26 septiembre 2009

Sala de Redacción

Hace un par de meses, en la sesión de cierre del seminario internacional “Hacia la construcción de un espacio público incluyente” que tuvo lugar en Ciudad de Guatemala, organizado por el Observatorio Racismo en los Medios” de la Universidad Landivar, presenté la ponencia Palabras, agua y viento: pueblos indígenas y comunicación, que fue recogida en la página web del Observatorio.

Ahora, se ha publicado en el número 76 de la revista Sala de Redacción, un texto en el que hago una reflexión sobre lo que significó ese seminario. Esto me da la oportunidad de comentar aquí acerca de la revista, publicada por el Centro Civitas en Guatemala, que dirige Evelyn Blanck.

Sala de Redacción es quizás la única revista en Guatemala donde se hace sistemáticamente un análisis del comportamiento de los medios con relación a diferentes temáticas. De algún modo, la revista que dirige Miguel González Moraga, es el órgano portavoz del observatorio de medios que funciona al interior del Centro Civitas, similar a otros observatorios que hay en América Latina, pero con esta ventaja que significa tener una publicación mensual que da a conocer a un público más amplio, textos de análisis sobre los medios de difusión guatemaltecos, con un sentido crítico que está ausente en la prensa de ese país. 


Prueba de ello es cualquier número de Sala de Redacción, por ejemplo el más reciente, en el que aparece mi artículo Racismo en los Medios Masivos. El número está centrado en el tema de la autorregulación –que a mi entender es inexistente en los diarios en Guatemala y en la voluntad de sus dueños- e incluye textos sobre la Ley de Acceso a la Información, la cobertura del feminicidio en los medios masivos, la información de la prensa guatemalteca sobre las “maras” juveniles, además de secciones de noticias breves, de fotografía, de consejos para periodistas, y los ácidos dibujos de @lf, Jota Ce, y sobre todo de Filóchofo, quien ha encontrado en Sala de Redacción un espacio de expresión luego de haber sido censurado en la gran prensa guatemalteca, en manos de un clan familiar.

Como todas las cosas buenas, que se hacen con gran esfuerzo y pocos recursos, Sala de Redacción ha sufrido las consecuencias de la “crisis” de la que todos hablan, pero que parece afectar más a los que menos tienen. La revista, que hasta ahora se imprimía para su distribución dentro de Guatemala y además era accesible por internet, dejará de publicarse en su edición impresa a partir del próximo número. Esperemos, sin embargo, que la versión en PDF, bien diseñada como siempre, sea accesible en la página web de Sala de Redacción.

 

19 septiembre 2009

Fortaleza de los medios alternativos


No en vano le dicen a Fortaleza “tierra de luz”, porque la intensidad del sol a lo largo del año hace brillar sus costas como un cristal de fuego. La quinta ciudad más poblada de Brasil en el extremo noreste del país -a 3.140 kilómetros de Sao Paulo- es un destino turístico interno e internacional. Una segunda invasión portuguesa se ha apropiado de hoteles de lujo, playas y casas de verano en toda la costa, con una arrogancia que los cearenses rechazan.  En la capital de Ceará aterrizan vuelos directos desde Lisboa, pero no desde ciudades latinoamericanas.

El nombre de la ciudad no es del todo merecido, pues el Fuerte de Schoonemborch que fundaron los holandeses en 1649 es poca cosa y hoy todavía, con el nombre de Nossa Señora da Assunção, no es más que un recinto militar frente al Mercado Central.

Mi visita a Fortaleza a fines de agosto tenía que ver con motivos ajenos al descanso vacacional, aunque no pude resistirme al forró y al baiao de dois (la música y el plato típico, respectivamente), además de suculentos camarones recién sacados del mar.

Colegas de la Universidad de Fortaleza (UNIFOR) –Olga Guedes Bailey, Erotilde Honorio Silva y Valquiria Passos Kneipp, me invitaron al VII Encontro Nacional de História da Mídia, que reunió a  centenares de investigadores de la comunicación de Brasil.


