En estos días estuve haciendo memoria. He estado
el La Habana unas 15 veces anteriormente. La primera fue en 1985 para el VII Festival
Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, uno de los más concurridos y para
mí el mejor de todos porque ese año Fidel anunció la creación de la Fundación
del Nuevo Cine Latinoamericano (FNCL) que García Márquez presidió hasta su
muerte, y de la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV) en San
Antonio de los Baños, que dirigía inicialmente Fernando Birri, uno de los fundadores
del nuevo cine latinoamericano, donde se han graduado varias generaciones de
jóvenes cineastas, entre ellos no menos de diez bolivianos.
He estado en cinco o seis festivales de cine, unas
tres veces para la investigación realizada con la Fundación, que resultó en el
libro Cine comunitario en América Latina
y El Caribe (2011) que ya lleva tres ediciones (Cuba, Colombia y Ecuador),
un par de veces invitado por Casa de las Américas, otra por Unicef para la
reunión sobre salud Cocoyoc II (1989), otra vez para editar mi película sobre
Espinal que nunca pude terminar, otra para el Primer Congreso Internacional de
Cultura y Desarrollo (1999), otra para el Congreso Internacional de FELAFACS, y
alguna más.
Ahora me invitó la Facultad de Comunicación,
cuyo Decano es Raúl Garcés, para ofrecer una conferencia magistral sobre “Comunicación,
desarrollo y cambio social: paradigmas teóricos y prácticos”, y además participar
en el panel “Entornos laborales en e los campos de la información, el
periodismo y la comunicación” entre otras actividades.
Invitados internacionales a ICOM 2017 |
El congreso contó con la presencia de casi 700
participantes, 220 de los cuales llegaron de países de América Latina, pero
también de Estados Unidos y de Europa. Además de las diez conferencias magistrales
se presentaron 372 ponencias ya sea en los paneles de debate, en los cuatro
ejes temáticos y en las sesiones de posters donde los estudiantes presentaban
sus proyectos de investigación. Hubo varias reuniones internacionales, firmas
de convenios, presentaciones de libros y trabajos en comisiones.
Los ejes temáticos abordaron temas de interés
para los estudiantes: 1. Formación y desarrollo profesional, 2. Entornos
laborales en los campos de la información, el periodismo y la comunicación, 3. Gestión
de la investigación, y 4. TICs y sociedad de la información.
En las conferencias magistrales y en los
paneles de debate estuvieron académicos internacionales como Daniel Hallin
(Estados Unidos), John B. Thompson (Reino Unido), Eloy Rodrigues (Portugal),
José Antonio Moreiro (España), Manuel Zacklad (Francia), Carlos Scolari
(Argentina), Carlos Alberto Araujo (Brasil), Gabriel Kaplún (Uruguay), Juan
Fernando Muñoz (Colombia), Sara García (Reino Unido), José Miguel Pereira
(Colombia), entre otros.
Con Gloria Ponjuan, Presidenta del Comité Académico |
Profesores e investigadores de la comunicación
de Cuba como José Ramón Vidal, Hilda Saladrigas, Gloria Ponjuan, Maribel
Acosta, Mayra Mena, Zenaida Costales y varios más ofrecieron las perspectivas
de Cuba sobre los temas de investigación que los ocupan.
El evento fue auspiciado por la Universidad de
La Habana, el Ministerio de Educación Superior, la Unión de Periodistas de
Cuba, la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales, la Sociedad Cubana de
Ciencias de la Información y la Asociación Cubana de Bibliotecarios, y contó
con el apoyo de agencias de Naciones Unidas (PNUD, Unesco, OPS, OMS), Unión
Europea, varias embajadas, ONG internacionales como Oxfam y Ayuda Popular
Noruega, y empresas cubanas.
Raúl Garcés, Decano de la facultad de Comunicación |
La conferencia magistral el día de la inauguración
estuvo a cargo de Ignacio Ramonet, que hizo un minucioso relato de la evolución
de la comunicación a lo largo de la historia y luego desapareció tan pronto
como terminó su presentación para seguir su periplo por otras ciudades de la
isla. No se quedó a escuchar a otros
colegas. Es de los que prefiere ser escuchado a escuchar.
En la clausura del encuentro internacional,
Raúl Garcés anunció ya el ICOM 2019 que tendrá por tema “Infocomunicación y
desarrollo: ciudadanía y nuevas agendas”: “Necesitamos una universidad más metida
en el país y en el mundo”, recalcó.
Fue muy estimulante el encuentro con
estudiantes de la Facultad de Comunicación en los locales que ocupan desde hace
pocos años en un edificio que perteneció a la emblemática revista Bohemia.
Luego de visitar los nuevos laboratorios de computación, video y radio,
equipados con equipos que apenas estaban saliendo de su cajas originales, Gabriel
Kaplún y yo ingresamos a un salón repleto de jóvenes deseosos de
intercambiar criterios sobre muchos temas de comunicación, que sería largo enumerar aquí.
