No seamos tacaños, es muy poco lo que nos piden para salvar el planeta: no usar electricidad durante una hora el sábado 27 de marzo de las 20:30 a las 21:30 y participar en los actos públicos que se organizan en muchas ciudades.
Miles de personas e instituciones se suman cada año a esta iniciativa del World Wildlife Fund (WWF). A mi me tocó el año pasado en Estocolmo, donde la iluminación de varios edificios públicos fue apagada para contribuir al ahorro de energía. En 2009 se logró que 4.159 ciudades en 88 países se unieran a la iniciativa. En 2010, es decir este sábado, se espera sumar 6.000 ciudades en 125 países, con participación de mil millones de personas. Yo quiero ser una de ellas.
Se apagarán otra vez este año la Torre Eiffel en París, la Opera en Sydney, la Alhambra de Granada, la Ciudad Prohibida de Beijín, la Acrópolis y el Partenón en Atenas, la Puerta de Brandenburgo en Berlín, la Sagrada Familia en Barcelona, la Torre de Pisa, la Fontana de Trevi y el Coliseo de Roma, el Cristo del Corcovado en Río de Janeiro, el Golden Gate de San Francisco, el Big Ben de Londres, las Pirámides en El Cairo, el edificio más alto del mundo en Dubai, el Ángel de la Independencia en México, y muchos otros monumentos emblemáticos y edificios públicos del mundo. Aquí se puede seguir, país por país, la adhesión a este evento mundial.
Personalidades que ponen su grano de arena de visibilidad han comprometido también su apoyo, desde el Secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki Moon hasta el cineasta español Pedro Almodóvar. La lista incluye a la Reina de Inglaterra quien apagará las luces del Palacio Buckingham, el equipo del Real Madrid, y centenares de grupos de música, actores y actrices de cine, y gente de a pie como nosotros.
Google se sumará durante 24 horas, bancos, supermercados, hoteles y otras empresas apagarán las luces de sus edificios y de sus vallas publicitarias.
Lo que se ahorra en una hora de electricidad es mucho, sobre todo si se multiplica por mil millones de habitantes. Esta gráfica permite hacer el cálculo. No basta apagar las luces, pues alrededor de uno hay muchos otros aparatos que consumen electricidad, incluyendo esta computadora. Lo ideal es bajar la palanca general de electricidad y salir a la calle a encontrarse con otros que habrán hecho lo mismo para ponerle el hombro a nuestro pequeño planeta.