Cohn-Bendit, Sartre, La Sorbona, De Gaulle... |
Sous les pavés, la plage |
“Sous les pavés la plage” (debajo del adoquinado está la playa) era uno de los grafiti más emblemáticos de mayo de 1968, símbolo de que excavando las calles grises y sobrias de París se podría encontrar la arena, el sol y otro horizonte.
Algunos afiches del Atelier Populaire |
Era sin duda un texto premonitor de la revuelta de estudiantes de Mayo de 1968, cuando salen a las calles para manifestar su descontento contra esa sociedad represiva y desgastada por la mediocridad y la apatía. Los franceses, adormecidos por la televisión y satisfechos con su baguette bajo el brazo y una copa de vino tinto, no veían más allá de sus narices.
Los estudiantes en las calles |
No fue un “momento fundador” de la Francia contemporánea, tan derechizada hoy como entonces, pero me consta que cambió la vida cotidiana de una generación porque viví aquí seis años cuando todavía ese espíritu estaba fresco, y sentí que las personas habían cambiado, la vida universitaria era otra, los valores se habían recuperado, entre ellos uno muy importante: la solidaridad (y el sentido del humor, esencial).
Daniel Cohn-Bendit |
De ahí para adelante, bola de nieve en plena primavera. Echados de Nanterre se instalan en el corazón de París, en la Sorbona, y movilizan a los estudiantes de esa universidad símbolo de la cultura francesa. Del 6 al 31 de mayo, de las barricadas a la huelga general de 8 millones de trabajadores, Vietnam, Palestina, el Ché, Mao, el discurso de De Gaulle…En fin, la cronología que ya conocemos.
Lo que viví en la Facultad de Vincennes, creada para arrinconar a los revoltosos, y lo que sentí en la vida cotidiana a principios de la década de 1970 en los jóvenes como yo, era maravilloso: mucha avidez por meterse con el “mundo mundial”, de saber todo, de leer, de hacer películas provocadoras, de inventar slogans con pura poesía que el Atelier Populaire (exEscuela de Bellas Artes) imprimía en serigrafía: “Prohibido prohibir”, “Sean realistas, pidan lo imposible”, y otros.
Esa atmósfera de cambio, desprejuiciada, libre, duró todo el tiempo que viví en París. Hoy, Viansson-Ponté podría escribir el mismo artículo… pero nadie lo leería.
(Publicado en Página Siete el sábado 7 de abril 2018)
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La insurreción es el acceso de furor de la verdad.
A veces insurrección es resurreción.
—Victor Hugo.