Con estudiantes de comunicación y periodismo en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana |
Antes de llegar a La Habana yo había
solicitado a los organizadores una visita de terreno a alguno de los proyectos
de desarrollo local que desde hace unos años se realizan en varias provincias,
según me había comentado el profesor José Ramón Vidal (Cheito para los amigos). Por razones de tiempo solo pude ir a nueva
provincia de Artemisa, muy cerca de La Habana, camino a Pinar del Río, en
occidente. Pasé delante del Hotel Machurrucutu, en Bauta, un lugar de encuentros donde estuve en 1988.
En Artemisa, aún de manera incipiente, ha comenzado un experimento de descentralización que permitirá que las provincias planifiquen localmente sus iniciativas de desarrollo, sin depender del poder centralizado en sus decisiones.
En Artemisa, aún de manera incipiente, ha comenzado un experimento de descentralización que permitirá que las provincias planifiquen localmente sus iniciativas de desarrollo, sin depender del poder centralizado en sus decisiones.
Mausoleo de los Mártires de Artemisa |
Me hubiera gustado conocer cómo se traduce la
planificación local en esa provincia de vocación agrícola, pero el tiempo no permitía
ir a áreas rurales de manera que visité solo una obra realizada en el centro de
la pequeña ciudad de 82 mil habitantes, un bulevar peatonal que acaba de ser estrenado
y que se ha convertido en la principal atracción de Artemisa. Un lugar de paseo
donde converge la población y tiene acceso a librerías, internet wifi, tiendas
de artesanías, cafeterías y otros espacios de propiedad privada o mixta, muy
bien decorados y mantenidos.
La otra visita fue al Mausoleo de los Mártires
de Artemisa, una obra arquitectónica sumamente interesante porque desde afuera
solamente se ve un cubo forrado de cerámica cobriza de alta temperatura, pero
cuando uno sigue el recorrido a través del espacio soterrado, encuentra entre
murales de cerámica un espacio de recogimiento donde se encuentran los restos
de los artemiseños que acompañaron a Fidel Castro en el ataque el Moncada y que
fue el inicio del Movimiento 26 de Julio. Los sobrevivientes artemiseños regresaron años más tarde y fallecieron casi todos durante el desembarco del Granma.
Con Alquimia Peña en la Fundación del Nuevo Cine |
Otra escapada del congreso fue para visitar en
La Lisa, muy cerca de allí, a Alquimia Peña Directora de la Fundación del Nuevo
Cine Latinoamericano (FNCL) y a colegas que trabajan con ella. La hermosa Quinta
Santa Bárbara que aloja a la Fundación es un espacio acogedor, la casa de los
cineastas de América Latina, todos hemos pasado por allí en algún momento en
ocasión de reuniones y conferencias. A pesar de las limitaciones de internet de
banda ancha, la Fundación produce cada semana el mejor boletín de actualidad sobre
el cine latinoamericano, con profusión de noticias sobre las nuevas
producciones, los cineastas, los libros, los festivales, etc.
Un esfuerzo formidable que sigue inspirado por
Gabo: “Hoy en día cuando leo un párrafo de la novela veo la cámara. En esa
época para describir algo yo necesitaba imaginarme exactamente el escenario;
por ejemplo: si se trataba de un cuarto, el tamaño que tendría, los pasos que
debía dar el personaje para moverse en él, etc.; o sea, trabajaba como un
cineasta. Ahora me doy cuenta de todo esto porque también me doy cuenta de lo
que son las soluciones literarias y las soluciones visuales o cinematográficas
y me doy cuenta de que todos mis trabajos anteriores a Cien años de soledad son cine”.
Conferencia magistral el último día del congreso |
Siempre que regreso a La Habana encuentro
cosas nuevas. La apertura paulatina a la iniciativa privada se nota más que
antes. Los precarios “paladares” que
solo permitían doce sillas se han convertido, sobre todo en La Habana vieja, en
hermosos restaurantes y cafeterías de propiedad mixta o privada, decorados con
la habilidad y el gusto de cualquier restaurante en otra capital
latinoamericana o europea. Algunos son todavía caros pero en todos ellos la
presencia de cubanos es masiva. Si bien
los salarios no han subido mucho (el tipo de cambio es uno de los grandes problemas
que tienen que resolverse más pronto que tarde), las iniciativas de “cuenta
propia” permiten permiten complementar mejores ingresos y acceder a la
diversidad de ofertas (restaurantes, tiendas, telefonía e internet) que están
ahora al alcance de más personas.
La Habana vieja, como afirmé hace veinte años
en algún texto es el núcleo de vida de una de las capitales más bellas de la
región latinoamericana, y en unos años será la más bella.
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Después de escribir, lo mío es el cine.
—Gabriel
García Márquez