Cuando estuve en los Premios Platino del
Cine Iberoamericano en Punta del Este, a fines de julio, conversé allí con
algunos de los protagonistas nominados o premiados en las diferentes
categorías, entre ellos Salvador del Solar director del largometraje peruano Magallanes, Marcia Tambutti directora
del documental Allende, mi abuelo Allende
y David Gallego, que ganó el premio Platino por la fotografía de El abrazo de la serpiente. Estos son
breves momentos de esas conversaciones.
Alfonso Gumucio y Salvador del Solar en los Premios Platino |
Salvador del Solar tiene muchos años de
experiencia como actor de teatro y cine. Trabajó en El gran teatro del mundo que dirigió nuestro común amigo Luis
Peirano: “Tuve la fortuna de estar allí”, dice, recordando esos tiempos. Ahora
vive hace diez años en Bogotá y cosecha reconocimientos en festivales de cine
por su primer largo, Magallanes, una
historia sobre la violencia que vivió el Perú en áreas rurales.
Cuando pregunto a Tore del Solar si se siente más director que actor, no lo duda: “Me
considero fundamentalmente actor, pero me reconozco como alguien en la
actividad de contar historias. Ser actor ha sido mi pasión desde niño, y ahora
he descubierto la posibilidad de contar historias desde la dirección y me
resulta también fascinante, espero que la providencia me permita reincidir y
continuar reincidiendo.”
¿Por qué escogiste el tema de Magallanes para empezar como director?
“A veces las cosas no son tan claras. Yo
no iba a dirigirla, yo solo quería escribir el guion, y a los cinco años de
estar trabajando en él hablé con mi amigo Aldo Salvini, quien generosamente me
dijo que yo debía dirigirlo. Segundos más tarde me di cuenta de que tenía que
asumir un enorme reto. El actor siente que tiene la enorme responsabilidad de
presentar un ser humano verosímil, creíble, complejo, pero el director está
detrás de todo ese universo.”
Damián Alcázar en Magallanes |
En esta primera obra contó con un elenco
formidable que encabeza el mexicano Damián Alcázar: “Yo no conocía a Damián ni
pensé que lo podíamos tener, pero era mi referencia. Estaba buscando alguien
como él, que es un verdadero actor latinoamericano y puede hacer algo que pocos
actores pueden, que es cargar el peso de una película haciendo un gran
personaje que sin embargo se mantiene como anónimo. Tiene esa grandeza.”
“Ha sido un proyecto con estrella” dice Tore con modestia. “Es un poco injusto
cuando se refieren a mi película como opera prima, porque el cine es tan
eminentemente colaborativo, que el novato era yo, pero rodeado por gente
extraordinaria y de una larga experiencia, como Diego Jiménez en la fotografía,
Federico Jusid (que hizo la música de El
secreto de sus ojos), Damián Alcázar, Magaly Solier y Federico Luppi.”
El abrazo de la serpiente, de Ciro Guerra |
El
abrazo de la serpiente fue la película más
premiada en los Premios Platino. Sobre ella escribí meses atrás pero ahora tuve
oportunidad de conversar con su joven jefe de fotografía, David Gallego,
premiado en su categoría. Le dije que me sorprendió la madurez de su trabajo,
cuando este es recién el tercer largometraje en el que trabaja y nunca estudió
profesionalmente fotografía de cine.
“Vengo de un aprendizaje de varios años
como asistente de cámara, pero aquí fue realmente lanzarse al agua y aprender a
resolver en pos de una historia. Tuve todo el respaldo de la producción y del
director, quien logró armar un equipo donde todos los componentes estaban al
mismo nivel y le daban un equilibrio a la historia.”
Alfonso Gumucio y David Gallego en Punta del Este |
El blanco y negro ha vuelto a ponerse de
moda en años recientes con películas que fueron exitosas, como Blancanieves (2013) de Pablo Berger o El artista (2011) de Michel
Hazanavicius, pero en este caso ¿no era una tentación filmar en color en la
selva?
“La decisión es difícil. En un principio
tratamos de descifrar qué es lo que tienta del color, y llegamos a la
conclusión de que la justificación del color no era sólida, no trascendía la
historia, y más bien surgieron muchas justificaciones para usar blanco y negro.
Es una película que hicimos en celuloide, no en digital, porque precisamente
queríamos lograr la textura de las fotografías de los exploradores de
principios del siglo pasado. Su forma de descubrir la selva y mostrarla al
mundo fue a través de la fotografía en blanco y negro, y esa fue nuestra inspiración.”
El
abrazo de la serpiente es de una historia sobre
la complementariedad cultural, no solo sobre la pérdida de la cultura
tradicional indígena con la llegada europea…
“Teníamos claro desde el principio que
nuestra película trata de representar los dos puntos de vista. Plantea el
diálogo entre dos culturas, como bien dices, por una parte el indígena se
materializa y se expone con sus errores, con sus miedos y sus conflictos, y con
el hombre occidental pasa algo similar.”
Marcia Tambutti Allende |
A principios de la década de 1980 conocí
brevemente a Isabel, la hija de Salvador Allende cuando estábamos ambos
exiliados en México. Ahora pude conversar con su hija, Marcia Tambutti Allende,
realizadora de Allende, mi abuelo Allende.
Tienes un abuelo en blanco y negro…
“Diste en el clavo porque la imagen de mi
abuelo para mí era muy parecida a un busto, a un esténcil en blanco y negro, no
podía imaginarlo moviéndose siquiera. No me lo imaginaba de cuerpo entero, me
di cuenta de que cuando encontré un par de fotos de cuerpo entero me sorprendí
mucho. Entonces lo que buscaba era sacarlo de esa posición de bronce o de
estatua, y también pasar del nivel político. Como hija de exiliados la imagen
que predominaba en mí como en cualquier otro exiliado era la admiración por haber
escuchado historias sobre el 11 de septiembre, pero yo quería recuperar la vida
cotidiana y la vida familiar, ¿cómo era cuando estaba de mal humor?, ¿cómo era
con sus amigos?, ¿qué le gustaba comer?”
No se hablaba de Salvador Allende en la
familia, la herida había impuesto un silencio cómplice en todos: “Normalmente no
hablas de lo que te duele no quieres exponer la vulnerabilidad y la vas
guardando, pero eso implicaba que no nos estaban traspasando a los jóvenes los mejores
momentos, por ejemplo mi madre me dice ‘aquí viví los momentos más felices de
mi vida’ pero nunca nos había hablado de eso. Yo ni siquiera había hablado con
mi hermano de este tema.”
Allende, mi abuelo Allende, de Marcia Tambutti |
Tenías ventajas sobre otros directores
que han hecho documentales sobre Salvador Allende…
“Mi punto de partida, que me daba una
ventaja, era ser de la familia. Ya que mi familia se había negado a hablar de
cosas tan íntimas, yo podía a lo largo de los años molestar un poco más y
conseguir los testimonios, y eso se ve reflejado en el documental. No teníamos muchas cartas, fotos, pero luego
descubrí que nos habían llegado a cuentagotas después del exilio, a través de
amigos, pero nunca antes nos habíamos reunido para verlos.”
__________________________________
La
forma más honesta de hacer cine, es hacer una películas para uno mismo.
—Peter
Jackson