Circula desde hace un par de meses el
primer documento de la serie Comunicación Popular que publica en La Habana la
Editorial Caminos, del Centro Memorial Dr. Martin Luther King Jr. (CMLK). Se
trata de un cuaderno monográfico inspirado en el pensamiento del educador
brasileño Paulo Freire: “… el diálogo es una exigencia existencial (…) El
hombre dialógico que es crítico sabe que el poder de hacer, de crear, de
transformar, es un poder de los hombres y sabe también que ellos pueden,
enajenados en una situación concreta, tener ese poder disminuido”.
La publicación, de 94 páginas, consta de
siete textos. El primero es mi
trabajo “Comunicación y cambio social. Clave para el desarrollo participativo”,
que José Ramón Vidal, a quien conocemos familiarmente como “Cheíto”, me pidió
meses atrás. El texto, que estuvo inédito muchos años, de pronto se ha
publicado no menos de tres veces, en varios países, en 2011 y 2012. Sigue un
artículo del uruguayo Gabriel Kaplún: “Comunicación educativa y comunitaria.
Construcción de nuevos vínculos y sentidos en y desde la universidad”.
La
segunda parte comienza con los textos de los cubanos Dasniel Olivera Pérez y
Rodolfo Romero Reyes, “Testimonios de un cartógrafo: rememorando la primera
expedición de Nemo y otras conquistas” y “Nemo y su primera expedición”,
respectivamente. Finalmente, la tercera parte titulada “caja de herramientas”,
incluye “Algunos recursos para la comunicación en espacios comunitarios”,
“Decálogo para crear una charla”, y “Cómo preparar una fiesta radiofónica” los
dos últimos tomados de Radialistas Apasionadas y Apasionados (aunque “apasionadas
y apasionados” se excluyó).
Visité por primera vez el Centro Memorial
Dr. Martin Luther King Jr. (CMLK) en ocasión del XIII Encuentro Latinoamericano
de Facultades de Comunicación Social (ALAIC), en octubre del 2009. Fuimos con Paco Sierra a Marianao,
y nos impresionó el trabajo comunicacional de esta institución de la Iglesia Bautista
Ebenezer, que se define como “una organización macroecuménica de inspiración
cristiana que desde el pueblo cubano y sus iglesias, contribuye proféticamente
a la solidaridad y la participación popular, consciente, organizada y crítica,
empeñada en una opción socialista. Esa contribución la hacemos desde una
concepción de Educación Popular y una teología crítica, liberadora y
contextualizada.”
Cheíto y Paco Sierra, en el CMLK |
No me cabe duda de que el Centro Memorial
Dr. Martin Luther King Jr. (CMLK) es una de las instituciones cubanas más
comprometidas con la educación y la comunicación popular. Además de estas dos
líneas que coordina “Cheíto”, sus programas incluyen la reflexión y formación
socioteológica y pastoral, la sostenibilidad y desarrollo organizacional, y la
solidaridad.
Dice esta primera entrega de la serie:
“No toda comunicación es diálogo, la vida social requiere de diversos niveles y
formas comunicativas, pero es el diálogo la forma más completa de la
comunicación humana, y sin procesos comunicacionales que incentiven, promuevan
y organicen el diálogo a escala social (en los espacios privados,
institucionales y públicos) no podrán lograrse proyectos ético-políticos que
pretendan contribuir a la eliminación de las diversas formas de dominación y de
alienación de los seres humanos.”
Hace poco, en la investigación que
coordiné sobre el audiovisual comunitario en América Latina y el Caribe, incluí
en el capítulo correspondiente a Cuba información que me proporcionó Cheíto sobre
una iniciativa audiovisual que el CMLK ha llevado ha delante desde hace más de
una década, en
La Marina, en la ciudad de Matanzas, un barrio desfavorecido
socioeconómicamente. El grupo gestor de la experiencia está integrado por diez
hombres y mujeres de la comunidad, de edades entre 30 y 60 años y con niveles
de instrucción desde noveno grado hasta universitario. Los miembros del grupo
se organizaron en pequeñas comisiones encargadas de hacer el guión, garantizar
la producción, hacer las filmaciones y hacer la edición. Este es un ejemplo de
un proyecto sociocultural del barrio, autogestionado por la propia gente cuyo
propósito es rescatar tradiciones y riquezas culturales del barrio para
incrementar la autoestima de los habitantes del lugar, mejorar su convivencia y
sus comportamientos sociales, lo cual repercute en una mejoría notable en la
calidad de vida y en la imagen que del lugar tiene el resto de la ciudad.
Los
videos son elaborados en todas sus etapas por el grupo gestor del barrio, con
la asesoría técnica de Producciones Caminos del Centro Memorial Martin Luther
King. El objetivo es recuperar la historia y los valores de las comunidades, y resaltar el
propio proceso de producción y sus resultados. El resultado es un documental que
incluye entrevistas a residentes y a personalidades vinculadas o conocedoras de
los valores culturales y humanos de la gente del barrio, así como música
producida por la propia comunidad. Dice José Ramón Vidal: “El audiovisual tiene
un ritmo muy contemporáneo, una infografía y diseño que enriquece el valor
testimonial de su contenido y una banda sonora que utiliza casi en exclusivo
música producida en la propia barriada que es un reservorio de gran importancia
de algunas expresiones de la música tradicional cubana de origen africano. Fue
producido bajo el criterio de que la cultura es un bien común.”
La
capacitación y formación es parte esencial del proceso organizativo y de
producción. En La Marina, se realizaron talleres sobre guión, producción,
fotografía y sonido y edición con el grupo gestor y otras personas que
quisieron sumarse. Mediante esos talleres se fueron familiarizando con
conocimientos técnicos básicos para realizar el documental. Aunque el proceso
de edición contó con un técnico de CMLK, las decisiones de los cortes las tomó
una persona designada por el grupo barrial para participar en esta parte del
proceso.
La
difusión de las producciones audiovisuales comunitarias se hace primero en el
ámbito de las propias comunidades. El documental de La Marina tuvo su estreno
en uno de los principales cines de la ciudad de Matanzas con la participación
de los vecinos de la comunidad, autoridades del gobierno municipal y otros
invitados, y posteriormente se distribuyó a través de la red de educación
popular en Cuba y en eventos latinoamericanos de cine comunitario y alternativo,
además de los eventos de movimientos sociales y talleres y cursos que ofrece el
CMLK.
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Enseñar no es transferir — Paulo Freire