
La figura que aparece en el logo del simposio es un rangoli, un dibujo auspicioso de esos que las mujeres pintan en el pórtico de sus casas muy temprano en la mañana. En este caso, el símbolo creado por CMS alude a lo individual y lo colectivo en la comunicación.
La reunión convocó a académicos de 11 países, incluyendo Sri Lanka, Nepal, Filipinas, Afganistán, Bangladesh, Singapur, Pakistán, Australia, Reino Unido, y Estados Unidos. Fui el único de América Latina, y tuvieron la deferencia de pedirme que hiciera la presentación de apertura del evento en la sesión inaugural, lo que en inglés se llama “key note address”. Mi intervención titulada “Jugando con Fuego: la comunicación participativa”, se refirió a los desafíos políticos que se presentan para que las grandes organizaciones para el desarrollo adopten estrategias de comunicación para el cambio social, en lugar de destinar sus recursos para publicitarse y mejorar su imagen.
Al día siguiente me tocó dirigir un taller para 25 personas, sobre la comunicación para el cambio social, su evolución histórica, donde hice hincapié en las diferencias conceptuales entre información y comunicación, periodistas y comunicadores, acceso y participación, etc.
El evento fue una oportunidad única para establecer mejores vínculos sur-sur con varios países asiáticos, pero sobre todo con India, que estaba representada por la mejor gente de la comunicación para el desarrollo.