Fui el único participante internacional y tuve la responsabilidad de cerrar el evento con la ponencia “Perspectivas del periodismo impreso alternativo”. Allí mencioné algunas experiencias bolivianas, como las radios mineras, el semanario “Aquí”, la página de Bolpress, el grupo Mujeres Creando y Nueva Crónica. 

Entre los participantes estaba el infaltable José Marques de Mello, uno de los autores incluidos en la Antología de Comunicación para el Cambio Social, gestor de mil y una iniciativas de comunicación en el campo académico brasileño y latinoamericano. La revista Chasqui, de CIESPAL, le dedicó hace poco uno de sus números.

José aparece siempre en los congresos con uno o dos libros nuevos, por lo que su producción intelectual suma casi medio centenar de libros. Ahora que estuve con él, me ofreció un ejemplar del más reciente.

Por séptima vez se reunió la RedAlcar que agrupa a los departamentos de comunicación de decenas de universidades de todo Brasil. Esta red que fundó José Marques de Melo –como tantas otras cosas que ha logrado su espíritu fundacional- reunió durante tres días a profesores y alumnos miembros de diez Grupos de Trabajo que incluyen todo tipo de temas afines a los estudios sobre comunicación e información, sin olvidar los medios alternativos.  En total, 240 ponencias se presentaron en los grupos temáticos, además de los 21 trabajos presentados en 7 paneles durante las plenarias.

Fue una nueva ocasión para constatar que los estudios de comunicación  gozan de excelente salud en Brasil y de establecer nuevos vínculos. 


13 septiembre 2009

Los amigos del teta-ambué

Uno de los beneficios “colaterales” de viajar a eventos es la posibilidad de volver a encontrar viejos amigos y colegas, o de hacer nuevas amistades.

En Asunción, a principios de agosto, volví a ver luego de muchas lunas a Rubén Bareiro Saguier, el escritor paraguayo más importante después de Roa Bastos. Lo visité en su casa y recordamos nuestra vieja amistad iniciada en París en los 1970s (de ese tiempo recuerdo a Rubén como un fino anfitrión, mucho antes de ser allá embajador de la democracia paraguaya), y renovada cuando visitó mi casa en La Paz, en mayo de 1992, junto a Carlos Villagra, otro escritor y diplomático paraguayo.

Rubén es un poeta y narrador marcado por el destierro. Su alma está dividida entre Paraguay y París, ciudad donde pasó la mitad de su vida por cortesía del longevo dictador Stroessner. Esas marcas del exilio no son fáciles de borrar: “… no pude pisar mi tierra durante 17 años. De 1972 a 1989 deambulé por el mundo con mi nostalgia a cuestas y mi combate sin tregua contra el sórdido tirano y su régimen corrupto”, narra en la introducción de “La Rosa Azul”, libro de relatos que me obsequió ahora que nos vimos.

En la visita a Rubén me acompañó Ángel Yegros, un nuevo amigo, escultor y hombre que vive su vida cotidiana de acuerdo a una mística personal donde la armonía vital está en el centro. Ángel y Rubén me hablaron de la riqueza del idioma guaraní, no solamente poético sino vinculado a la raíz de la naturaleza, a la tierra y el territorio, a los ríos y a los bosques. Siempre me ha maravillado (y he sentido cierta envidia) que todos los paraguayos, sin distinción de clases sociales, hablen guaraní como lengua madre.

Las esculturas de Ángel en metal son obras aéreas, flexibles, poéticas. Recupera pedazos herrumbrosos y los suelda para revelar nuevas formas. Sus esculturas están regadas en su jardín, bajo la sombra de árboles frondosos. Su casa misma contiene otras obras, más pequeñas, pero también objetos utilitarios, como mesas y sillas, y una colección de cubiertos que él ha diseñado, y cuya foto no me arriesgo a publicar aquí porque a Adriana Almada, su compañera de vida y celosa guardiana de su obra, no le gustaría.

