El número 106 de la revista mexicana etcétera está en circulación, y no solamente en su estupenda edición impresa, sino también en su versión virtual. Además de que soy miembro del Consejo Editorial, este número reproduce mi artículo “¿Hay democracia en la red?” (publicado antes en “Página 12”, en Buenos Aires), así como una réplica de Laura Islas, un comentario mío a su texto, y una repliquita más de Laura (su última palabra) a mi respuesta.
La polémica, que no es tal en realidad, puede ser seguida en la página web de etcétera, constantemente actualizada y recientemente rediseñada. Mi artículo, lamentablemente, aparece con un link defectuoso, que por suerte pude corregir para los lectores de esta nota. En cambio la réplica de Laura Islas es de fácil acceso, basta un clic.
Como todos los números de etcétera, este llega con un diseño exquisito. La edición impresa tiene el formato de una página web, con todas sus características. Y no es para menos, ya que todo el contenido del número tiene que ver con nuevas tecnologías y redes sociales. Uno aprende mucho sobre Facebook, Twitter, Sónico, Hi5, y disfruta con la entrevista de Alejandro Piscitelli, o con los agudos comentarios de Fedro Carlos Guillén.
No es menos interesante el número anterior, el 105, que lleva en la portada un dromedario con la joroba chamuscada y analiza desde una perspectiva histórica la publicidad de la marca de cigarrillos Camel. El número ofrece mucho más, pues aborda el erotismo en la publicidad, la publicidad mentirosa, las mentiras de Televisa y otros temas reveladores. Aprendemos que Televisa se enriquece promoviendo la figura del próximo presidenciable, Enrique Peña Nieto, quien como Gobernador del Estado de México destinó en apenas tres años la friolera de casi 20 millones de dólares para pagar la publicidad directa (publicidad) e indirecta (entrevistas, tiempo de antena) que le hace el conglomerado televisivo.
Aprendemos sobre los gastos millonarios de la Cámara de Diputados de México para colocar banners en páginas web que a veces ni siquiera existen, una manera de desviar fondos hacia empresas de parientes, amigos o colegas.
Otro texto revelador nos habla de “Nollywood”, la fábrica de sueños de Nigeria, que ha pasado a ser con 872 producciones en su mayoría baratas y mal hechas el segundo productor mundial de cine después de la India (1,091) y por encima de Estados Unidos (485).
Lamentablemente, mis intentos por abrir este número anterior en la página web de etcétera fueron infructuosos, ya que el hipervínculo “Hemeroteca” no está activado, y el que existía antes, “Anteriores”, ya no aparece en el diseño. Quién sabe cómo se consultan ahora, en el nuevo diseño, los números anteriores.