persistencia de los asistentes. Cada vez que preguntaba al público si quería más, un " sí" como un rugido llenaba la Avenida Reforma.


Nada más emblemático en esta ciudad que el Ángel de la Independencia, más aún en vísperas del Bicentenario de las campanas libertarias.  Si toda la Avenida Reforma es hermosa, el Ángel es su ombligo, erguido en lo alto de una columna, acompañado a poca distancia por Diana la Cazadora, en la siguiente rotonda hacia Chapultepec, y por Cuauhtémoc, en el cruce con la Avenida Insurgentes, hacia el otro lado.

Placido Domingo declaró su emoción de estar allí, en ese lugar preciso, para cantarle a la Ciudad de México donde vivió desde que tenía 8 años de edad. Recordó que hace poco más de 50 años se inició como cantante de ópera en el Palacio de Bellas Artes, en un papel menor en el musical "Mi bella dama" (My Fair Lady),  y para celebrarlo cantó en castellano "En la calle donde tu vives" (In the street where you live).

¿Como caben 150 mil personas entre la Glorieta de la Palma (que ahora ostenta el árbol de navidad más alto del mundo) y Diana la Cazadora? Confortablemente de pie o sentados sobre el suelo, gracias a una organización meticulosa del Gobierno de la Ciudad de México que auspició el concierto. El escenario gigantesco montado a los pies del Ángel, mirando hacia el oriente, parecía una pantalla de televisión en la distancia y Plácido Domingo apenas se distinguía a ojo pelado, pero en cambio, las seis pantallas gigantes instaladas a ambos lados de la avenida, y el potente equipo de sonido permitía disfrutar el concierto sin apelotonarse unos sobre otros.


El programa empezó con ópera, algunas de las más bellas canciones del repertorio de Plácido Domingo, a quien acompañaron además de la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de México dirigida por el Maestro Eugene Kohn, tres sopranos mexicanas, Olivia Gorra (quien ya cantó con Andrea Bocelli, entre otros), Eugenia Garza y María Alejandres, todas ellas con trayectoria internacional. La segunda parte del programa se dedicó a la zarzuela, y Placido Domingo recordó para todos que sus padres fueron grandes intérpretes de zarzuela y vinieron precisamente a México con ese motivo.


¿Cuantas veces ha cantado Plácido Domingo "Granada" de Agustín Lara, una de las primeras canciones que aprendió aún niño? Luego de entonar dos canciones de Carlos Gardel apareció en escena El Mariachi 2008 y Placido salió vestido de charro con un gran sombrero bordado en la mano. Más de cien mil voces lo acompañaron in crescendo cuanto entonó "Cielito Lindo" de Quirino Mendoza y Cortés, "Bésame mucho" de Consuelo Velásquez, y las canciones de José Alfredo Jiménez, "Ella" (me cansé de rogarte...), "Paloma querida" (yo no sé lo que valga mi vida...), y por supuesto "El Rey" (no tengo trono ni reina...)  Si hubiese techo sobre la Avenida Reforma se hubiera venido abajo durante esta parte del concierto, con canciones que  mexicanos y latinoamericanos de todos los rincones llevamos muy adentro.

Luego de dos horas y media sentado sobre el pavimento de la Avenida Reforma, debajo del Ángel, quedaron mis huesos y articulaciones un tanto maltrechos, pero cantando se alegran, cielito lindo, los corazones...