Por fin pude estar con Juan Díaz Bordenave en su propia tierra, no en La Paz, en Brasilia o en Bellagio. Juan es sin duda el el padre de la comunicación para el desarrollo en Paraguay, y su autoridad moral es notoria en el trato que recibe de estudiantes y profesores universitarios a quienes ha inspirado. Inagotable, lleno de energía e iniciativa, es el referente infaltable para todas las actividades y proyectos comunicacionales en la vida democrática paraguaya.

No pudimos ir a su finca en Altos porque llovió mucho, pero almorcé (con Thomas Tufte y Erick Torrico) en su casa en Asunción una deliciosa sopa de bori-bori (bolitas de maíz con queso). Una tarde de esas nos sentamos para grabar un diálogo sobre la comunicación, a pedido de Daniel Prieto Castillo. Discutimos, porque no siempre estamos de acuerdo, pero de eso se trata: de dialogar.

Diálogo también, pero público y en vivo, fue el que tuvimos Thomas Tufte, Cesar Bolaño y yo en Radio Viva, que dirige otro amigo, Arturo Bregaglio. Antes la emisora se llamaba Radio Trinidad, pero su crecimiento en audiencia trascendió el barrio popular donde había nacido. Arturo es un gestor cultural formidable, siempre con una nueva iniciativa en la manga. No da puntada sin hilo.

Así, el teta-ambué (que en guaraní quiere decir “el viene de otra parte”, el extranjero), pudo visitar a varios de sus amigos.

09 septiembre 2009

Las tarjetas de HdP

En Asunción volví a encontrar a Marcel Quezada, militante de las causas nobles y bibliófilo libertario desde hace casi cuatro décadas. Hemos compartido un exilio en Paris y muchos encuentros en Bolivia. Conocí a Don Humberto y a Doña Delia, sus padres, profesores ejemplares. Nos vemos poco pero mantenemos una amistad más allá del tiempo y de la geografía.

En París fue de los primeros en extenderme una mano cuando yo llegué, con una adelante y otra atrás, en septiembre de 1972. Me cedió lo que fue mi primera vivienda en la ciudad luz, una que medía 2 x 3 metros; la puerta, al abrirla, raspaba una esquina de la cama. El cuarto era tan pequeño que –según mis amigos- cuando entraba el sol yo tenía que salir. Mis pantalones se mantenían planchados bajo el colchón y el baño común quedaba al final del pasillo. Para los 140 Francos que costaba al mes, era un paraíso.

La buhardilla estaba en un sexto y último piso en el número 21 de la calle Leverrier, cerca de la Embajada de Vietnam y a dos cuadras del Jardín de Luxemburgo. La “chambre de bonne” tenía una ventana inclinada tipo claraboya donde las palomas me despertaban con ese ruido tan característico de parejas que hacen el amor. A veces las despertaba yo a ellas.

Con Marcelo y otros bolivianos, estudiantes o exiliados, desarrollábamos actividades en el Comité Boliviano de Resistencia Antifascista (sobre el que habría que escribir en alguna oportunidad) formado para denunciar los abusos de la dictadura del Coronel Hugo Bánzer, y publicábamos el boletín “Resistencia”, que llegó a número 15 o 16.

Ahora Marcel es Embajador de Bolivia en Paraguay, donde lleva adelante sus tareas con dedicación, tratando de fortalecer la relación entre “los dos hermanos siameses que están pegados por la espalda”, como dice el Primer Secretario de la Embajada, recordando una frase de Julia Velilla, la ex-Embajadora de Paraguay en Bolivia.  Casualmente yo estaba el 6 de agosto pasado en Asunción, y pude apreciar la amplia convocatoria de la embajada en ese país, durante la fiesta de celebración de nuestra independencia.

