¿Qué es la soberanía audiovisual? Si hacemos
la analogía con la soberanía alimentaria, sería crear o fortalecer la capacidad
propia de producir y consumir relatos audiovisuales propios, valorar aquello
que puede producir la fertilidad de las culturas nacionales, y al usar el
término “nacionales” me refiero no solamente a lo que encierra el perímetro de
un país, sino a las diferentes comunidades culturales que ocupan ese territorio
y que a veces desbordan las fronteras tradicionales hacia un país vecino donde
la misma cultura está viva.
La producción cultural de cine y medios
comunitarios tiene un papel fundamental en la soberanía audiovisual frente al
avasallamiento del cine comercial de Estados Unidos que llena las carteleras
nacionales sin distingo de fronteras. Frente, también, a la producción y
consumo de imitaciones locales de modelos multinacionales.
De las virtudes y de los problemas de los
medios audiovisuales pudimos intercambiar exhaustivamente en Lima (Perú) durante
los tres días del IV Encuentro Internacional de Cine Comunitario “Chacchando
sueños”, donde los amigos del legendario Grupo Chaski, que lo organizan cada
año, me invitaron para presentar una clase magistral sobre “Cine y medios
comunitarios: fortalecer la cultura y la memoria”.
En esa charla traté de subrayar la importancia
de vincular el cine más con la comunicación y la cultura que con la tecnología,
citando para ello a varios autores, entre ellos Dominique Wolton: “Al final, en
la comunicación lo más simple está en el lado de los mensajes y las técnicas, y
lo más complejo de lado de los seres humanos y las sociedades”.
El programa desarrollado entre el 19 y el 21
de octubre incluía conferencias, talleres y conversatorios que tuvieron lugar
en salas del Ministerio de Cultura peruano, un edificio de extraordinaria
arquitectura lleno de espacios adecuados como salas de conferencias, salas de
exhibición, auditorios para actos especiales, el canal de televisión Cultura 24
y la magnífica Radio Filarmonía cuyos estudios, bellísimos, parecen un museo
donde la transparencia de las divisiones de vidrio deja ver espacios de trabajo
admirablemente decorados.
Con Alejandro Legaspi y Félix Zurita |
Me enteré recién que el nuevo Ministro de
Cultura de Perú es nada menos que Salvador “Tore” del Solar, el actor y
director del largometraje Magallanes
(2015), con quien tuve oportunidad de conversar en los Premios Platino en Punta
del Este en 2016. Un cineasta como Ministro de Cultura es sin duda mejor que lo
que tenemos en Bolivia, una periodista dedicada al turismo.
Además de algunos expositores internacionales
como Félix Zurita (Nicaragua), Jaime Pinto (Chile), Amanda Trujillo Ruano y
Luis López Pozo (Ecuador), se presentaron experiencias peruanas tan
interesantes como la Escuela de Cine Amazónico que recoge los relatos de
comunidades indígenas amazónicas, cambiando de esa manera el enfoque
predominante de un cine comunitario de la sierra.
Cada noche en la sala Armando Robles Godoy
(en homenaje al pionero del cine peruano amazónico) tuvo lugar una muestra de películas
nacionales e internacionales que abordan temas comunitarios, como es el caso de
las producciones del Grupo Chaski, la Videoteca de las Culturas del Ministerio
de Cultura y la Escuela de Cine Amazónico.
De esta última organización animada por
Fernando Valdivia y Carlos Marín, vi el cortometraje Sergio libre (2017) de Luis Chumbe Huamani, documental filmado en
Belén (Iquitos) que muestra la vida cotidiana de ese pueblo de extrema pobreza
construido en palafitos sobre el rio Itaya, a través de un personaje real,
Sergio Marichi Umbato, que destaca la armonía de la vida en su pueblo, gente
que vive en el agua permanentemente, lejos de toda mirada miserabilista. El
documental está muy bien filmado y tiene una estructura estética occidental
(las decisiones sobre la posición de la cámara, sobre la duración de los
planos, sobre el montaje, etc), sin embargo muy eficiente para mostrar la
realidad de Pueblo Libre que paradójicamente algunos llaman “la Venecia
peruana”.
Los films de la Red de Microcines de Chaski son
resultado de un sueño creado por Stefan Kaspar, fallecido en octubre de 2013.
Los microcine comenzando siendo espacios de distribución regionales para la
exhibición de films de calidad sobre temas de importancia social y constituyen
hoy un ejemplo latinoamericano de distribución alternativa organizada por grupo
de jóvenes que difunden esas producciones en 32 microcines de provincias y de
la capital peruana.
En una etapa posterior esos jóvenes de los
microcines comenzaron a producir películas sobre su realidad, por lo generales
pequeños cortos documentales qe muestran el potencial de un cine comunitario
diverso. La página de Chaski en Vimeo reúne decenas de films interesantes de
acceso libre, así como los clásicos del Grupo Chaski, Gregorio (1984), entre otras
obras pioneras.
El magnífico edificio del Ministerio de Cultura de Perú |
Los debates y conversatorios sobre “Contenidos
culturales en la web”, “¿Qué cine comunitario queremos?”, “Plataformas
digitales para democratizar los medios”, “El cine hecho en los barrios
culturales de Comas”, entre otros, fueron espacios para reflexionar una vez más
sobre el presente y futuro de las experiencias audiovisuales comunitarias, que
siguen siendo invisibles a pesar de investigaciones como Cine comunitario en
América Latina y el caribe (2012), investigación que coordiné para la Fundación
del Nuevo Cine Latinoamericano (FNCL).
Una de las características de ese audiovisual
que construye soberanía cultural es el ejercicio del derecho a la comunicación y
la noción de que en el proceso de producción de una película, lo que importa es
el proceso mismo antes que los resultados. La perspectiva de largo plazo y la
búsqueda de lenguajes y formatos propios, garantizan el proceso de apropiación
de las propias comunidades. Es otra idea del cine que para muchos es difícil de
entender.
Con el equipo de Chaski y otros invitados al evento |
Los eventos son oportunidades para compartir,
pero más allá de las conferencias interesantes y los debates que ayudan a
avanzar en la reflexión, está el sentido de “encuentro”, es decir, de
convergencia y puesta en común, que son la esencia de la comunicación entendida
como proceso humano y no como transmisión de información. Y los encuentros son
también re-encuentros que permiten continuar el diálogo con colegas con quienes
nos hemos cruzado antes en otros eventos similares.
Con Jorge Vignati, en su último cumpleaños, 11 de mayo 2016 |
Volver a Lima esta vez sin poder encontrar a
Jorge Vignati, fallecido el pasado 8 de marzo, no es fácil, y menos en un
encuentro sobre cine comunitario donde su nombre estuvo presente en todo
momento, porque no había en el evento quien no hubiera en algún momento sido
tocado por el cineasta, generoso mentor de nuevas generaciones.
(Artículo publicado en Página Siete el 22 de
octubre 2017)
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La
cultura es la sonrisa para todas las edades,
puede
estar en una madre, en un amigo o en la flor
o quizás se refugie en las manos duras de un trabajador.
—León Gieco