Lo anterior es solamente parte del anecdotario, porque aquí quiero referirme a otra faceta de Marcel, la de imprentero y de ávido lector. Marcel devora revistas y periódicos; desde que lo conozco ha sido a la vez coleccionista y difusor de documentos de análisis, como testimonia su libro de recopilación  sobre los zapatistas mexicanos. Algunas cosas hemos hecho juntos, como un artículo que escribimos en Francia sobre el largometraje de Jorge Sanjinés, “El enemigo principal”. El texto se publicó en la revista Cahiers du Cinema, No.  257 en  mayo del año 1975. En alguna otra oportunidad, publicamos una revista libertaria con la intención de aglutinar a jóvenes anarquistas, pero al final acabamos haciendo todo el trabajo entre los dos. Fue el clásico “año 1, número 1”.

Marcel tiene alma de imprentero; desde hace varios años publica una colección de tarjetas con frases de personajes históricos, del arte o de la política. Con el toque de humor que no le falta, las publica con el sello editorial HdP (entienda quien quiera entender), y la autorización legítima de “Klonar” (ya que no de los autores). Por supuesto, el último toque de humor, las tarjetas están hechas “de papel”, por si quedaba alguna duda.

Desde Carlos Marx hasta Fremakega (un pensador birmano), pasando por Brecht, Neruda, el Comandante Marcos o Evo Morales, las tarjetas recogen pensamientos certeros como dardos, frases que en pocas palabras encierran toda una filosofía sobre la vida y las relaciones humanas.  Muchas son frases ya conocidas, otras menos. Desde “Más culpable es quien abre un banco que quien lo asalta” (Brecht), hasta “Seamos realistas, exijamos lo imposible” (Ché), pasando por “¿Dónde estaba Superman… que no detuvo mis aviones?”, atribuida a Osama Bin Laden.  Son frases oportunas en un mundo que pierde el sentido de la ética y la ética de la militancia.

05 septiembre 2009

La Antología en Asunción

La capital de Paraguay fue el escenario, a principios de agosto, de una nueva presentacion  de la "Antologia de Comunicacion para el Cambio Social". Gracias a la invitacion que nos hizo Anibal Orue, Thomas Tufte y yo estuvimos alli, dos dias despues de haber presentado el libro en Temuco, en el sur de Chile.  


Nunca antes me había tocado presentar uno de mis libros sin que el libro estuviera presente, pero así sucedió en Asunción, porque los ejemplares no llegaron a tiempo desde Bolivia. Tan cercanos ambos países, y tan poco comunicados. De todas maneras, pudimos mostrar la edición en inglés -el ejemplar personal de Juan Díaz Bordenave- y un power point que hice la noche anterior con imágenes y textos relativos a la edición en castellano. Los organizadores nos entregaron amablemente un ramo de flores, que inmediatamente llevamos esa noche a la recepción de la Embajada de Bolivia por la fiesta nacional del 6 de agosto. 

El lanzamiento del "mamotreto" (como lo llamó en Colombia el Decano de la Universidad Javeriana de Bogotá, Jurgen Horlbeck) se hizo en el marco del VII Encuentro de Docentes e Investigadores en Comunicación del MERCOSUR (ENDICOM), del 5 al 7 de agosto, donde participaban académicos de Brasil, Bolivia, Argentina, Uruguay y Paraguay. Fue un gusto coincidir de nuevo con Erick Torrico, nuestro colega boliviano, presidente saliente de ALAIC y con el brasileño César Bolaño, quien lo reemplaza en ese cargo.


El evento tuvo lugar en los magníficos salones de Madame Lynch en al Gran Hotel del Paraguay, que hace 150 años fue la vivienda del Presidente Francisco Solano López y de su esposa irlandesa. Madame Elisa Alicia Lynch hizo decorar los techos de madera de los salones con una rica trama de enredaderas que deja ver un cielo radiante

Para la presentación de la Antología contamos con el único autor paraguayo incluido en el libro: Juan Díaz Bordenave. Aparte de referirse a la Antología Juan recordó la amistad personal que nos une desde principios de los años 1980s, cuando CIMCA (el Centro de Integración de Medios de Comunicación Alternativa) que yo dirigía, publicó la edición "pirata" de su libro "Comunicación y Sociedad".  Pirata, sí, pero con su autorización y con un nuevo prólogo del autor.


El evento organizado por Aníbal Orué  incluyó varios paneles sobre "Estudios de comunicación en los procesos de integración", "Comunicación Digital e inclusión social: las paradojas de América Latina", "Comunicación, política y poder: los recorridos del MERCOSUR", y "Políticas de Comunicación y Telecomunicación en el MERCOSUR".


Al margen del evento, Thomas y yo nos reunimos con académicos de varias universidades (Universidad Nacional de Asunción, Universidad Nacional del Este, Universidad de Villa Rica, Universidad de Concepción) que han tomado la extraordinaria decisión de fortalecer sus áreas de estudio con especializaciones en comunicación para el desarrollo y el cambio social.  Sin duda, en parte como resultado de la influencia de Juan Díaz Bordenave en su propio país.

 
Radio Viva, que dirige el amigo Arturo Bregaglio nos invitó a una entrevista matinal, y así pudimos conocer esta emisora independiente -antes llamada Radio Trinidad- que presta a la población un servicio de orientación social y cultural invalorable. En suma, días muy bien aprovechados en Asunción, y también en el plano más personal, como veremos en dos notas siguientes.

02 septiembre 2009

Redes sociales, polémica, etcétera


El número 106 de la revista mexicana etcétera está en circulación, y no solamente en su estupenda edición impresa, sino también en su versión virtual. Además de que soy miembro del Consejo Editorial, este número reproduce mi artículo “¿Hay democracia en la red?” (publicado antes en “Página 12”, en Buenos Aires), así como una réplica de Laura Islas, un comentario mío a su texto, y una repliquita más de Laura (su última palabra) a mi respuesta.

La polémica, que no es tal en realidad, puede ser seguida en la página web de etcétera, constantemente actualizada y recientemente rediseñada. Mi artículo, lamentablemente, aparece con un link defectuoso, que por suerte pude corregir para los lectores de esta nota. En cambio la réplica de Laura Islas es de fácil acceso, basta un clic.

Como todos los números de etcétera, este llega con un diseño exquisito. La edición impresa tiene el formato de una página web, con todas sus características. Y no es para menos, ya que todo el contenido del número tiene que ver con nuevas tecnologías y redes sociales. Uno aprende mucho sobre Facebook, Twitter, Sónico, Hi5, y disfruta con la entrevista de Alejandro Piscitelli, o con los agudos comentarios de Fedro Carlos Guillén.

No es menos interesante el número anterior, el 105, que lleva en la portada un dromedario con la joroba chamuscada y analiza desde una perspectiva histórica la publicidad de la marca de cigarrillos Camel. El número ofrece mucho más, pues aborda el erotismo en la publicidad, la publicidad mentirosa, las mentiras de Televisa y otros temas reveladores. Aprendemos que Televisa se enriquece promoviendo la figura del próximo presidenciable, Enrique Peña Nieto, quien como Gobernador del Estado de México destinó en apenas tres años la friolera de casi 20 millones de dólares para pagar la publicidad directa (publicidad) e indirecta (entrevistas, tiempo de antena) que le hace el conglomerado televisivo.

Aprendemos sobre los gastos millonarios de la Cámara de Diputados de México para colocar banners en páginas web que a veces ni siquiera existen, una manera de desviar fondos hacia empresas de parientes, amigos o colegas.

Otro texto revelador nos habla de “Nollywood”, la fábrica de sueños de Nigeria, que ha pasado a ser con 872 producciones en su mayoría baratas y mal hechas el segundo productor mundial de cine después de la India (1,091) y por encima de Estados Unidos (485).

Lamentablemente, mis intentos por abrir este número anterior en la página web de etcétera fueron infructuosos, ya que el hipervínculo “Hemeroteca” no está activado, y el que existía antes, “Anteriores”, ya no aparece en el diseño. Quién sabe cómo se consultan ahora, en el nuevo diseño, los números anteriores.